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Un PDI muerto, 8 lesionados y 2 de gravedad tras allanamiento en la Araucania

Y quien dice que fue una mierda el decomiso de drogas; sabes realmente a cuanto asciende lo incautado?

Creo que la fuente de tu comentario podría ser gamba :tecito:
La verdad fueron los post's de medios de información como Biobio o cooperativa
 
Y quien dice que fue una mierda el decomiso de drogas; saben realmente a cuanto asciende en lucas lo incautado?

Creo que la fuente de estos comentarios podría ser gamba :tecito:

Esa wea fue un cagazo enorme, se llevaron esas matas para pegarse el toni, cuando lo adecuado era quemar toda esa mierda, ojala con los subversivos adentro.
 
Acá dejo el texto completo para los wns que les da paja meterse al link

El duro emplazamiento del director de la PDI a senadores por operativo en Temucuicui: “Ustedes, que deben hacer las leyes (...) lo que muchos han negado, hoy es una realidad, hay violencia, drogas y armas”

Héctor Espinosa, además, afirmó en la Comisión de Seguridad Pública de la Cámara Alta que no tienen “animadversión” contra el pueblo mapuche y reclamó por la “falta de apoyo político” a la institución.


A la Comisión de Seguridad Pública del Senado fueron invitados esta jornada el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, el subsecretario de la cartera, Juan Francisco Galli y el Director General de la PDI, Héctor Espinosa. ¿La razón? Dar más detalles del operativo policial al interior de la comunidad Temucuicui, en Ercilla, Región de La Araucanía, que terminó con una persona fallecida.

Fue en esta instancia que el mandamás de la policía civil entregó una serie de datos del mega operativo que contó con 850 efectivos y que tenía como objetivo entrar y registrar un total de 31 domicilios de la citada comunidad. Según detalló Espinosa, ellos pudieron detectar vía aérea, la presencia de 45 invernaderos para droga.

Las instrucciones que la Fiscalía de La Araucanía le dio a la PDI antes de allanar Temucuicui
Así mismo respondió a las críticas efectuadas a la PDI por su actuar el día del operativo y aseguró que el operativo no puede considerarse exitoso por la muerte de un funcionario y que están revisando las cosas que se hicieron bien y mal durante esa jornada.

“No tenemos ninguna animadversión ni animosidad contra los pueblos originarios. Muy por el contrario, compartimos muchas de sus demandas”, comenzó diciendo el alto oficial.

Espinosa dio a conocer que los decretos de actuación eran del 31 de diciembre de 2020 y que tenían 10 plazos para ejecutarlos. Y señaló que era una coincidencia que la fecha del operativo fuera la misma de la sentencia del caso de Camilo Catrillanca.

Pero no se quedó ahí, ya que realizó un duro emplazamiento a los senadores de la instancia: “Creo necesario recalcar que a partir del jueves 7 de enero del 2021 se deberá hablar de un antes y un después, porque lo que todos y muchos no creían...Señores, ustedes, que deben hacer las leyes. Lo que muchos han negado hoy es una realidad: hay violencia, hay crimen organizado, drogas, armas, hay una organización criminal”, señaló.

También respondió a las críticas por la supuesta detención de la hija del fallecido Camilo Catrillanca, la cual desmintió. “Y no aceptamos que nos vengan a decir que somos violadores de derechos humanos y menos que nos vengan a decir que hemos abusado y tratado mal a una pequeña inocente, que está inmersa en una comunidad donde ver violencia y todo esto a vista y paciencia de las autoridades”, dijo.


En ese sentido, aseguró que “la PDI le ha dado credibilidad al país” y reclamó que “yo siento que falta apoyo político, a la PDI le falta apoyo político”.

Delgado:
Delgado, al igual que Espinosa, comenzó diciendo que “no se puede hablar de un resultado exitoso cuando se pierden vidas humanas”.

“Estamos hablando de un sector, de un lugar, donde el Estado no puede hacer su trabajo de manera fácil, normal. Por eso es que este operativo tuvo la magnitud que se pudo presenciar”, agregó.

En ese sentido reconoció que quizás el poder de fuego que había al interior de la comunidad de Temucuicui no era imaginable para las policías.

“La PDI cuando ingresa al lugar se encuentra, no solamente con una comunidad, digamos las cosas como son, se encuentran con organizaciones que tienen un poder de fuego que, a lo mejor, efectivamente, no fue imaginable en el momento de ingresar. Estamos hablando de un poder de fuego que está relacionado con armamento de guerra, de grueso calibre”, afirmó.

Y concluyó que “vemos con preocupación lo que sufrió la PDI al ingresar a este lugar. Vemos con preocupación cómo hay un alto poder de fuego”.
 
Les traigo Tolueno añejado en barricas de la PDI:

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"Tenemos serias sospechas de que el Presidente de la República quiso darle a este operativo un carácter de aprovechamiento político.

Se adjunta más abajo carta denuncia de unos de los héroes de la carnicería de temucuicui en contra de los 850 detectives, esta es la verdad que debiera ser conocida por los medios de comunicación, esperamos que existan periodistas honestos que cubran esta negligencia criminal.

No regreso más.

Han sido tres días decepcionantes, un detective asesinado, dos graves, muchos heridos, cascos

destruidos, chalecos antibalas perforados y un director general que nos ha mentido.

La sangre de nuestro compañero no nos dará la fuerza necesaria para levantarnos, pues su muerte técnicamente fue por el impacto de un proyectil, pero estuvo acompañado de negligencias graves, que deben ser investigadas por un órgano externo a la Policía de Investigaciones, pues sus conclusiones podrían llevar a algunos de sus miembros a la separación de filas, sanciones penales, civiles, administrativas y un director junto a su alto mando, que por amor a la PDI debería renunciar o ser al menos acusado constitucionalmente, no necesariamente buscando su expulsión pero si saber la verdad, si él dio la ORDEN MALDITA, de entregar nuestros subfusiles que nos dan una cobertura de 300 metros, para usar escopetas de goma y pistolas que sólo nos protegen por 30 metros si estamos muy entrenados, cuestión con la cual no contamos, porque yo sí puedo decir que me escondieron mi Subfusil Famae con el cual sin entrenamiento disparo a 100 metros de manera aceptable.

1| La preparación.

El día 05.ENE.021 me dicen que debo ir a Angol en cometido funcionario por 2 días, que ganaría 70.000 pesos por ese cometido y que lleve un arma larga por carro, ojalá una escopeta, debí llevar una Famae porque no habían mas escopetas disponibles, me entregaron sólo un cargador de 30 tiros. El día 06.ENE.021, salí a las 17:00 horas hacia Angol, nos dijeron que llegaríamos y hallaríamos altiro, pero de pronto llegó una orden que debíamos reunirnos en un el estadio de Angol. Había cientos de vehículos, ví a ex compañeros que trabajaban en el norte y sur de Chile, colegas a los cuáles conocíamos por ser extremadamente buenos para usar armas, otros que son excelentes investigadores, detectives que han pasado toda su carrera en oficinas. No teníamos claro que sucedía, hasta que comienza un rumor que iríamos a Temucuicui y comenzaron a cambiar nuestros rostros, yo pensaba en porque no traje los otros tres cargadores de mi unidad, porque no saqué una caja más de municiones, porque no traje otro casco, otro chaleco para cubrirme la cara mientras entre a esa tierra de paramilitares.

Sabía que ellos tienen armas de guerra, que un disparo de ellos no sería detenido por mi chaleco al no estar preparado para detener munición de guerra, pensaba en llamar a un amigo de Angol y pedirle otro chaleco táctico más pues quizás dos podían detener esos impactos. Luego pensé en mi familia, por la mierda!!!!, no había llamado a mis padres en una semana…. Comenzaron a decir que no podíamos llamar, que no habláramos por celular, que no los usáramos.

El allanamiento no sería ese día 6, el día fatídico será el 7 de Enero, debíamos llegar muy temprano a Ercilla para que la noche nos escondiera, que apenas un rayo de sol se viera y la hora legal para allanar se cumpliera, tomaríamos por sorpresa a los narcotraficantes que entraríamos a buscar porque estarían pendientes de la lectura de sentencia del caso Catrillanca, ¡¡ EL CASO CATRILLANCA!!, como no nos dimos cuenta que darían mañana la sentencia, ahí pensé…. ¿A que nos mandaron?, como van a prender este infierno?, como darles más motivos para odiarnos, como no respetarles siquiera ese día aunque yo piense lo peor del mártir Catrillanca, de su familia y comunidad, pero a veces al enemigo lo debes respetar, es como si nos metieramos en su funeral. Ahí comencé a sentir miedo y no tengo vergüenza en decirlo, tengo familia, la pena mataría a mis padres por su avanzada edad, mi hijo está a punto de ser adolescente y será rebelde ¿Quién lo va a controlar? pensaba yo, hasta en mi perro pensé si lo llevarían a un funeral si me mataban.

Horas más tarde comenzamos a preguntar si podíamos salir a buscar algún lugar para dormir una cabaña, recuerdo haberme quedado una vez en un hotel llamado colina verde en Angol, llamé a un colega para que viniera en un auto particular y me prestara unas municiones, así como un tercer cargador para mi pistola que era de su mismo modelo. La respuesta fue un rotundo no….. no podíamos salir de ese estadio, estábamos encerrados y las órdenes de nuestros superiores se respetan más que la decisión de un juez, porque no nos castigan con cárcel, sino con traslados sorpresivos, sobrecarga laboral, o comienzan a sancionarlos por no responder los decretos de la fiscalía a tiempo hasta que tras 2 años de calificarnos en lista 3, nos ingresar a la lista anual de retiro. Obedecí, no salí ni a comprar una bebida, aunque sí hablé con mi familia.

La orden fue que dormiriamos en ese estadio, no lo sabíamos, sólo algunos llevaron carpas, a quienes no nos confiaron esa información previamente andábamos con menos equipo, menos munición, sin carpa, colchones o frazadas y nos pasaron unos colchones con olor a orina que estaban en un internado cercano, ahí pensé ¿Por qué no nos dejan entrar a ese internado?, así nadie nos vería y podríamos dormir mejor. Unas personas nos tiraron frazadas por un cerco, ya sabían que estábamos ahí, ¿Lo saben en Temucuicui?, por supuesto que sí.

Comenzaron las reuniones, interminables reuniones, las reuniones más mierda que he visto en mi vida y eso que me mamé todas las ceremonias de la escuela de investigaciones, rindiendo homenajes a personas que no conocíamos, a políticos que recibieron en su momento platas truchas, discursos de jefes que abandonan sus unidades o se van a retiro y nunca hicieron nada bueno por sus subalternos, fueron las peores reuniones no por ser interminables, sino que carecían de preparación, se contradecían entre ellos, nos hablaban de lugares que no conocíamos, nos mostraban fotos, líneas de colores. Cada vez que alguien hablaba miramos más a los lados que al expositor para ver si algún compañero nos explicaba que significa esto o aquello. Luego salieron los de la brigada investigadora de derechos humanos, “No se les ocurra disparar”, “Si disparan nosotros mismos los vamos a procesar”, si disparan deben darnos cuenta escrita para denunciarlos por disparo imprudente”, “Si matan a un indio nosotros mismos los esposamos y mostraremos sus caras en la tele”.

