La gente se fija en la actitud que tienes y en como te manejas. En la realidad uno no anda con los cartones pegados en el pecho. Si te presentas bien, hablas de forma decente, eres educado, de buen trato, pero a la vez tienes actitud dinámica sin palta, creativa, positiva y aterrizada, te van a recibir bien en todos lados.
Si llegas agrandado y prepotente vas a crear anticuerpos en el acto y si por otro lado llegas de forma bubalonezca, encontrando todas las weás malas y buscando motivos para reclamar, vas a aburrir a la gente de una.
Importante también es tener la antena parada de cómo es el ambiente que llegas. Si ves que la cosa está densa, no puedes llegar como el Pato de los Atletas de la Risa todo eléctrico. Hay que saber leer el ambiente.
Be like water, my friend.