"Raúl Cordero, climatólogo de la
Universidad de Santiago
En relación a las precipitaciones, la última vez que
no se registraron lluvias en Santiago durante la primera quincena de junio fue en 2015, es decir, hace seis años. Se suman otros meses de junio completamente secos al historial, como 1968 (catalogado como un año hiperárido), 1979 y 2001.
Todo esto corresponde a la variabilidad subestacional, ya que estamos analizando un período de entre 15 y 20 días. “Durante este período la actividad frontal (sistemas de precipitaciones) ha vuelto a concentrarse en la zona entre La Araucanía y Los Lagos, con importantes montos de precipitación. Cuando esto ocurre,
la zona central queda dominada por una condición más estable y propensa a la formación de la vaguada costera. Cuando se forma ésta, el viento predomina desde el este (bajando la cordillera) y además favorece el descenso de aire sobre la cuenca de Santiago, provocando
un alza en las temperaturas”, añade Campos.
Sin embargo, aún es pronto para alarmarse. La última vez que no tuvimos lluvias en Santiago en la primera quincena de junio (2015),
el año terminó con precipitaciones superiores a los 200 mm
Los patrones de gran escala que están dominando durante este período seco de 10 años, todavía se mantienen, como la presencia de anomalías de agua de mar cálidas al sureste de Australia, presencia de altas presiones subtropicales reforzadas, anomalías de agua de mar relativamente frías en el Pacífico ecuatorial (a pesar de la retirada de La Niña) o la tendencia positiva de la oscilación Antártica. Todo estos factores combinados (y quizás otros), han favorecido un prolongado perpiodo seco en Santiago”.