Con ese mensaje nos desarmaron de inmediato, no sacaba nada con llevar una SAF y mi arma de puño, sumando ambas armas 60 cartuchos, pues si me defendía mi familia me tendría que ir a visitar a la cárcel. Más tarde pasaría lo peor, nos quitarían nuestra arma de apoyo, nuestras SAF, nuestras Tabor, sólo unos escogidos miembros del grupo de reacción táctica (ERTA) serían quienes nos defendieron en ese lugar, nosotros debíamos calmar a la muchedumbre, a los niños, detener a los blancos e incautar todo lo que sea prohibido, armas, drogas, grandes montos de dinero. Luego me dicen que debía entregar mi SAF que dispara munición de 9mm con una efectividad de 300 a 350 metros, debía quedarme con una escopeta con 14 cartuchos, 7 en el cargador y siete en mi bolsillo, pero que la usará con precaución porque me podía ir preso y que dicha arma me daría una cobertura de 40 a 50 metros, causándole un moretón o arrancar un ojo a quien me estuviera apuntando con armas mucho más peligrosas que las mías.

Por dios, me están mandando a un matadero pensé, se supone que somos los mas bravos de éste país, si un delincuente trata de dañarnos muchas veces paga ese atrevimiento con su vida pues muchos detectives siempre andamos con nuestras armas preparadas y al alcance, no tenemos miedo de usarlas, tenemos un director que nos dice que las usemos si debemos defendernos, que tenemos armas letales y no tenemos miedo de usarlas. Esto es verdad, no me da miedo usar mi arma, pero si me dio miedo tras las amenazas que hicieron esos bastardos de los DDHH, se supone que por orden del jefe regional, pero esos funcionarios no dependen de él, sospecho que la orden viene del Alto Mando, ¿Sabre el señor ESPINOZA de esto?, habrá dado él la orden, el jefe operativo, ¿Quién fue?. Por esto es que debe investigarse por otro órgano lo que ocurrió, pues el nuestro director ya dijo que el procedimiento estaba perfectamente planificado en las noticias, lo repitió hoy 08.ENE.021 en la Radio Bio Bio, dijo que teníamos munición letal, pero omitió que sólo es efectiva a pocos metros, no negó que nos quitaran las armas largas, pero sí dijo que habían unos 80 funcionarios con subfusiles y eso es verdad, yo estaba cerca de uno de esos grupos, esperaba lo mejor de ellos y creo que mataran al mejor, al que corrió con un escudo balístico a dar cobertura a un colega herido, pero sólo escuché disparos a los lejos y estoy seguro que no fueron nuestros, no nos cuidaron, los asustaron tanto como a nosotros aunque les duela en el alma reconocerlo.

Comunicaciones….. no tendríamos, pero en esa noche acampando no lo sabíamos, teníamos unos celulares samsung, con un programa que nos permite hacer llamados como su fueran radios, no se como la PDI gastó millones en esos celulares, sin señal de internet no funcionan y quedas sin comunicación, no teníamos woki toki, no nos informaron un plan re retiraba si nos atacaban, pero si íbamos dispuestos a respetar los DDHH de quienes nos dispararon, no les tocaremos un pelo siquiera, ni la más mínima posibilidad de llevarlos ante la justicia, sólo debíamos dar con los blancos y detenerlos.

No puedo dar mi identidad, pero diré que yo conocía Temucuicui, por trabajo entre a ese lugar hace años, cuando aún era tranquilo, sólo una comunidad indígena más, dedicados al robo de madera y abigeatos pero no a las drogas ni al robo de autos, conocí esos cerros, conocí esos bosques, caminos, arboledas, pastizales, ese único camino con divisiones a otros sectores mas pequeños a parcelar alejadas con familias numerosas. En esos años podía entrar a hablar con esas personas, a pedir indicaciones, pero es la ley de ellos, creen que lo que hacen está bien, quieren vivir así y a mi…. En el fondo ni me molesta, pero si cuando atacan afuera de sus lugares, queman empresas pequeñas y grandes, roban autos a mujeres, las apuntan con armas y hacen pasar a los ladrones como víctimas si los capturan, o los jueces dicen que fue arbitrario el control que hace carabineros y anulan las pruebas obtenidas. (Jueces de mierda, ustedes también son responsables de éste desorden) Nos moverían como una columna, desde Angol a temucuicui, a través de esos cerros, que error, no soy general pero cualquier militar sabe que en un lugar así no hay que moverse en columna sin hacer un reconocimiento por lo menos, ese reconocimiento lo ha hecho carabineros por años, los que viven ahí tienen algo que proteger, tienen armas para hacerlo y llevan tiempo peleando, muchos han sido entrenados como paramilitares, están mas preparados que nosotros, cuentan con la impunidad dentro de su comunidad, si son atrapados cuentan con la ineptitud de la fiscalía, la mala preparación de las policías y la impunidad que les ha concedido el mundo político, judicial e internacional. Seríamos como patos en una feria y nos dispararían, sabíamos que nos dispararía, pero supuestamente estaríamos en Angol y les quitaremos sus armas.

Me fui a tratar de dormir

EL VIAJE DE IDA.

Me levanté muy temprano, pensando que saldríamos a las 4am, pero llegamos allá a las 11am.

Estaba muy claro, a algunos les llegaron mensajes que nos estaban esperando, ya sabíamos que nos estaban esperando y no nos detuvimos, no podíamos detenernos sin detener esa columna, pensé que podríamos defendernos, que el ruido de nuestras pistolas los ahuyentará, total como dicen nuestros altos mandos, ellos son cobardes, se esconden tras niños y niñas.

Les doy mi palabra, esos no fueron cobardes, estaban confiados, conocen el terreno, nos tenían las trampas listas, habían escavasiones en los caminos, cercos cerrados y muchos disparos, disparos disparos y mas disparos desde que ingresamos, nos desesperamos, muchos chocaron sus vehículos tratando de huir, otros mantuvimos las posiciones pero nadie disparó, sólo algunas escoperas nuestras sonaban y se sentían ráfagas automáticas, muchos pensamos que el equipo ERTA nos estaba cubriendo pero no eran de ellos, los impactos comenzaron a pegar en nuestros carros, a mi me llegó un tipo a unos 4 o 5 metros, me tendí en el piso, ví mujeres llorando, hombres que miraban a todos lados tratando de entender de donde nos atacaban, esperabamos que algún grupo se moviera a alguna posición que nos permitiera proteger la columna pero nada pasó, estábamos inmóviles, comenzaron los gritos de heridos, los gritos desesperados, no sabíamos donde ocultarnos, algunos carros huyeron, habían árboles cortados en el camino, no habían cadenas ni motosierras, algunos equipos alcanzaron sus blancos, había marihuana y armas, decían que estaba lleno pero que no podían recoger más, que debíamos arrancar, nos dispararon dentro de sus propias casas, aveces se acercaban a 20 o 30 metros a dispararnos con escopetas, pero preferíamos soportar el disparo que defendernos, total, si salgo vivo de ahí voy a salir libre y no encadenado por mis colegas de DDHH, eso pensaba, en un momento dado sólo pensé en arrancar, pero habían personas queridas en ese lugar, colegas que son amigos y por lealtad a ellos no me fui de ahí, mi lealtad a los princios de la PDI siguen incólumes, pero al mando no, a mis jefes no, mientras escuchaba tanto disparos sin ver quien lo ocasionaba, mi mente pensaba en que hacía en ese lugar, porque nos mandaron así, porque me quitaron mi arma, ellos estaban escondidos en los cerros y nunca les podría dar un disparo, finalmente nunca dispare, tenía mi arma pero me la quitaron antes de marchar a ese lugar, me quebraron el espíritu antes de ir a ese lugar, sentí ganas de llorar pero no de miedo, sino de rabia, no podía salir de ese lugar sin gritarle a mi jefe “porque mientra me mando a ese lugar sin avisarme a que”, maldito regional que me quito mi fusil, porque Espinoza no me protegió de esos maricones…. Vi llegar un helicóptero, sabía que era algo malo, alguien había caído, a esa altura ya pensé que teníamos varios muertos, cualquier muerte de un colega duela, pero tuvimos suerte, podrían habernos aniquilado, de 800 un fallecido y 2 graves es poco para los cientos y cientos de disparos que nos dieron, ví a un compañero con su chaleco rajado, un proyectil le había rozado. Algunos colegas abandonaron sue vehículos y huyeron a pie, otros se llevaron sus carros pues habían oficiales preocupados de no dejar autos botados, una de nuestras tanquetas quedo en pana, cuantos cientos de millones de pesos en esos grandes mounstruos negros, en pana en Temucuicui, recordé a los carabineros que atacaron en Contulmo o Cañete que dejaros sus autos botados y huyeron, pensé hacer lo mismo pero insistó, no saldría de ahí sin mi tripulación ni abandonaría a quienes estaban soportando en ese lugar, y uso la palabra soportando porque no peleamos, no peleamos nada, sino preguntenle a la institución cuantos cartuchos usaron, las municiones estan contadas, había munición letal, pero no la pudimos usar por orden de nuestros altos mandos. No podíamos salir de ahí, estábamos rodeados, nos pedían ayuda de todos lados, llegó a mi lado una mujer con ataque de pánico, la iba a sacar de ese infierno me propuse, no la había visto nunca pero pensé en las víctimas que he ayudado, todos éramos víctimas en ese instante, y de pronto ví a carabineros, se supone que no debían estar en ese lugar, no nos iban a acompañar, nos cubrieron, ellos si dispararon, ellos si nos cubrieros, con el poco apoyo político y judicial, pese a toda la persecusión que ha realizado la Fiscalía en contra de ellos, estaban ahí, disparando cual pastos aleman ahuyentando a un lobo, y pudimos comenzar a salir de ese lugar, hasta la carretera habían mapuches insultándonos, comenzamos a informarnos que parece que murió un detective, que habían muchos heridos, que todo había sido un desastre, estaban ya las imágenes en que se veía nuestra carabana en redes sociales de movimientos mapuches, ya estaba destrozado internamente, llamé a casa y lloré, les dije que ya no quiero estar en esta institución en manos de estos asesinos de mierda, pero no me refería a quienes nos emboscaron sino a quienes nos mandaron a ese lugar, ya sabíamos que ellos nos recibirían de esta forma, pero con esa planificación…….. no se si pidieron apoyo previo a carabineros o el ejercito, quizas el orgullo imbécil de mi institución de creerse la mejor de todas pese a ser la menos antigua, habría hecho que no pidieran apoyo ni ayuda antes de este procedimiento, porque quizas hasta mientan diciendo que estaba todo coordinado de antes, pero en ese lugar sólo habian detectives.

Nos enviaron a algo para lo cual no estábamos preparados, van a decir que la planificación era perfecta, sin errores, pero ya saben lo que pasó, de primera fuente, aunque deba ser de manera anónima pues en la PDI, si se sabe quien soy, termino con mi cabeza en Visviri como nos dicen los jefes en nuestras listas de personal.

FINALIZA EL SERVICIO, CON UN FALLECIDO PERO SIN NOVEDAD.

