No, no estoy de acuerdo con una nueva Constitución. No se trata de ser "facho pobre" ni "chupafusiles"
, sino de entender como un hecho objetivo que detrás de todo esto está la izquierda, e izquierda en América Latina equivale a socialismo y a despilfarro fiscal.
No, no vamos a ser Holanda ni Suecia con la izquierda de acá que adora los modelos estatistas de Salvador Allende o Hugo Chávez. En Escandinavia no hay un caudillo tipo Chávez ni Maduro que diga "exprópiese, exprópiese" toda vez que le dé la gana: en esos países existen derechos individuales protegidos por ley, economía de capitalismo de libre mercado y Estados benefactores que se alimentan de los excedentes que deja el mercado. Ellos no gastaron primero para empezar a enriquecerse después (como nos cuentea la izquierda que así funcionaría la cosa acá), sino que primero crearon riqueza y después empezaron con sus planes sociales.
Por lo demás, los países desarrollados no son los que andan cambiando sus Constituciones a cada rato, sino los que las mantienen por largo tiempo:
Estados Unidos: 1 Constitución desde 1787. Suiza: 3 constituciones desde 1291. La mayoría de los países europeos 1 ó 2 constituciones, a lo sumo 3.
Mientras que acá en América Latina, al amparo de caudillos populistas y gobiernos revolucionarios y refundacionales, tenemos países como Ecuador con VEINTE constituciones, Perú con DOCE constituciones, República Dominicana con TREINTA Y DOS constituciones, Venezuela VEINTISEIS, Haití VEINTICUATRO, etc.
Decir que con una nueva Constitución, hecha al amparo de los #PrimeraLinea y saqueando e incendiando todo el país, podremos alcanzar el desarrollo algún día, no es ingenuo, sino absurdamente mentiroso.