Si ninguno de los dos sufre de delirio mesiánico... practican la tolerancia y el respeto mutuo... vale, juegue no más. Ahora si uno o los dos, son de los que no aceptan un pensamiento distinto al suyo... ni lo sueñes. Ah, por siaca, el delirio mesiánico es una patología donde el paciente, está convencido que él es la verdad encarnada, que por tanto nadie debe ni puede discutir. Gente con un fanatismo casi de canuto, (y que me disculpen los evangélicos por la analogía) pero con gente así, ni siquiera vale la pena conversar, mucho menos entablar una relación. Quizá para un touch and go... si, pero para algo que dure.... no... no se puede, ni se debe.---