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Para los que tienen su empresa, ¿ se negarían ofrecer servicios a ciertos clientes ?

La única vez que tuve mi negocio, atendía a todos lo culiaos, obvio que a veces me daban ganas de cagar a palos a algún tonto culiao, pero después veía las lucas y fue. Me costó aprenderlo con el tiempo, pero guita es guita. Ahora no tengo ninguna weá de negocio y estoy como el loco pepe :sisi3:
 
No atendía a clientes cacho, les subía la cotización un 10-25% del precio normal, si volvían bien, sino, daba lo mismo, por clientes cacho me refiero a quiénes facturan a más de 60 días o se notaban insolventes.

Se quejan los qls que hay gente que niega servicios por pensar diferente y quieren hacer la misma wea, para mí fachos, zurdos, feministas, "inserte su retraso mental aquí" qls son la misma wea si se van en esa...

Así como dejar a precio costo un proyecto bien chico y dedicarle mucho más tiempo, era buen enganche y los wns después me dejaban los proyectos grandes.

No extraño para nada mis tiempos de independiente, fue buena experiencia pero ya no me caliento la cabeza, un simple apatronado más hoy :sisi3:.
 
No, pero si te contara huachito por qué dejé de atender machos quedariai de una pieza...


Tengo cada historia :eek-78:
q cuente q cuente


220
 
los apruebonaos están baneados de varios lugares. Y como son weones fluorescentes, se hacen notar que son apruebonaos: banderas, chapitas, poleras, etc., sin contar que parecen alfiletero con grafitis contagiado de sarna (por los bonitos cortes de pelo que se hacen).

En el país de los cínicos, usted le dice "no hago ese servicio", "tengo agenda llena", "ya no llega a chile y los que están en vitrina están reservados", "tres cuadras más allá hacen ese trabajo", JAMÁS le diga "no lo atiendo porque usted es weon".
 
Trabajo en el área de la salud mental y cuando atendía concurrencia mixta, recibí a varios artistas masculinos con trastornos del cluster B o C, que me buscaban como relación de objeto anaclítica en algunos casos y en otros como reemplazo materno. Tuve un par de pacientes histriónicos, algunos parafílicos, psicópatas integrados, pero el caso más extremo era el de un hombre de 37 años aproximadamente, vinculado laboralmente con altas esferas académicas y del campo de la investigación, casado, dos hijitos rubios preciosos, además ostentaba alto valor sociosexual. El motivo de consulta de este ser, era la supuesta angustia que devenía de su compulsión masturbatoria, se corría como 5 pajas diarias (no era tan terrible como otros casos) el detalle es que, según comentaba, le gustaba hacerse la paja mientras chateaba con hombres desde un perfil falso en el que obviamente era mujer. El cabro supuestamente no era homosexual, sino que tenía un síndrome de heterosexualidad internalizada, que es medio pajeroso de explicar ... Su relato nunca exento de detalles, me hizo pensar a poco andar, que faltaba a la verdad y que en realidad se despertaba su goce perverso al relatarme situaciones sexuales muy explicitas, todo esto mezclado con alcances random propios de su vida familiar tan "decente", muy GCU.

El mismo día en el que confirmé en mi fuero interno que este narciso me había elegido como bastón anáclitico (Es algo bien común que nos pase, pero este weon era en extremo asqueroso) me llegó un mensaje desde un número desconocido, con senda biblia, relatándome una serie de fantasías eróticas o derechamente sexuales, bien mórbidas, en las que claramente yo estaba involucrada como antagonista. Obviamente, de manera inmediata yo atribuí este texto al ya mencionado "paciente"

En ese momento la transferencia y contratransferencia estaban irremediablemente rotas... Sin embargo como una se cree Carl G. Jung, esperé a ver como continuaba su comportamiento, ya no con algún afán reparatorio, puesto que claramente no había "demanda terapéutica" y por tanto, tampoco el paciente tenía posibilidades de sanar, sino más bien por una suerte de curiosidad investigativa...

Durante esa semana, el tipo pidió hora como si nada y me senté a observar el teatro de la comedía que traía para deleitarme, esta vez, aun cuando continuaban sus narraciones tipo Marqués de Sade, destilaba en su discurso una especie de victimización, que no llegaba a ser genuina, de alguna forma le angustiaba perder el vínculo instrumental y estaba apelando a mi empatía.

Terminando la sesión y desde un nuevo numero desconocido, me vuelve a llegar un versículo de su sarta de películas calenturientas, que como siempre no tenían el afán de calentarme, sino de causarme temor o inseguridad... así que bastante hastiada le mandé un audio, diciéndole que ya sabía quien era y haciéndole una especie de "devolución terapéutica" sin mucho filtro, donde le planteaba mis hipótesis diagnósticas desde su configuración perversa.

