Si, si, mucha inclusión y weás, pero en Chile UN NEGRO SEGUIRA SIENDO UN NEGRO, un negro de mierda para más inri.
Los mapuche odiaban a muerte a los pocos esclavos negros que traían algunos españoles, si uno de esos negros era capturado por los mapuche los sometían a lavado con agua hirviendo y les intentaban sacar lo negro de la piel (piñén, decían) refregándolos con una mezcla de quillay y ceniza (pulchén) usando una piedra pómez o coronta de choclo.
Así que la tirria que le tenemos a la negrería es ANCESTRAL (palabra culiá que se puso muy de moda), y ahí tienes otro contrapunto en que el progre reculiao falla miserablemente respecto a su amor por la negrería hedionda, y es que ya los mapuche los odiaban a muerte y los sometían a torturas para "blanquearlos":