Que era pervertido, que era asexual, que le faltaba un testículo, que le faltaban los dos, homosexual, que tenía sífilis, que tenía parkinson, que producía "descargas eléctricas" con su mirada, que tenía esto que era lo otro...
A lo largo de 70 años todos han querido descubrir o revelar algo nuevo sobre Hitler para sus libros, investigaciones y notas de prensa. Todos quieren una tajada, por mísera que sea, de la impresionante industria que se ha levantado alrededor de su nombre.
A estas alturas Hitler es más famoso que Jesús
Enviado desde una patera al medio del Mediterráneo