A la semana siguiente me volvió a pedir hora, le dije que no lo iba a seguir atendiendo, por las razones ya expuestas... Sin embargo por 8 meses, continuaban llegando textos mórbidos de diferentes números... Seguro lo hizo hasta que encontró otro vínculo anaclítico.

Como este caso tuve varios otros bien desagradables de abordar porque claramente no había afán terapéutico, pero este lo recuerdo con especial cariño por todo lo que me enseñó respecto de mis propios límites como terapeuta.

Cuando dejé de atender hombres, obviamente se redujo a 0 este tipo de casos y me siento muy cómoda y plena laboralmente, aun trabajando con mujeres con trastornos Cluster B o C ?
 
Trabajo en el área de la salud mental y cuando atendía concurrencia mixta, recibí a varios artistas masculinos con trastornos del cluster B o C, que me buscaban como relación de objeto anaclítica en algunos casos y en otros como reemplazo materno. Tuve un par de pacientes histriónicos, algunos parafílicos, psicópatas integrados, pero el caso más extremo era el de un hombre de 37 años aproximadamente, vinculado laboralmente con altas esferas académicas y del campo de la investigación, casado, dos hijitos rubios preciosos, además ostentaba alto valor sociosexual. El motivo de consulta de este ser, era la supuesta angustia que devenía de su compulsión masturbatoria, se corría como 5 pajas diarias (no era tan terrible como otros casos) el detalle es que, según comentaba, le gustaba hacerse la paja mientras chateaba con hombres desde un perfil falso en el que obviamente era mujer. El cabro supuestamente no era homosexual, sino que tenía un síndrome de heterosexualidad internalizada, que es medio pajeroso de explicar ... Su relato nunca exento de detalles, me hizo pensar a poco andar, que faltaba a la verdad y que en realidad se despertaba su goce perverso al relatarme situaciones sexuales muy explicitas, todo esto mezclado con alcances random propios de su vida familiar tan "decente", muy GCU.

El mismo día en el que confirmé en mi fuero interno que este narciso me había elegido como bastón anáclitico (Es algo bien común que nos pase, pero este weon era en extremo asqueroso) me llegó un mensaje desde un número desconocido, con senda biblia, relatándome una serie de fantasías eróticas o derechamente sexuales, bien mórbidas, en las que claramente yo estaba involucrada como antagonista. Obviamente, de manera inmediata yo atribuí este texto al ya mencionado "paciente"

En ese momento la transferencia y contratransferencia estaban irremediablemente rotas... Sin embargo como una se cree Carl G. Jung, esperé a ver como continuaba su comportamiento, ya no con algún afán reparatorio, puesto que claramente no había "demanda terapéutica" y por tanto, tampoco el paciente tenía posibilidades de sanar, sino más bien por una suerte de curiosidad investigativa...

Durante esa semana, el tipo pidió hora como si nada y me senté a observar el teatro de la comedía que traía para deleitarme, esta vez, aun cuando continuaban sus narraciones tipo Marqués de Sade, destilaba en su discurso una especie de victimización, que no llegaba a ser genuina, de alguna forma le angustiaba perder el vínculo instrumental y estaba apelando a mi empatía.

Terminando la sesión y desde un nuevo numero desconocido, me vuelve a llegar un versículo de su sarta de películas calenturientas, que como siempre no tenían el afán de calentarme, sino de causarme temor o inseguridad... así que bastante hastiada le mandé un audio, diciéndole que ya sabía quien era y haciéndole una especie de "devolución terapéutica" sin mucho filtro, donde le planteaba mis hipótesis diagnósticas desde su configuración perversa.

A la semana siguiente me volvió a pedir hora, le dije que no lo iba a seguir atendiendo, por las razones ya expuestas... Sin embargo por 8 meses, continuaban llegando textos mórbidos de diferentes números... Seguro lo hizo hasta que encontró otro vínculo anaclítico.

Como este caso tuve varios otros bien desagradables de abordar porque claramente no había afán terapéutico, pero este lo recuerdo con especial cariño por todo lo que me enseñó respecto de mis propios límites como terapeuta.

Cuando dejé de atender hombres, obviamente se redujo a 0 este tipo de casos y me siento muy cómoda y plena laboralmente, aun trabajando con mujeres con trastornos Cluster B o C ?


Interesante, una pregunta, llegaste a intimar con algún paciente algúna vez?
 
Nosotros le vendemos a quien elegimos, arrogantes o pasados a caca - no les facilitamos nada en el proceso, nos podemos dar este "lujo".

Clases de humildad - gratis, solo algunos las logran entender, he visto de todo, lamentable el "nivel" de algunas "personas" ...
 
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