Alejandra: En su tiempo, quería casarme contigo y formalizar eso ‘lindo’ que parecíamos tener. Yo te quise, y probablemente tú también (de ahí que te haya buscado hasta rendirme), pero... Cuando te veo con tu discurso de ‘no quiero tener nada’ y sólo anhelas dedicarte a chanchear y/o chupar con amigos(as) que apenas saben hablar y son unos reventados de mierda, pienso en tu mala suerte de preñarte de un huevón con plata (del que nada quieres saber) de no saber hablar bien y desear - inconscientemente - un buen partido, a tiempo que priorizas estar con el maraco no asumido de tu hijo (millennial que todavía escucha a grupos maracos como One Direction) te veo y se me pasa.
PD: Enséñale a tu hijo a ser hombre de verdad y no un maricón faldero soplapollas.