Buena historia. Lo mas paradojico es que la india culia con la que se emparejó tambien resultó no ser de los trigos muy limpios, ya que armó con el dinero defraudado de su macho una productora de eventos y hasta el día de hoy le sigue adeudando pagos a varios de sus proveedores. De tal palo, tal astilla. Y se hacía la buena cristiana.
“Miriam Quijón tiene 43 años, es cristiana, lleva el pelo liso y negro, y los labios pronunciados. Se toma una taza de té en pleno barrio Lastarria y recuerda esa primera cita como si hubiese sido un milagro:
-Tres semanas antes de conocerlo, yo le había pedido a Jesús que me presentara un buen hombre, que daba lo mismo si era gordo, flaco o chico. Y cuando lo conocí y me habló de Dios, yo dije: "Este es el angelito que pedí" -cuenta.”
JAJAJAJAJAJA