Termina el allanamiento, habían colegas desaparecidos, los encontraron carabineros caminando o conduciendo perdidos en ese infierno, supe el resultado del juicio por internet, no se esperaba otra cosa en todo caso, carabineros eran culpables y carabineros nos habían salvado. No nos salvaron nuestros jefes, ni nuestro director que estaba en Santiago mientras en Temuco se desarrollaba el operativo más grande de la PDI en su historia. Yo piendo que estaba escondido, así no tendría que asumir responsabilidad por el desastre si ocurría, pero era la mejor guinda de la torta de su carreta y de toda la buena persepción pública que tiene.

Adivinen donde debíamos dormir, no en nuestras casas, nos mandaron de regreso al estadio, algunos pudieron irse de aquel lugar, otros nos quedamos ahí hasta tarde. Sólo quería ir a mi ciudad de regreso, debía llegar a llorar a mi casa, sabía que lloraría cuando viera a mis hijos, arrastraba la sensación de impotencia, rabia, melancolía, pena entro otros sentimientos, las ganas de gritarle a mi jefe, quería saber que el director iba a pedir el cargo al jefe, a esos comisarios maricones que transmitieron la orden maldita y quizas hasta el pusiera su cargo a disposición, aunque no fuera de manera irrevocable pero si como un gesto por la mala planificación, pero ví la conferencia de prensa en que el Fiscal Regional dice que “sólo fue una coincidencia que el día de la lectura de sentencia, se hiciera el allanamiento”, eso es mentira, el sr. Espinoza dijo que perseguiría a los que mataron al colega”, eso es mentira, “también dijo que la planificación no tenía errores”, otra mentira, y hoy por radio bio bio dice que teníamos armas con munición letal para defendernos”, la peor y más vil mentira, teníamos armas pero no podíamos usarlas y espero que persigan a los responsables de la mariconada que nos hicieron, de cómo nos sometieron y nos arrancaron los dientes de uña que nos convertía en perros guardianes para ir en caravana como corderos al matadero.

Siempre ví al sr Espinoza como un buen director, pero siendo objetivo, sólo nos redujo la jornada laboral a lo que era legal porque antes trabajábamos 12 horas diarias, ahora son sólo 8 pero cuando son 12, 24 o 48 horas nos deben compensar las horas pero nunca lo hacen. Nos da días libres por no estar en navidad, año nuevo o fiestas patrias con nuestras familia, nos descuentan días de vacaciones por no terminar las investigaciones, hay funcionarios que hacen más de 50 investigaciones mensuales, mas todos los servicios de turno, guardia, preventivos, cuidar la casa de políticos, etc. Nos hacen justificar porque pedimos días administrativos y no los autorizan, nos dan órdenes ilegales de las cuales no puedo ahora y si nos oponemos, a Visviri.

Espero que me crean, porque por temor debo mantenerme anónimo, pero por redes sociales y las noticias es imposible tener la información que entregó en este documento.

Este escrito es anónimo, autorizó su difusión y publicación, la entrega de este se realiza a un abogado, bajo secreto profesional, quien tiene orden de entregárselo a un periodista del cuál no tengo ningún antecedente, con la condición que se realice bajo secreto periodístico, sin posibilidad de corroborar la fuente en resguardo de mi integridad física y laboral."
 
cada dia mas
Les traigo Tolueno añejado en barricas de la PDI:

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"Tenemos serias sospechas de que el Presidente de la República quiso darle a este operativo un carácter de aprovechamiento político.

Se adjunta más abajo carta denuncia de unos de los héroes de la carnicería de temucuicui en contra de los 850 detectives, esta es la verdad que debiera ser conocida por los medios de comunicación, esperamos que existan periodistas honestos que cubran esta negligencia criminal.

No regreso más.

Han sido tres días decepcionantes, un detective asesinado, dos graves, muchos heridos, cascos

destruidos, chalecos antibalas perforados y un director general que nos ha mentido.

La sangre de nuestro compañero no nos dará la fuerza necesaria para levantarnos, pues su muerte técnicamente fue por el impacto de un proyectil, pero estuvo acompañado de negligencias graves, que deben ser investigadas por un órgano externo a la Policía de Investigaciones, pues sus conclusiones podrían llevar a algunos de sus miembros a la separación de filas, sanciones penales, civiles, administrativas y un director junto a su alto mando, que por amor a la PDI debería renunciar o ser al menos acusado constitucionalmente, no necesariamente buscando su expulsión pero si saber la verdad, si él dio la ORDEN MALDITA, de entregar nuestros subfusiles que nos dan una cobertura de 300 metros, para usar escopetas de goma y pistolas que sólo nos protegen por 30 metros si estamos muy entrenados, cuestión con la cual no contamos, porque yo sí puedo decir que me escondieron mi Subfusil Famae con el cual sin entrenamiento disparo a 100 metros de manera aceptable.

1| La preparación.

El día 05.ENE.021 me dicen que debo ir a Angol en cometido funcionario por 2 días, que ganaría 70.000 pesos por ese cometido y que lleve un arma larga por carro, ojalá una escopeta, debí llevar una Famae porque no habían mas escopetas disponibles, me entregaron sólo un cargador de 30 tiros. El día 06.ENE.021, salí a las 17:00 horas hacia Angol, nos dijeron que llegaríamos y hallaríamos altiro, pero de pronto llegó una orden que debíamos reunirnos en un el estadio de Angol. Había cientos de vehículos, ví a ex compañeros que trabajaban en el norte y sur de Chile, colegas a los cuáles conocíamos por ser extremadamente buenos para usar armas, otros que son excelentes investigadores, detectives que han pasado toda su carrera en oficinas. No teníamos claro que sucedía, hasta que comienza un rumor que iríamos a Temucuicui y comenzaron a cambiar nuestros rostros, yo pensaba en porque no traje los otros tres cargadores de mi unidad, porque no saqué una caja más de municiones, porque no traje otro casco, otro chaleco para cubrirme la cara mientras entre a esa tierra de paramilitares.

Sabía que ellos tienen armas de guerra, que un disparo de ellos no sería detenido por mi chaleco al no estar preparado para detener munición de guerra, pensaba en llamar a un amigo de Angol y pedirle otro chaleco táctico más pues quizás dos podían detener esos impactos. Luego pensé en mi familia, por la mierda!!!!, no había llamado a mis padres en una semana…. Comenzaron a decir que no podíamos llamar, que no habláramos por celular, que no los usáramos.

El allanamiento no sería ese día 6, el día fatídico será el 7 de Enero, debíamos llegar muy temprano a Ercilla para que la noche nos escondiera, que apenas un rayo de sol se viera y la hora legal para allanar se cumpliera, tomaríamos por sorpresa a los narcotraficantes que entraríamos a buscar porque estarían pendientes de la lectura de sentencia del caso Catrillanca, ¡¡ EL CASO CATRILLANCA!!, como no nos dimos cuenta que darían mañana la sentencia, ahí pensé…. ¿A que nos mandaron?, como van a prender este infierno?, como darles más motivos para odiarnos, como no respetarles siquiera ese día aunque yo piense lo peor del mártir Catrillanca, de su familia y comunidad, pero a veces al enemigo lo debes respetar, es como si nos metieramos en su funeral. Ahí comencé a sentir miedo y no tengo vergüenza en decirlo, tengo familia, la pena mataría a mis padres por su avanzada edad, mi hijo está a punto de ser adolescente y será rebelde ¿Quién lo va a controlar? pensaba yo, hasta en mi perro pensé si lo llevarían a un funeral si me mataban.

Horas más tarde comenzamos a preguntar si podíamos salir a buscar algún lugar para dormir una cabaña, recuerdo haberme quedado una vez en un hotel llamado colina verde en Angol, llamé a un colega para que viniera en un auto particular y me prestara unas municiones, así como un tercer cargador para mi pistola que era de su mismo modelo. La respuesta fue un rotundo no….. no podíamos salir de ese estadio, estábamos encerrados y las órdenes de nuestros superiores se respetan más que la decisión de un juez, porque no nos castigan con cárcel, sino con traslados sorpresivos, sobrecarga laboral, o comienzan a sancionarlos por no responder los decretos de la fiscalía a tiempo hasta que tras 2 años de calificarnos en lista 3, nos ingresar a la lista anual de retiro. Obedecí, no salí ni a comprar una bebida, aunque sí hablé con mi familia.

La orden fue que dormiriamos en ese estadio, no lo sabíamos, sólo algunos llevaron carpas, a quienes no nos confiaron esa información previamente andábamos con menos equipo, menos munición, sin carpa, colchones o frazadas y nos pasaron unos colchones con olor a orina que estaban en un internado cercano, ahí pensé ¿Por qué no nos dejan entrar a ese internado?, así nadie nos vería y podríamos dormir mejor. Unas personas nos tiraron frazadas por un cerco, ya sabían que estábamos ahí, ¿Lo saben en Temucuicui?, por supuesto que sí.

Comenzaron las reuniones, interminables reuniones, las reuniones más mierda que he visto en mi vida y eso que me mamé todas las ceremonias de la escuela de investigaciones, rindiendo homenajes a personas que no conocíamos, a políticos que recibieron en su momento platas truchas, discursos de jefes que abandonan sus unidades o se van a retiro y nunca hicieron nada bueno por sus subalternos, fueron las peores reuniones no por ser interminables, sino que carecían de preparación, se contradecían entre ellos, nos hablaban de lugares que no conocíamos, nos mostraban fotos, líneas de colores. Cada vez que alguien hablaba miramos más a los lados que al expositor para ver si algún compañero nos explicaba que significa esto o aquello. Luego salieron los de la brigada investigadora de derechos humanos, “No se les ocurra disparar”, “Si disparan nosotros mismos los vamos a procesar”, si disparan deben darnos cuenta escrita para denunciarlos por disparo imprudente”, “Si matan a un indio nosotros mismos los esposamos y mostraremos sus caras en la tele”.

Con ese mensaje nos desarmaron de inmediato, no sacaba nada con llevar una SAF y mi arma de puño, sumando ambas armas 60 cartuchos, pues si me defendía mi familia me tendría que ir a visitar a la cárcel. Más tarde pasaría lo peor, nos quitarían nuestra arma de apoyo, nuestras SAF, nuestras Tabor, sólo unos escogidos miembros del grupo de reacción táctica (ERTA) serían quienes nos defendieron en ese lugar, nosotros debíamos calmar a la muchedumbre, a los niños, detener a los blancos e incautar todo lo que sea prohibido, armas, drogas, grandes montos de dinero. Luego me dicen que debía entregar mi SAF que dispara munición de 9mm con una efectividad de 300 a 350 metros, debía quedarme con una escopeta con 14 cartuchos, 7 en el cargador y siete en mi bolsillo, pero que la usará con precaución porque me podía ir preso y que dicha arma me daría una cobertura de 40 a 50 metros, causándole un moretón o arrancar un ojo a quien me estuviera apuntando con armas mucho más peligrosas que las mías.

