Rambo (sin apellido en la novela), un
veterano de la
guerra de Vietnam, hace autostop en
Madison, Kentucky y le recoge el jefe de la Policía Teasle y le deja en las afueras de la ciudad. Cuando Rambo regresa una y otra vez, Teasle finalmente le detiene y le lleva a Comisaría. Se le acusa de
vagabundo y de resistencia a la autoridad, sentenciándole a 35 días de cárcel. Atrapado en el interior de las pequeñas, frías y húmedas celdas, Rambo revive el recuerdo de sus días de
prisionero de guerra en Vietnam, y forcejea contra la policía que intenta afeitarle y cortarle el pelo, golpeando a un oficial y rasgando a otro con la cuchilla. Se da a la fuga, roba una motocicleta, y se esconde en las montañas cercanas. Se convierte en el foco de una cacería humana, dando como resultado la muerte de muchos policías, civiles y soldados de la Guardia Nacional.
En un final culminante en la ciudad donde comenzó su conflicto con Teasle, Rambo es finalmente perseguido por el capitán de las fuerzas especiales Sam Trautman, y por Teasle. Valiéndose de su conocimiento del terreno, Teasle se las arregla para sorprender a Rambo y le dispara en el pecho, pero se autolesiona en el estómago al salir el tiro por la culata. Entonces intenta perseguir a Rambo al hacer un último intento de fuga saliendo de la ciudad. Esencialmente, los dos hombres agonizan en este punto, pero impulsados por el orgullo y el deseo de justificar sus acciones. Rambo, tras haber encontrado un sitio donde se siente cómodo, planea suicidarse detonando una barra de
dinamita contra su cuerpo; sin embargo, entonces ve a Teasle siguiendo su rastro y que sería más honorable seguir luchando y caer abatido por el fuego de respuesta de Teasle.
Rambo abre fuego contra Teasle y, para su sorpresa y decepción, le golpea. Por un instante reflexiona sobre cómo ha dejado escapar su oportunidad de morir con honor, porque ahora ha quedado demasiado débil para encender la mecha que detona la dinamita, es entonces cuando de repente siente la explosión que había esperado—pero en la cabeza, no en el estómago, donde la dinamita fue colocada. Rambo muere satisfecho de que la lucha ha llegado a su fin. Trautman regresa hacia el agonizante Teasle y le cuenta que he le ha matado a Rambo de un disparo de pistola. Teasle se relaja, experimenta un momento de afecto por Rambo, y entonces muere sucumbido por sus heridas.