Vengo recién de darme una vuelta por el centro de Los Ángeles. No ví ningún supermercado, farmacia, banco o local comercial quemado ni saqueado, nada. La gente anda nerviosa por las calles pero más allá de unas sedes bancarias con las ventanas tapiadas y algunos negocios cerrados, no veo la supuesta revolución por ninguna parte. La Vega abierta y llena de gente como todos los días, a rebosar de fruta, verdura, carne y alimentos. Los supermercados y las bencineras también.
En la Plaza Italia se ve mucha menos gente que ayer y de seguro son los mismos. Conclusión: puros weones que no trabajan.
Esto me reconfirma que si no hubiese sido por los ataques del Viernes y Sábado que todos sospechamos, incluyendo las autoridades, que fueron coordinados por un agente sedicioso buscando desestabilización, la gente no hubiera entrado en pánico y no se hubiesen producido los saqueos. O sea, la mayor cagada quedó por culpa del lumpen, el mismo que salió después del terremoto aprovechando una conmoción social, para delinquir.
Los próximos días seguiremos viendo manifestaciones en las calles, pero como hoy, no más grande que cuando eh arboh sale canpión. Asi que lo que solucionará esta weá es que se hagan anuncios efectistas a corto plazo y razonables a mediano plazo. Eso y balas y palos para el hampa. Al final es la misma gente de a pie la que irá recuperando sus ciudades y reconstruyendo poco a poco.
Hay mucha gente con rabia por el caos y sólo pide orden. La verdad es que JAK no me gusta mucho, pero lo votaré al weón, ahora sí, porque me convencí aún más de que la izquierda es el enemigo de la gente común y corriente y por ende mis enemigos. Basta ver al Team bubalónico-deficiente-mental de este antro. Todas y cada una de sus intervenciones en el foro son pura dialéctica mezclada con
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. Ningún argumento, ningún mensaje constructivo, únicamente ataques para revolver el gallinero.
Cuando era más chico mi Papá me decía que el único error de Pinochet fue dejar comunistas vivos. Yo lo contradecía y me escandalizaba. Cómo te dio el tiempo la razón viejo querido.