Por dios, me están mandando a un matadero pensé, se supone que somos los mas bravos de éste país, si un delincuente trata de dañarnos muchas veces paga ese atrevimiento con su vida pues muchos detectives siempre andamos con nuestras armas preparadas y al alcance, no tenemos miedo de usarlas, tenemos un director que nos dice que las usemos si debemos defendernos, que tenemos armas letales y no tenemos miedo de usarlas. Esto es verdad, no me da miedo usar mi arma, pero si me dio miedo tras las amenazas que hicieron esos bastardos de los DDHH, se supone que por orden del jefe regional, pero esos funcionarios no dependen de él, sospecho que la orden viene del Alto Mando, ¿Sabre el señor ESPINOZA de esto?, habrá dado él la orden, el jefe operativo, ¿Quién fue?. Por esto es que debe investigarse por otro órgano lo que ocurrió, pues el nuestro director ya dijo que el procedimiento estaba perfectamente planificado en las noticias, lo repitió hoy 08.ENE.021 en la Radio Bio Bio, dijo que teníamos munición letal, pero omitió que sólo es efectiva a pocos metros, no negó que nos quitaran las armas largas, pero sí dijo que habían unos 80 funcionarios con subfusiles y eso es verdad, yo estaba cerca de uno de esos grupos, esperaba lo mejor de ellos y creo que mataran al mejor, al que corrió con un escudo balístico a dar cobertura a un colega herido, pero sólo escuché disparos a los lejos y estoy seguro que no fueron nuestros, no nos cuidaron, los asustaron tanto como a nosotros aunque les duela en el alma reconocerlo.

Comunicaciones….. no tendríamos, pero en esa noche acampando no lo sabíamos, teníamos unos celulares samsung, con un programa que nos permite hacer llamados como su fueran radios, no se como la PDI gastó millones en esos celulares, sin señal de internet no funcionan y quedas sin comunicación, no teníamos woki toki, no nos informaron un plan re retiraba si nos atacaban, pero si íbamos dispuestos a respetar los DDHH de quienes nos dispararon, no les tocaremos un pelo siquiera, ni la más mínima posibilidad de llevarlos ante la justicia, sólo debíamos dar con los blancos y detenerlos.

No puedo dar mi identidad, pero diré que yo conocía Temucuicui, por trabajo entre a ese lugar hace años, cuando aún era tranquilo, sólo una comunidad indígena más, dedicados al robo de madera y abigeatos pero no a las drogas ni al robo de autos, conocí esos cerros, conocí esos bosques, caminos, arboledas, pastizales, ese único camino con divisiones a otros sectores mas pequeños a parcelar alejadas con familias numerosas. En esos años podía entrar a hablar con esas personas, a pedir indicaciones, pero es la ley de ellos, creen que lo que hacen está bien, quieren vivir así y a mi…. En el fondo ni me molesta, pero si cuando atacan afuera de sus lugares, queman empresas pequeñas y grandes, roban autos a mujeres, las apuntan con armas y hacen pasar a los ladrones como víctimas si los capturan, o los jueces dicen que fue arbitrario el control que hace carabineros y anulan las pruebas obtenidas. (Jueces de mierda, ustedes también son responsables de éste desorden) Nos moverían como una columna, desde Angol a temucuicui, a través de esos cerros, que error, no soy general pero cualquier militar sabe que en un lugar así no hay que moverse en columna sin hacer un reconocimiento por lo menos, ese reconocimiento lo ha hecho carabineros por años, los que viven ahí tienen algo que proteger, tienen armas para hacerlo y llevan tiempo peleando, muchos han sido entrenados como paramilitares, están mas preparados que nosotros, cuentan con la impunidad dentro de su comunidad, si son atrapados cuentan con la ineptitud de la fiscalía, la mala preparación de las policías y la impunidad que les ha concedido el mundo político, judicial e internacional. Seríamos como patos en una feria y nos dispararían, sabíamos que nos dispararía, pero supuestamente estaríamos en Angol y les quitaremos sus armas.

Me fui a tratar de dormir

EL VIAJE DE IDA.

Me levanté muy temprano, pensando que saldríamos a las 4am, pero llegamos allá a las 11am.

Estaba muy claro, a algunos les llegaron mensajes que nos estaban esperando, ya sabíamos que nos estaban esperando y no nos detuvimos, no podíamos detenernos sin detener esa columna, pensé que podríamos defendernos, que el ruido de nuestras pistolas los ahuyentará, total como dicen nuestros altos mandos, ellos son cobardes, se esconden tras niños y niñas.

Les doy mi palabra, esos no fueron cobardes, estaban confiados, conocen el terreno, nos tenían las trampas listas, habían escavasiones en los caminos, cercos cerrados y muchos disparos, disparos disparos y mas disparos desde que ingresamos, nos desesperamos, muchos chocaron sus vehículos tratando de huir, otros mantuvimos las posiciones pero nadie disparó, sólo algunas escoperas nuestras sonaban y se sentían ráfagas automáticas, muchos pensamos que el equipo ERTA nos estaba cubriendo pero no eran de ellos, los impactos comenzaron a pegar en nuestros carros, a mi me llegó un tipo a unos 4 o 5 metros, me tendí en el piso, ví mujeres llorando, hombres que miraban a todos lados tratando de entender de donde nos atacaban, esperabamos que algún grupo se moviera a alguna posición que nos permitiera proteger la columna pero nada pasó, estábamos inmóviles, comenzaron los gritos de heridos, los gritos desesperados, no sabíamos donde ocultarnos, algunos carros huyeron, habían árboles cortados en el camino, no habían cadenas ni motosierras, algunos equipos alcanzaron sus blancos, había marihuana y armas, decían que estaba lleno pero que no podían recoger más, que debíamos arrancar, nos dispararon dentro de sus propias casas, aveces se acercaban a 20 o 30 metros a dispararnos con escopetas, pero preferíamos soportar el disparo que defendernos, total, si salgo vivo de ahí voy a salir libre y no encadenado por mis colegas de DDHH, eso pensaba, en un momento dado sólo pensé en arrancar, pero habían personas queridas en ese lugar, colegas que son amigos y por lealtad a ellos no me fui de ahí, mi lealtad a los princios de la PDI siguen incólumes, pero al mando no, a mis jefes no, mientras escuchaba tanto disparos sin ver quien lo ocasionaba, mi mente pensaba en que hacía en ese lugar, porque nos mandaron así, porque me quitaron mi arma, ellos estaban escondidos en los cerros y nunca les podría dar un disparo, finalmente nunca dispare, tenía mi arma pero me la quitaron antes de marchar a ese lugar, me quebraron el espíritu antes de ir a ese lugar, sentí ganas de llorar pero no de miedo, sino de rabia, no podía salir de ese lugar sin gritarle a mi jefe “porque mientra me mando a ese lugar sin avisarme a que”, maldito regional que me quito mi fusil, porque Espinoza no me protegió de esos maricones…. Vi llegar un helicóptero, sabía que era algo malo, alguien había caído, a esa altura ya pensé que teníamos varios muertos, cualquier muerte de un colega duela, pero tuvimos suerte, podrían habernos aniquilado, de 800 un fallecido y 2 graves es poco para los cientos y cientos de disparos que nos dieron, ví a un compañero con su chaleco rajado, un proyectil le había rozado. Algunos colegas abandonaron sue vehículos y huyeron a pie, otros se llevaron sus carros pues habían oficiales preocupados de no dejar autos botados, una de nuestras tanquetas quedo en pana, cuantos cientos de millones de pesos en esos grandes mounstruos negros, en pana en Temucuicui, recordé a los carabineros que atacaron en Contulmo o Cañete que dejaros sus autos botados y huyeron, pensé hacer lo mismo pero insistó, no saldría de ahí sin mi tripulación ni abandonaría a quienes estaban soportando en ese lugar, y uso la palabra soportando porque no peleamos, no peleamos nada, sino preguntenle a la institución cuantos cartuchos usaron, las municiones estan contadas, había munición letal, pero no la pudimos usar por orden de nuestros altos mandos. No podíamos salir de ahí, estábamos rodeados, nos pedían ayuda de todos lados, llegó a mi lado una mujer con ataque de pánico, la iba a sacar de ese infierno me propuse, no la había visto nunca pero pensé en las víctimas que he ayudado, todos éramos víctimas en ese instante, y de pronto ví a carabineros, se supone que no debían estar en ese lugar, no nos iban a acompañar, nos cubrieron, ellos si dispararon, ellos si nos cubrieros, con el poco apoyo político y judicial, pese a toda la persecusión que ha realizado la Fiscalía en contra de ellos, estaban ahí, disparando cual pastos aleman ahuyentando a un lobo, y pudimos comenzar a salir de ese lugar, hasta la carretera habían mapuches insultándonos, comenzamos a informarnos que parece que murió un detective, que habían muchos heridos, que todo había sido un desastre, estaban ya las imágenes en que se veía nuestra carabana en redes sociales de movimientos mapuches, ya estaba destrozado internamente, llamé a casa y lloré, les dije que ya no quiero estar en esta institución en manos de estos asesinos de mierda, pero no me refería a quienes nos emboscaron sino a quienes nos mandaron a ese lugar, ya sabíamos que ellos nos recibirían de esta forma, pero con esa planificación…….. no se si pidieron apoyo previo a carabineros o el ejercito, quizas el orgullo imbécil de mi institución de creerse la mejor de todas pese a ser la menos antigua, habría hecho que no pidieran apoyo ni ayuda antes de este procedimiento, porque quizas hasta mientan diciendo que estaba todo coordinado de antes, pero en ese lugar sólo habian detectives.

Nos enviaron a algo para lo cual no estábamos preparados, van a decir que la planificación era perfecta, sin errores, pero ya saben lo que pasó, de primera fuente, aunque deba ser de manera anónima pues en la PDI, si se sabe quien soy, termino con mi cabeza en Visviri como nos dicen los jefes en nuestras listas de personal.

FINALIZA EL SERVICIO, CON UN FALLECIDO PERO SIN NOVEDAD.

Termina el allanamiento, habían colegas desaparecidos, los encontraron carabineros caminando o conduciendo perdidos en ese infierno, supe el resultado del juicio por internet, no se esperaba otra cosa en todo caso, carabineros eran culpables y carabineros nos habían salvado. No nos salvaron nuestros jefes, ni nuestro director que estaba en Santiago mientras en Temuco se desarrollaba el operativo más grande de la PDI en su historia. Yo piendo que estaba escondido, así no tendría que asumir responsabilidad por el desastre si ocurría, pero era la mejor guinda de la torta de su carreta y de toda la buena persepción pública que tiene.

Adivinen donde debíamos dormir, no en nuestras casas, nos mandaron de regreso al estadio, algunos pudieron irse de aquel lugar, otros nos quedamos ahí hasta tarde. Sólo quería ir a mi ciudad de regreso, debía llegar a llorar a mi casa, sabía que lloraría cuando viera a mis hijos, arrastraba la sensación de impotencia, rabia, melancolía, pena entro otros sentimientos, las ganas de gritarle a mi jefe, quería saber que el director iba a pedir el cargo al jefe, a esos comisarios maricones que transmitieron la orden maldita y quizas hasta el pusiera su cargo a disposición, aunque no fuera de manera irrevocable pero si como un gesto por la mala planificación, pero ví la conferencia de prensa en que el Fiscal Regional dice que “sólo fue una coincidencia que el día de la lectura de sentencia, se hiciera el allanamiento”, eso es mentira, el sr. Espinoza dijo que perseguiría a los que mataron al colega”, eso es mentira, “también dijo que la planificación no tenía errores”, otra mentira, y hoy por radio bio bio dice que teníamos armas con munición letal para defendernos”, la peor y más vil mentira, teníamos armas pero no podíamos usarlas y espero que persigan a los responsables de la mariconada que nos hicieron, de cómo nos sometieron y nos arrancaron los dientes de uña que nos convertía en perros guardianes para ir en caravana como corderos al matadero.

