Es más bien al revés, el capitalismo se moldeó a la luz de la ética protestante, por eso los países occidentales desarrollados serían los protestantes más que los católicos.
Y uno de los problemas actuales tiene que ver con la pérdida de esa ética protestante, que veía en el trabajo la forma de alcanzar la salvación, de servir a dios. Pero no cualquier trabajo, sino el trabajo bien hecho, porque todo trabajo es para dios. Entonces, y como pasa mucho en los países desarrollados, la riqueza es consecuencia del trabajo duro y la genialidad de muchas empresas y emprendimientos viene precisamente de eso, de hacer el trabajo simplemente pensando en hacer algo bien, no para "forrarse", la recompensa es consecuencia de ese trabajo y muchas veces inesperada.
Actualmente la idea de alcanzar la riqueza rápido, de forrarse, debilita el capitalismo, porque necesitamos trabajo bien hecho, trabajo duro, no explotación ni aprovechadores. Necesitamos que el trabajo y el emprendimiento generan bienestar a la sociedad, esa es la base del capitalismo, que la iniciativa individual en teoría generará beneficios para la sociedad. Si no genera beneficios o genera perjuicios, como muchos casos de impacto en el medio ambiente, calidad de vida, enfermedades, pérdidas de forma de vida tradicional, etc, las empresas no están cumplimiendo su rol. Y en ese punto entra el neoliberalismo, que dice que la empresa sólo debe preocuparse de generar utilidades, y con eso vemos desde los 70 el desmantelamiento de toda seguridad social brindada por las empresas (muchas que tenían bienestar, incluso seguías afiliado después de jubilar o construían viviendas u otras prestaciones), la irrupción de la subcontratación, trabajo independientes, precario, boletariado, etc.
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Tintolio con la pera, arreglen los comentarios duplicados mejor.
Askiiii !
huele a pichí
