Algunos se lo buscaron por soya (y por esa wea tan mierda de colgar en sus ventanales el trapo que inventó el Huilcamán y que hoy es tan "mapuche" como tan "católica" es la cara del actor Robert Powell para el mundo cristiano), pero esos negocios y sus dueños no merecen que se les destroce de manera impune y artera sus fuentes de trabajo, eso es ser pendejo revanchista.
Detrás de esos negocio hay cabros y no tan cabros que garzonean, hay cocineros, coperos, gente que va a hacer el aseo, emprendimientos de muebles y decoración que les venden sus servicios, proveedores que les suministran los insumos en alimentos y bebidas y muchos de ellos que sólo quieren llevar pan a su mesa, ni ahí con mierdas políticas. Hay pago de patentes, de impuestos, hay sueldos que cuadrar. Está el miedo y la rabia de muchos clientes que en plena cena ven llegar a un grupo de mandriles imbéciles a gritarles "shaaa loco el pueuloh lushando con anvreh en la calle y voh tomando y comiendo carne, shaaa burgues culiao la media perso...".
NO weón, por muy soyeros y pasados a mierda que sean algunos, no merecen este nivel de destrucción imbécil.