Siempre ví al sr Espinoza como un buen director, pero siendo objetivo, sólo nos redujo la jornada laboral a lo que era legal porque antes trabajábamos 12 horas diarias, ahora son sólo 8 pero cuando son 12, 24 o 48 horas nos deben compensar las horas pero nunca lo hacen. Nos da días libres por no estar en navidad, año nuevo o fiestas patrias con nuestras familia, nos descuentan días de vacaciones por no terminar las investigaciones, hay funcionarios que hacen más de 50 investigaciones mensuales, mas todos los servicios de turno, guardia, preventivos, cuidar la casa de políticos, etc. Nos hacen justificar porque pedimos días administrativos y no los autorizan, nos dan órdenes ilegales de las cuales no puedo ahora y si nos oponemos, a Visviri.

Espero que me crean, porque por temor debo mantenerme anónimo, pero por redes sociales y las noticias es imposible tener la información que entregó en este documento.

Este escrito es anónimo, autorizó su difusión y publicación, la entrega de este se realiza a un abogado, bajo secreto profesional, quien tiene orden de entregárselo a un periodista del cuál no tengo ningún antecedente, con la condición que se realice bajo secreto periodístico, sin posibilidad de corroborar la fuente en resguardo de mi integridad física y laboral."




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estamos hasta el pico, Piñera y cia necesitaba varios muertos y heridos, y lo consiguio, será para que aprueben todas las leyes mas duras en el parlamento?, si es así habria que enjuiciar al director de investigaciones junto al Piñata.
 
Les traigo Tolueno añejado en barricas de la PDI:

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"Tenemos serias sospechas de que el Presidente de la República quiso darle a este operativo un carácter de aprovechamiento político.

Se adjunta más abajo carta denuncia de unos de los héroes de la carnicería de temucuicui en contra de los 850 detectives, esta es la verdad que debiera ser conocida por los medios de comunicación, esperamos que existan periodistas honestos que cubran esta negligencia criminal.

No regreso más.

Han sido tres días decepcionantes, un detective asesinado, dos graves, muchos heridos, cascos

destruidos, chalecos antibalas perforados y un director general que nos ha mentido.

La sangre de nuestro compañero no nos dará la fuerza necesaria para levantarnos, pues su muerte técnicamente fue por el impacto de un proyectil, pero estuvo acompañado de negligencias graves, que deben ser investigadas por un órgano externo a la Policía de Investigaciones, pues sus conclusiones podrían llevar a algunos de sus miembros a la separación de filas, sanciones penales, civiles, administrativas y un director junto a su alto mando, que por amor a la PDI debería renunciar o ser al menos acusado constitucionalmente, no necesariamente buscando su expulsión pero si saber la verdad, si él dio la ORDEN MALDITA, de entregar nuestros subfusiles que nos dan una cobertura de 300 metros, para usar escopetas de goma y pistolas que sólo nos protegen por 30 metros si estamos muy entrenados, cuestión con la cual no contamos, porque yo sí puedo decir que me escondieron mi Subfusil Famae con el cual sin entrenamiento disparo a 100 metros de manera aceptable.

1| La preparación.

El día 05.ENE.021 me dicen que debo ir a Angol en cometido funcionario por 2 días, que ganaría 70.000 pesos por ese cometido y que lleve un arma larga por carro, ojalá una escopeta, debí llevar una Famae porque no habían mas escopetas disponibles, me entregaron sólo un cargador de 30 tiros. El día 06.ENE.021, salí a las 17:00 horas hacia Angol, nos dijeron que llegaríamos y hallaríamos altiro, pero de pronto llegó una orden que debíamos reunirnos en un el estadio de Angol. Había cientos de vehículos, ví a ex compañeros que trabajaban en el norte y sur de Chile, colegas a los cuáles conocíamos por ser extremadamente buenos para usar armas, otros que son excelentes investigadores, detectives que han pasado toda su carrera en oficinas. No teníamos claro que sucedía, hasta que comienza un rumor que iríamos a Temucuicui y comenzaron a cambiar nuestros rostros, yo pensaba en porque no traje los otros tres cargadores de mi unidad, porque no saqué una caja más de municiones, porque no traje otro casco, otro chaleco para cubrirme la cara mientras entre a esa tierra de paramilitares.

Sabía que ellos tienen armas de guerra, que un disparo de ellos no sería detenido por mi chaleco al no estar preparado para detener munición de guerra, pensaba en llamar a un amigo de Angol y pedirle otro chaleco táctico más pues quizás dos podían detener esos impactos. Luego pensé en mi familia, por la mierda!!!!, no había llamado a mis padres en una semana…. Comenzaron a decir que no podíamos llamar, que no habláramos por celular, que no los usáramos.

El allanamiento no sería ese día 6, el día fatídico será el 7 de Enero, debíamos llegar muy temprano a Ercilla para que la noche nos escondiera, que apenas un rayo de sol se viera y la hora legal para allanar se cumpliera, tomaríamos por sorpresa a los narcotraficantes que entraríamos a buscar porque estarían pendientes de la lectura de sentencia del caso Catrillanca, ¡¡ EL CASO CATRILLANCA!!, como no nos dimos cuenta que darían mañana la sentencia, ahí pensé…. ¿A que nos mandaron?, como van a prender este infierno?, como darles más motivos para odiarnos, como no respetarles siquiera ese día aunque yo piense lo peor del mártir Catrillanca, de su familia y comunidad, pero a veces al enemigo lo debes respetar, es como si nos metieramos en su funeral. Ahí comencé a sentir miedo y no tengo vergüenza en decirlo, tengo familia, la pena mataría a mis padres por su avanzada edad, mi hijo está a punto de ser adolescente y será rebelde ¿Quién lo va a controlar? pensaba yo, hasta en mi perro pensé si lo llevarían a un funeral si me mataban.

Horas más tarde comenzamos a preguntar si podíamos salir a buscar algún lugar para dormir una cabaña, recuerdo haberme quedado una vez en un hotel llamado colina verde en Angol, llamé a un colega para que viniera en un auto particular y me prestara unas municiones, así como un tercer cargador para mi pistola que era de su mismo modelo. La respuesta fue un rotundo no….. no podíamos salir de ese estadio, estábamos encerrados y las órdenes de nuestros superiores se respetan más que la decisión de un juez, porque no nos castigan con cárcel, sino con traslados sorpresivos, sobrecarga laboral, o comienzan a sancionarlos por no responder los decretos de la fiscalía a tiempo hasta que tras 2 años de calificarnos en lista 3, nos ingresar a la lista anual de retiro. Obedecí, no salí ni a comprar una bebida, aunque sí hablé con mi familia.

La orden fue que dormiriamos en ese estadio, no lo sabíamos, sólo algunos llevaron carpas, a quienes no nos confiaron esa información previamente andábamos con menos equipo, menos munición, sin carpa, colchones o frazadas y nos pasaron unos colchones con olor a orina que estaban en un internado cercano, ahí pensé ¿Por qué no nos dejan entrar a ese internado?, así nadie nos vería y podríamos dormir mejor. Unas personas nos tiraron frazadas por un cerco, ya sabían que estábamos ahí, ¿Lo saben en Temucuicui?, por supuesto que sí.

Comenzaron las reuniones, interminables reuniones, las reuniones más mierda que he visto en mi vida y eso que me mamé todas las ceremonias de la escuela de investigaciones, rindiendo homenajes a personas que no conocíamos, a políticos que recibieron en su momento platas truchas, discursos de jefes que abandonan sus unidades o se van a retiro y nunca hicieron nada bueno por sus subalternos, fueron las peores reuniones no por ser interminables, sino que carecían de preparación, se contradecían entre ellos, nos hablaban de lugares que no conocíamos, nos mostraban fotos, líneas de colores. Cada vez que alguien hablaba miramos más a los lados que al expositor para ver si algún compañero nos explicaba que significa esto o aquello. Luego salieron los de la brigada investigadora de derechos humanos, “No se les ocurra disparar”, “Si disparan nosotros mismos los vamos a procesar”, si disparan deben darnos cuenta escrita para denunciarlos por disparo imprudente”, “Si matan a un indio nosotros mismos los esposamos y mostraremos sus caras en la tele”.

Con ese mensaje nos desarmaron de inmediato, no sacaba nada con llevar una SAF y mi arma de puño, sumando ambas armas 60 cartuchos, pues si me defendía mi familia me tendría que ir a visitar a la cárcel. Más tarde pasaría lo peor, nos quitarían nuestra arma de apoyo, nuestras SAF, nuestras Tabor, sólo unos escogidos miembros del grupo de reacción táctica (ERTA) serían quienes nos defendieron en ese lugar, nosotros debíamos calmar a la muchedumbre, a los niños, detener a los blancos e incautar todo lo que sea prohibido, armas, drogas, grandes montos de dinero. Luego me dicen que debía entregar mi SAF que dispara munición de 9mm con una efectividad de 300 a 350 metros, debía quedarme con una escopeta con 14 cartuchos, 7 en el cargador y siete en mi bolsillo, pero que la usará con precaución porque me podía ir preso y que dicha arma me daría una cobertura de 40 a 50 metros, causándole un moretón o arrancar un ojo a quien me estuviera apuntando con armas mucho más peligrosas que las mías.

Por dios, me están mandando a un matadero pensé, se supone que somos los mas bravos de éste país, si un delincuente trata de dañarnos muchas veces paga ese atrevimiento con su vida pues muchos detectives siempre andamos con nuestras armas preparadas y al alcance, no tenemos miedo de usarlas, tenemos un director que nos dice que las usemos si debemos defendernos, que tenemos armas letales y no tenemos miedo de usarlas. Esto es verdad, no me da miedo usar mi arma, pero si me dio miedo tras las amenazas que hicieron esos bastardos de los DDHH, se supone que por orden del jefe regional, pero esos funcionarios no dependen de él, sospecho que la orden viene del Alto Mando, ¿Sabre el señor ESPINOZA de esto?, habrá dado él la orden, el jefe operativo, ¿Quién fue?. Por esto es que debe investigarse por otro órgano lo que ocurrió, pues el nuestro director ya dijo que el procedimiento estaba perfectamente planificado en las noticias, lo repitió hoy 08.ENE.021 en la Radio Bio Bio, dijo que teníamos munición letal, pero omitió que sólo es efectiva a pocos metros, no negó que nos quitaran las armas largas, pero sí dijo que habían unos 80 funcionarios con subfusiles y eso es verdad, yo estaba cerca de uno de esos grupos, esperaba lo mejor de ellos y creo que mataran al mejor, al que corrió con un escudo balístico a dar cobertura a un colega herido, pero sólo escuché disparos a los lejos y estoy seguro que no fueron nuestros, no nos cuidaron, los asustaron tanto como a nosotros aunque les duela en el alma reconocerlo.

Comunicaciones….. no tendríamos, pero en esa noche acampando no lo sabíamos, teníamos unos celulares samsung, con un programa que nos permite hacer llamados como su fueran radios, no se como la PDI gastó millones en esos celulares, sin señal de internet no funcionan y quedas sin comunicación, no teníamos woki toki, no nos informaron un plan re retiraba si nos atacaban, pero si íbamos dispuestos a respetar los DDHH de quienes nos dispararon, no les tocaremos un pelo siquiera, ni la más mínima posibilidad de llevarlos ante la justicia, sólo debíamos dar con los blancos y detenerlos.

No puedo dar mi identidad, pero diré que yo conocía Temucuicui, por trabajo entre a ese lugar hace años, cuando aún era tranquilo, sólo una comunidad indígena más, dedicados al robo de madera y abigeatos pero no a las drogas ni al robo de autos, conocí esos cerros, conocí esos bosques, caminos, arboledas, pastizales, ese único camino con divisiones a otros sectores mas pequeños a parcelar alejadas con familias numerosas. En esos años podía entrar a hablar con esas personas, a pedir indicaciones, pero es la ley de ellos, creen que lo que hacen está bien, quieren vivir así y a mi…. En el fondo ni me molesta, pero si cuando atacan afuera de sus lugares, queman empresas pequeñas y grandes, roban autos a mujeres, las apuntan con armas y hacen pasar a los ladrones como víctimas si los capturan, o los jueces dicen que fue arbitrario el control que hace carabineros y anulan las pruebas obtenidas. (Jueces de mierda, ustedes también son responsables de éste desorden) Nos moverían como una columna, desde Angol a temucuicui, a través de esos cerros, que error, no soy general pero cualquier militar sabe que en un lugar así no hay que moverse en columna sin hacer un reconocimiento por lo menos, ese reconocimiento lo ha hecho carabineros por años, los que viven ahí tienen algo que proteger, tienen armas para hacerlo y llevan tiempo peleando, muchos han sido entrenados como paramilitares, están mas preparados que nosotros, cuentan con la impunidad dentro de su comunidad, si son atrapados cuentan con la ineptitud de la fiscalía, la mala preparación de las policías y la impunidad que les ha concedido el mundo político, judicial e internacional. Seríamos como patos en una feria y nos dispararían, sabíamos que nos dispararía, pero supuestamente estaríamos en Angol y les quitaremos sus armas.

Me fui a tratar de dormir

EL VIAJE DE IDA.

Me levanté muy temprano, pensando que saldríamos a las 4am, pero llegamos allá a las 11am.

Estaba muy claro, a algunos les llegaron mensajes que nos estaban esperando, ya sabíamos que nos estaban esperando y no nos detuvimos, no podíamos detenernos sin detener esa columna, pensé que podríamos defendernos, que el ruido de nuestras pistolas los ahuyentará, total como dicen nuestros altos mandos, ellos son cobardes, se esconden tras niños y niñas.

Les doy mi palabra, esos no fueron cobardes, estaban confiados, conocen el terreno, nos tenían las trampas listas, habían escavasiones en los caminos, cercos cerrados y muchos disparos, disparos disparos y mas disparos desde que ingresamos, nos desesperamos, muchos chocaron sus vehículos tratando de huir, otros mantuvimos las posiciones pero nadie disparó, sólo algunas escoperas nuestras sonaban y se sentían ráfagas automáticas, muchos pensamos que el equipo ERTA nos estaba cubriendo pero no eran de ellos, los impactos comenzaron a pegar en nuestros carros, a mi me llegó un tipo a unos 4 o 5 metros, me tendí en el piso, ví mujeres llorando, hombres que miraban a todos lados tratando de entender de donde nos atacaban, esperabamos que algún grupo se moviera a alguna posición que nos permitiera proteger la columna pero nada pasó, estábamos inmóviles, comenzaron los gritos de heridos, los gritos desesperados, no sabíamos donde ocultarnos, algunos carros huyeron, habían árboles cortados en el camino, no habían cadenas ni motosierras, algunos equipos alcanzaron sus blancos, había marihuana y armas, decían que estaba lleno pero que no podían recoger más, que debíamos arrancar, nos dispararon dentro de sus propias casas, aveces se acercaban a 20 o 30 metros a dispararnos con escopetas, pero preferíamos soportar el disparo que defendernos, total, si salgo vivo de ahí voy a salir libre y no encadenado por mis colegas de DDHH, eso pensaba, en un momento dado sólo pensé en arrancar, pero habían personas queridas en ese lugar, colegas que son amigos y por lealtad a ellos no me fui de ahí, mi lealtad a los princios de la PDI siguen incólumes, pero al mando no, a mis jefes no, mientras escuchaba tanto disparos sin ver quien lo ocasionaba, mi mente pensaba en que hacía en ese lugar, porque nos mandaron así, porque me quitaron mi arma, ellos estaban escondidos en los cerros y nunca les podría dar un disparo, finalmente nunca dispare, tenía mi arma pero me la quitaron antes de marchar a ese lugar, me quebraron el espíritu antes de ir a ese lugar, sentí ganas de llorar pero no de miedo, sino de rabia, no podía salir de ese lugar sin gritarle a mi jefe “porque mientra me mando a ese lugar sin avisarme a que”, maldito regional que me quito mi fusil, porque Espinoza no me protegió de esos maricones…. Vi llegar un helicóptero, sabía que era algo malo, alguien había caído, a esa altura ya pensé que teníamos varios muertos, cualquier muerte de un colega duela, pero tuvimos suerte, podrían habernos aniquilado, de 800 un fallecido y 2 graves es poco para los cientos y cientos de disparos que nos dieron, ví a un compañero con su chaleco rajado, un proyectil le había rozado. Algunos colegas abandonaron sue vehículos y huyeron a pie, otros se llevaron sus carros pues habían oficiales preocupados de no dejar autos botados, una de nuestras tanquetas quedo en pana, cuantos cientos de millones de pesos en esos grandes mounstruos negros, en pana en Temucuicui, recordé a los carabineros que atacaron en Contulmo o Cañete que dejaros sus autos botados y huyeron, pensé hacer lo mismo pero insistó, no saldría de ahí sin mi tripulación ni abandonaría a quienes estaban soportando en ese lugar, y uso la palabra soportando porque no peleamos, no peleamos nada, sino preguntenle a la institución cuantos cartuchos usaron, las municiones estan contadas, había munición letal, pero no la pudimos usar por orden de nuestros altos mandos. No podíamos salir de ahí, estábamos rodeados, nos pedían ayuda de todos lados, llegó a mi lado una mujer con ataque de pánico, la iba a sacar de ese infierno me propuse, no la había visto nunca pero pensé en las víctimas que he ayudado, todos éramos víctimas en ese instante, y de pronto ví a carabineros, se supone que no debían estar en ese lugar, no nos iban a acompañar, nos cubrieron, ellos si dispararon, ellos si nos cubrieros, con el poco apoyo político y judicial, pese a toda la persecusión que ha realizado la Fiscalía en contra de ellos, estaban ahí, disparando cual pastos aleman ahuyentando a un lobo, y pudimos comenzar a salir de ese lugar, hasta la carretera habían mapuches insultándonos, comenzamos a informarnos que parece que murió un detective, que habían muchos heridos, que todo había sido un desastre, estaban ya las imágenes en que se veía nuestra carabana en redes sociales de movimientos mapuches, ya estaba destrozado internamente, llamé a casa y lloré, les dije que ya no quiero estar en esta institución en manos de estos asesinos de mierda, pero no me refería a quienes nos emboscaron sino a quienes nos mandaron a ese lugar, ya sabíamos que ellos nos recibirían de esta forma, pero con esa planificación…….. no se si pidieron apoyo previo a carabineros o el ejercito, quizas el orgullo imbécil de mi institución de creerse la mejor de todas pese a ser la menos antigua, habría hecho que no pidieran apoyo ni ayuda antes de este procedimiento, porque quizas hasta mientan diciendo que estaba todo coordinado de antes, pero en ese lugar sólo habian detectives.

Nos enviaron a algo para lo cual no estábamos preparados, van a decir que la planificación era perfecta, sin errores, pero ya saben lo que pasó, de primera fuente, aunque deba ser de manera anónima pues en la PDI, si se sabe quien soy, termino con mi cabeza en Visviri como nos dicen los jefes en nuestras listas de personal.

FINALIZA EL SERVICIO, CON UN FALLECIDO PERO SIN NOVEDAD.

Termina el allanamiento, habían colegas desaparecidos, los encontraron carabineros caminando o conduciendo perdidos en ese infierno, supe el resultado del juicio por internet, no se esperaba otra cosa en todo caso, carabineros eran culpables y carabineros nos habían salvado. No nos salvaron nuestros jefes, ni nuestro director que estaba en Santiago mientras en Temuco se desarrollaba el operativo más grande de la PDI en su historia. Yo piendo que estaba escondido, así no tendría que asumir responsabilidad por el desastre si ocurría, pero era la mejor guinda de la torta de su carreta y de toda la buena persepción pública que tiene.

Adivinen donde debíamos dormir, no en nuestras casas, nos mandaron de regreso al estadio, algunos pudieron irse de aquel lugar, otros nos quedamos ahí hasta tarde. Sólo quería ir a mi ciudad de regreso, debía llegar a llorar a mi casa, sabía que lloraría cuando viera a mis hijos, arrastraba la sensación de impotencia, rabia, melancolía, pena entro otros sentimientos, las ganas de gritarle a mi jefe, quería saber que el director iba a pedir el cargo al jefe, a esos comisarios maricones que transmitieron la orden maldita y quizas hasta el pusiera su cargo a disposición, aunque no fuera de manera irrevocable pero si como un gesto por la mala planificación, pero ví la conferencia de prensa en que el Fiscal Regional dice que “sólo fue una coincidencia que el día de la lectura de sentencia, se hiciera el allanamiento”, eso es mentira, el sr. Espinoza dijo que perseguiría a los que mataron al colega”, eso es mentira, “también dijo que la planificación no tenía errores”, otra mentira, y hoy por radio bio bio dice que teníamos armas con munición letal para defendernos”, la peor y más vil mentira, teníamos armas pero no podíamos usarlas y espero que persigan a los responsables de la mariconada que nos hicieron, de cómo nos sometieron y nos arrancaron los dientes de uña que nos convertía en perros guardianes para ir en caravana como corderos al matadero.

Siempre ví al sr Espinoza como un buen director, pero siendo objetivo, sólo nos redujo la jornada laboral a lo que era legal porque antes trabajábamos 12 horas diarias, ahora son sólo 8 pero cuando son 12, 24 o 48 horas nos deben compensar las horas pero nunca lo hacen. Nos da días libres por no estar en navidad, año nuevo o fiestas patrias con nuestras familia, nos descuentan días de vacaciones por no terminar las investigaciones, hay funcionarios que hacen más de 50 investigaciones mensuales, mas todos los servicios de turno, guardia, preventivos, cuidar la casa de políticos, etc. Nos hacen justificar porque pedimos días administrativos y no los autorizan, nos dan órdenes ilegales de las cuales no puedo ahora y si nos oponemos, a Visviri.

Espero que me crean, porque por temor debo mantenerme anónimo, pero por redes sociales y las noticias es imposible tener la información que entregó en este documento.

Este escrito es anónimo, autorizó su difusión y publicación, la entrega de este se realiza a un abogado, bajo secreto profesional, quien tiene orden de entregárselo a un periodista del cuál no tengo ningún antecedente, con la condición que se realice bajo secreto periodístico, sin posibilidad de corroborar la fuente en resguardo de mi integridad física y laboral."
Nada mas que agregar, lo dijo todo.
 
Les traigo Tolueno añejado en barricas de la PDI:

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"Tenemos serias sospechas de que el Presidente de la República quiso darle a este operativo un carácter de aprovechamiento político.

Se adjunta más abajo carta denuncia de unos de los héroes de la carnicería de temucuicui en contra de los 850 detectives, esta es la verdad que debiera ser conocida por los medios de comunicación, esperamos que existan periodistas honestos que cubran esta negligencia criminal.

No regreso más.

Han sido tres días decepcionantes, un detective asesinado, dos graves, muchos heridos, cascos

destruidos, chalecos antibalas perforados y un director general que nos ha mentido.

La sangre de nuestro compañero no nos dará la fuerza necesaria para levantarnos, pues su muerte técnicamente fue por el impacto de un proyectil, pero estuvo acompañado de negligencias graves, que deben ser investigadas por un órgano externo a la Policía de Investigaciones, pues sus conclusiones podrían llevar a algunos de sus miembros a la separación de filas, sanciones penales, civiles, administrativas y un director junto a su alto mando, que por amor a la PDI debería renunciar o ser al menos acusado constitucionalmente, no necesariamente buscando su expulsión pero si saber la verdad, si él dio la ORDEN MALDITA, de entregar nuestros subfusiles que nos dan una cobertura de 300 metros, para usar escopetas de goma y pistolas que sólo nos protegen por 30 metros si estamos muy entrenados, cuestión con la cual no contamos, porque yo sí puedo decir que me escondieron mi Subfusil Famae con el cual sin entrenamiento disparo a 100 metros de manera aceptable.

1| La preparación.

El día 05.ENE.021 me dicen que debo ir a Angol en cometido funcionario por 2 días, que ganaría 70.000 pesos por ese cometido y que lleve un arma larga por carro, ojalá una escopeta, debí llevar una Famae porque no habían mas escopetas disponibles, me entregaron sólo un cargador de 30 tiros. El día 06.ENE.021, salí a las 17:00 horas hacia Angol, nos dijeron que llegaríamos y hallaríamos altiro, pero de pronto llegó una orden que debíamos reunirnos en un el estadio de Angol. Había cientos de vehículos, ví a ex compañeros que trabajaban en el norte y sur de Chile, colegas a los cuáles conocíamos por ser extremadamente buenos para usar armas, otros que son excelentes investigadores, detectives que han pasado toda su carrera en oficinas. No teníamos claro que sucedía, hasta que comienza un rumor que iríamos a Temucuicui y comenzaron a cambiar nuestros rostros, yo pensaba en porque no traje los otros tres cargadores de mi unidad, porque no saqué una caja más de municiones, porque no traje otro casco, otro chaleco para cubrirme la cara mientras entre a esa tierra de paramilitares.

Sabía que ellos tienen armas de guerra, que un disparo de ellos no sería detenido por mi chaleco al no estar preparado para detener munición de guerra, pensaba en llamar a un amigo de Angol y pedirle otro chaleco táctico más pues quizás dos podían detener esos impactos. Luego pensé en mi familia, por la mierda!!!!, no había llamado a mis padres en una semana…. Comenzaron a decir que no podíamos llamar, que no habláramos por celular, que no los usáramos.

El allanamiento no sería ese día 6, el día fatídico será el 7 de Enero, debíamos llegar muy temprano a Ercilla para que la noche nos escondiera, que apenas un rayo de sol se viera y la hora legal para allanar se cumpliera, tomaríamos por sorpresa a los narcotraficantes que entraríamos a buscar porque estarían pendientes de la lectura de sentencia del caso Catrillanca, ¡¡ EL CASO CATRILLANCA!!, como no nos dimos cuenta que darían mañana la sentencia, ahí pensé…. ¿A que nos mandaron?, como van a prender este infierno?, como darles más motivos para odiarnos, como no respetarles siquiera ese día aunque yo piense lo peor del mártir Catrillanca, de su familia y comunidad, pero a veces al enemigo lo debes respetar, es como si nos metieramos en su funeral. Ahí comencé a sentir miedo y no tengo vergüenza en decirlo, tengo familia, la pena mataría a mis padres por su avanzada edad, mi hijo está a punto de ser adolescente y será rebelde ¿Quién lo va a controlar? pensaba yo, hasta en mi perro pensé si lo llevarían a un funeral si me mataban.

Horas más tarde comenzamos a preguntar si podíamos salir a buscar algún lugar para dormir una cabaña, recuerdo haberme quedado una vez en un hotel llamado colina verde en Angol, llamé a un colega para que viniera en un auto particular y me prestara unas municiones, así como un tercer cargador para mi pistola que era de su mismo modelo. La respuesta fue un rotundo no….. no podíamos salir de ese estadio, estábamos encerrados y las órdenes de nuestros superiores se respetan más que la decisión de un juez, porque no nos castigan con cárcel, sino con traslados sorpresivos, sobrecarga laboral, o comienzan a sancionarlos por no responder los decretos de la fiscalía a tiempo hasta que tras 2 años de calificarnos en lista 3, nos ingresar a la lista anual de retiro. Obedecí, no salí ni a comprar una bebida, aunque sí hablé con mi familia.

La orden fue que dormiriamos en ese estadio, no lo sabíamos, sólo algunos llevaron carpas, a quienes no nos confiaron esa información previamente andábamos con menos equipo, menos munición, sin carpa, colchones o frazadas y nos pasaron unos colchones con olor a orina que estaban en un internado cercano, ahí pensé ¿Por qué no nos dejan entrar a ese internado?, así nadie nos vería y podríamos dormir mejor. Unas personas nos tiraron frazadas por un cerco, ya sabían que estábamos ahí, ¿Lo saben en Temucuicui?, por supuesto que sí.

Comenzaron las reuniones, interminables reuniones, las reuniones más mierda que he visto en mi vida y eso que me mamé todas las ceremonias de la escuela de investigaciones, rindiendo homenajes a personas que no conocíamos, a políticos que recibieron en su momento platas truchas, discursos de jefes que abandonan sus unidades o se van a retiro y nunca hicieron nada bueno por sus subalternos, fueron las peores reuniones no por ser interminables, sino que carecían de preparación, se contradecían entre ellos, nos hablaban de lugares que no conocíamos, nos mostraban fotos, líneas de colores. Cada vez que alguien hablaba miramos más a los lados que al expositor para ver si algún compañero nos explicaba que significa esto o aquello. Luego salieron los de la brigada investigadora de derechos humanos, “No se les ocurra disparar”, “Si disparan nosotros mismos los vamos a procesar”, si disparan deben darnos cuenta escrita para denunciarlos por disparo imprudente”, “Si matan a un indio nosotros mismos los esposamos y mostraremos sus caras en la tele”.

Con ese mensaje nos desarmaron de inmediato, no sacaba nada con llevar una SAF y mi arma de puño, sumando ambas armas 60 cartuchos, pues si me defendía mi familia me tendría que ir a visitar a la cárcel. Más tarde pasaría lo peor, nos quitarían nuestra arma de apoyo, nuestras SAF, nuestras Tabor, sólo unos escogidos miembros del grupo de reacción táctica (ERTA) serían quienes nos defendieron en ese lugar, nosotros debíamos calmar a la muchedumbre, a los niños, detener a los blancos e incautar todo lo que sea prohibido, armas, drogas, grandes montos de dinero. Luego me dicen que debía entregar mi SAF que dispara munición de 9mm con una efectividad de 300 a 350 metros, debía quedarme con una escopeta con 14 cartuchos, 7 en el cargador y siete en mi bolsillo, pero que la usará con precaución porque me podía ir preso y que dicha arma me daría una cobertura de 40 a 50 metros, causándole un moretón o arrancar un ojo a quien me estuviera apuntando con armas mucho más peligrosas que las mías.

Por dios, me están mandando a un matadero pensé, se supone que somos los mas bravos de éste país, si un delincuente trata de dañarnos muchas veces paga ese atrevimiento con su vida pues muchos detectives siempre andamos con nuestras armas preparadas y al alcance, no tenemos miedo de usarlas, tenemos un director que nos dice que las usemos si debemos defendernos, que tenemos armas letales y no tenemos miedo de usarlas. Esto es verdad, no me da miedo usar mi arma, pero si me dio miedo tras las amenazas que hicieron esos bastardos de los DDHH, se supone que por orden del jefe regional, pero esos funcionarios no dependen de él, sospecho que la orden viene del Alto Mando, ¿Sabre el señor ESPINOZA de esto?, habrá dado él la orden, el jefe operativo, ¿Quién fue?. Por esto es que debe investigarse por otro órgano lo que ocurrió, pues el nuestro director ya dijo que el procedimiento estaba perfectamente planificado en las noticias, lo repitió hoy 08.ENE.021 en la Radio Bio Bio, dijo que teníamos munición letal, pero omitió que sólo es efectiva a pocos metros, no negó que nos quitaran las armas largas, pero sí dijo que habían unos 80 funcionarios con subfusiles y eso es verdad, yo estaba cerca de uno de esos grupos, esperaba lo mejor de ellos y creo que mataran al mejor, al que corrió con un escudo balístico a dar cobertura a un colega herido, pero sólo escuché disparos a los lejos y estoy seguro que no fueron nuestros, no nos cuidaron, los asustaron tanto como a nosotros aunque les duela en el alma reconocerlo.

Comunicaciones….. no tendríamos, pero en esa noche acampando no lo sabíamos, teníamos unos celulares samsung, con un programa que nos permite hacer llamados como su fueran radios, no se como la PDI gastó millones en esos celulares, sin señal de internet no funcionan y quedas sin comunicación, no teníamos woki toki, no nos informaron un plan re retiraba si nos atacaban, pero si íbamos dispuestos a respetar los DDHH de quienes nos dispararon, no les tocaremos un pelo siquiera, ni la más mínima posibilidad de llevarlos ante la justicia, sólo debíamos dar con los blancos y detenerlos.

No puedo dar mi identidad, pero diré que yo conocía Temucuicui, por trabajo entre a ese lugar hace años, cuando aún era tranquilo, sólo una comunidad indígena más, dedicados al robo de madera y abigeatos pero no a las drogas ni al robo de autos, conocí esos cerros, conocí esos bosques, caminos, arboledas, pastizales, ese único camino con divisiones a otros sectores mas pequeños a parcelar alejadas con familias numerosas. En esos años podía entrar a hablar con esas personas, a pedir indicaciones, pero es la ley de ellos, creen que lo que hacen está bien, quieren vivir así y a mi…. En el fondo ni me molesta, pero si cuando atacan afuera de sus lugares, queman empresas pequeñas y grandes, roban autos a mujeres, las apuntan con armas y hacen pasar a los ladrones como víctimas si los capturan, o los jueces dicen que fue arbitrario el control que hace carabineros y anulan las pruebas obtenidas. (Jueces de mierda, ustedes también son responsables de éste desorden) Nos moverían como una columna, desde Angol a temucuicui, a través de esos cerros, que error, no soy general pero cualquier militar sabe que en un lugar así no hay que moverse en columna sin hacer un reconocimiento por lo menos, ese reconocimiento lo ha hecho carabineros por años, los que viven ahí tienen algo que proteger, tienen armas para hacerlo y llevan tiempo peleando, muchos han sido entrenados como paramilitares, están mas preparados que nosotros, cuentan con la impunidad dentro de su comunidad, si son atrapados cuentan con la ineptitud de la fiscalía, la mala preparación de las policías y la impunidad que les ha concedido el mundo político, judicial e internacional. Seríamos como patos en una feria y nos dispararían, sabíamos que nos dispararía, pero supuestamente estaríamos en Angol y les quitaremos sus armas.

Me fui a tratar de dormir

EL VIAJE DE IDA.

Me levanté muy temprano, pensando que saldríamos a las 4am, pero llegamos allá a las 11am.

Estaba muy claro, a algunos les llegaron mensajes que nos estaban esperando, ya sabíamos que nos estaban esperando y no nos detuvimos, no podíamos detenernos sin detener esa columna, pensé que podríamos defendernos, que el ruido de nuestras pistolas los ahuyentará, total como dicen nuestros altos mandos, ellos son cobardes, se esconden tras niños y niñas.

Les doy mi palabra, esos no fueron cobardes, estaban confiados, conocen el terreno, nos tenían las trampas listas, habían escavasiones en los caminos, cercos cerrados y muchos disparos, disparos disparos y mas disparos desde que ingresamos, nos desesperamos, muchos chocaron sus vehículos tratando de huir, otros mantuvimos las posiciones pero nadie disparó, sólo algunas escoperas nuestras sonaban y se sentían ráfagas automáticas, muchos pensamos que el equipo ERTA nos estaba cubriendo pero no eran de ellos, los impactos comenzaron a pegar en nuestros carros, a mi me llegó un tipo a unos 4 o 5 metros, me tendí en el piso, ví mujeres llorando, hombres que miraban a todos lados tratando de entender de donde nos atacaban, esperabamos que algún grupo se moviera a alguna posición que nos permitiera proteger la columna pero nada pasó, estábamos inmóviles, comenzaron los gritos de heridos, los gritos desesperados, no sabíamos donde ocultarnos, algunos carros huyeron, habían árboles cortados en el camino, no habían cadenas ni motosierras, algunos equipos alcanzaron sus blancos, había marihuana y armas, decían que estaba lleno pero que no podían recoger más, que debíamos arrancar, nos dispararon dentro de sus propias casas, aveces se acercaban a 20 o 30 metros a dispararnos con escopetas, pero preferíamos soportar el disparo que defendernos, total, si salgo vivo de ahí voy a salir libre y no encadenado por mis colegas de DDHH, eso pensaba, en un momento dado sólo pensé en arrancar, pero habían personas queridas en ese lugar, colegas que son amigos y por lealtad a ellos no me fui de ahí, mi lealtad a los princios de la PDI siguen incólumes, pero al mando no, a mis jefes no, mientras escuchaba tanto disparos sin ver quien lo ocasionaba, mi mente pensaba en que hacía en ese lugar, porque nos mandaron así, porque me quitaron mi arma, ellos estaban escondidos en los cerros y nunca les podría dar un disparo, finalmente nunca dispare, tenía mi arma pero me la quitaron antes de marchar a ese lugar, me quebraron el espíritu antes de ir a ese lugar, sentí ganas de llorar pero no de miedo, sino de rabia, no podía salir de ese lugar sin gritarle a mi jefe “porque mientra me mando a ese lugar sin avisarme a que”, maldito regional que me quito mi fusil, porque Espinoza no me protegió de esos maricones…. Vi llegar un helicóptero, sabía que era algo malo, alguien había caído, a esa altura ya pensé que teníamos varios muertos, cualquier muerte de un colega duela, pero tuvimos suerte, podrían habernos aniquilado, de 800 un fallecido y 2 graves es poco para los cientos y cientos de disparos que nos dieron, ví a un compañero con su chaleco rajado, un proyectil le había rozado. Algunos colegas abandonaron sue vehículos y huyeron a pie, otros se llevaron sus carros pues habían oficiales preocupados de no dejar autos botados, una de nuestras tanquetas quedo en pana, cuantos cientos de millones de pesos en esos grandes mounstruos negros, en pana en Temucuicui, recordé a los carabineros que atacaron en Contulmo o Cañete que dejaros sus autos botados y huyeron, pensé hacer lo mismo pero insistó, no saldría de ahí sin mi tripulación ni abandonaría a quienes estaban soportando en ese lugar, y uso la palabra soportando porque no peleamos, no peleamos nada, sino preguntenle a la institución cuantos cartuchos usaron, las municiones estan contadas, había munición letal, pero no la pudimos usar por orden de nuestros altos mandos. No podíamos salir de ahí, estábamos rodeados, nos pedían ayuda de todos lados, llegó a mi lado una mujer con ataque de pánico, la iba a sacar de ese infierno me propuse, no la había visto nunca pero pensé en las víctimas que he ayudado, todos éramos víctimas en ese instante, y de pronto ví a carabineros, se supone que no debían estar en ese lugar, no nos iban a acompañar, nos cubrieron, ellos si dispararon, ellos si nos cubrieros, con el poco apoyo político y judicial, pese a toda la persecusión que ha realizado la Fiscalía en contra de ellos, estaban ahí, disparando cual pastos aleman ahuyentando a un lobo, y pudimos comenzar a salir de ese lugar, hasta la carretera habían mapuches insultándonos, comenzamos a informarnos que parece que murió un detective, que habían muchos heridos, que todo había sido un desastre, estaban ya las imágenes en que se veía nuestra carabana en redes sociales de movimientos mapuches, ya estaba destrozado internamente, llamé a casa y lloré, les dije que ya no quiero estar en esta institución en manos de estos asesinos de mierda, pero no me refería a quienes nos emboscaron sino a quienes nos mandaron a ese lugar, ya sabíamos que ellos nos recibirían de esta forma, pero con esa planificación…….. no se si pidieron apoyo previo a carabineros o el ejercito, quizas el orgullo imbécil de mi institución de creerse la mejor de todas pese a ser la menos antigua, habría hecho que no pidieran apoyo ni ayuda antes de este procedimiento, porque quizas hasta mientan diciendo que estaba todo coordinado de antes, pero en ese lugar sólo habian detectives.

Nos enviaron a algo para lo cual no estábamos preparados, van a decir que la planificación era perfecta, sin errores, pero ya saben lo que pasó, de primera fuente, aunque deba ser de manera anónima pues en la PDI, si se sabe quien soy, termino con mi cabeza en Visviri como nos dicen los jefes en nuestras listas de personal.

FINALIZA EL SERVICIO, CON UN FALLECIDO PERO SIN NOVEDAD.

Termina el allanamiento, habían colegas desaparecidos, los encontraron carabineros caminando o conduciendo perdidos en ese infierno, supe el resultado del juicio por internet, no se esperaba otra cosa en todo caso, carabineros eran culpables y carabineros nos habían salvado. No nos salvaron nuestros jefes, ni nuestro director que estaba en Santiago mientras en Temuco se desarrollaba el operativo más grande de la PDI en su historia. Yo piendo que estaba escondido, así no tendría que asumir responsabilidad por el desastre si ocurría, pero era la mejor guinda de la torta de su carreta y de toda la buena persepción pública que tiene.

Adivinen donde debíamos dormir, no en nuestras casas, nos mandaron de regreso al estadio, algunos pudieron irse de aquel lugar, otros nos quedamos ahí hasta tarde. Sólo quería ir a mi ciudad de regreso, debía llegar a llorar a mi casa, sabía que lloraría cuando viera a mis hijos, arrastraba la sensación de impotencia, rabia, melancolía, pena entro otros sentimientos, las ganas de gritarle a mi jefe, quería saber que el director iba a pedir el cargo al jefe, a esos comisarios maricones que transmitieron la orden maldita y quizas hasta el pusiera su cargo a disposición, aunque no fuera de manera irrevocable pero si como un gesto por la mala planificación, pero ví la conferencia de prensa en que el Fiscal Regional dice que “sólo fue una coincidencia que el día de la lectura de sentencia, se hiciera el allanamiento”, eso es mentira, el sr. Espinoza dijo que perseguiría a los que mataron al colega”, eso es mentira, “también dijo que la planificación no tenía errores”, otra mentira, y hoy por radio bio bio dice que teníamos armas con munición letal para defendernos”, la peor y más vil mentira, teníamos armas pero no podíamos usarlas y espero que persigan a los responsables de la mariconada que nos hicieron, de cómo nos sometieron y nos arrancaron los dientes de uña que nos convertía en perros guardianes para ir en caravana como corderos al matadero.

Siempre ví al sr Espinoza como un buen director, pero siendo objetivo, sólo nos redujo la jornada laboral a lo que era legal porque antes trabajábamos 12 horas diarias, ahora son sólo 8 pero cuando son 12, 24 o 48 horas nos deben compensar las horas pero nunca lo hacen. Nos da días libres por no estar en navidad, año nuevo o fiestas patrias con nuestras familia, nos descuentan días de vacaciones por no terminar las investigaciones, hay funcionarios que hacen más de 50 investigaciones mensuales, mas todos los servicios de turno, guardia, preventivos, cuidar la casa de políticos, etc. Nos hacen justificar porque pedimos días administrativos y no los autorizan, nos dan órdenes ilegales de las cuales no puedo ahora y si nos oponemos, a Visviri.

Espero que me crean, porque por temor debo mantenerme anónimo, pero por redes sociales y las noticias es imposible tener la información que entregó en este documento.

Este escrito es anónimo, autorizó su difusión y publicación, la entrega de este se realiza a un abogado, bajo secreto profesional, quien tiene orden de entregárselo a un periodista del cuál no tengo ningún antecedente, con la condición que se realice bajo secreto periodístico, sin posibilidad de corroborar la fuente en resguardo de mi integridad física y laboral."
Esa carta la leí ayer, y bueno nadie me saca de la cabeza que tiene por objetivo desmoralizar a la institución, y esto tiene directa relación con la etapa 4 del manual del golpe blando de Gene Sharp

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A pesar de que dice muchas cosas sensatas, no seamos weones en creer el 100% de lo que dice, hay que ver las segundas intenciones de aquella carta.
 
Entiendan weones los ratis HUYERON en los Mowag de Carabineros. No allanaron ni la mitad de las weas a las que iban.

Por eso salvo una uzi, no sacaron nada de gran valor.

Las matas son casi una anedocta si todos sabemos que esos terroristas trafican toneladas de pasta base (seguramente es la misma que llega a Santiago).
A lo mejor hay hasta un laboratorio subterraneo y eso era muerte segura
 
La carta tiene esa forzada carga emocional tipica de los escritos soyeros, nunca fue escrita por un wn de la pdi se nota altiro. Al weon que escribio esa wea le falto puro poner que en medio del enfrentamiento lo entendio todo :lol2:
 
La carta tiene esa forzada carga emocional tipica de los escritos soyeros, nunca fue escrita por un wn de la pdi se nota altiro. Al weon que escribio esa wea le falto puro poner que en medio del enfrentamiento lo entendio todo :lol2:


Cierto, de hecho cuando leí unos párrafos se me vino a la mente una weona enfermera que en tv decía que Miles de muertos por Coronavirus con chapitas de izquierda en sus ropas y faltaba a la verdad sin arrugarse la tonta
 
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