matiasf
Pendejit@
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Durante los años 50 se popularizó la lobotomía, una cirugía en el cerebro donde se intentan cambiar las conexiones de los lóbulos frontales, básicamente, destruyendo una parte de la materia blanca. Muchas personas con problemas de depresión y esquizofrenia fueron operadas con esta técnica, hasta que comenzó a considerarse una práctica cruel. El método es visto con horror en la actualidad, y es que muchos médicos lo utilizaron indiscriminadamente. Si bien conocemos el nombre y sabemos de que trata, hay algunos datos negativos que quizás no conozcas sobre la lobotomía, y aquí los tienes para informarte.
7. Su creador ganó un premio Nobel
Aunque ahora el procedimiento es visto con malos ojos, Egas Moniz ganó un Premio Nobel por su invención. Al principio usó lo que llamó leucotomía frontal para tratar a pacientes con esquizofrenia, y notó que se volvían más tranquilos. El premio le dio legitimidad y cientos de personas se sometieron a la lobotomía, que todavía no había sido probada lo suficiente.
Los familiares de quienes pasaron por esta operación están intentando que el premio sea retirado, pero el comité del Nobel se ha negado rotundamente. Para empezar, ellos todavía consideran que fue avanzado para su época, y que en esas circunstancias era mejor que otros tratamientos.
6. Para muchos era la opción correcta
Los hospitales psiquiátricos de esa época eran mucho más brutales que los actuales. No había drogas avanzadas como para calmar a los pacientes, y básicamente se los encerraba de por vida esperando que no dañaran a nadie. Los médicos encontraron que la lobotomía era la única esperanza de que algún día llevaran una vida normal. El problema es que no sabían muy bien que estaban haciendo, ni los futuros problemas que acarrearía.
5. No había un seguimiento certero
Moniz no era conocido por su buen trato con los pacientes, y la mayoría de los parientes se quejaban de que el seguimiento era de pocos días antes de sugerir la cirugía. Además, luego de realizada veía avances donde no los había. Su deseo de éxito lo hacía ver curas y problemas solucionados que en realidad no existían.
4. Niñez inducida
Walter Freeman fue quien ayudó a Moniz a mejorar la técnica, pero la volvió aún más brutal haciendo que la materia fuera destruida con una herramienta similar a un picahielo, a través de la cuenca del ojo. El llamaba al estado en que quedaba el paciente «niñez inducida por cirugía». Pensaba que era un estado transitorio, que la persona iría madurando nuevamente con el tiempo. Sin embargo, estaba mal, dado que este estado de comportamiento infantil nunca se curaba, y en muchos casos empeoraba.
3. La mayoría de los pacientes sufrían daños irreparables
Cuando la lobotomía se puso de moda, los doctores decían que los pacientes mejoraban simplemente porque eran más dóciles, más callados, pero también menos inteligentes. Muchos familiares de pacientes dicen que nunca volvieron a ser iguales y ninguno pudo llevar una vida normal nuevamente. Hubo casos donde se realizó indiscriminadamente, solamente por dolores de cabeza o actitudes diferentes.
2. Los soldados lobotomizados
Luego de la Segunda Guerra Mundial, muchos soldados sufrieron desórdenes mentales debido a los horrores de la guerra. Al llegar a Estados Unidos no tenían un sistema de salud que los amparara y la solución fue hacerles lobotomías a todos. Cerca de 2 mil personas pasaron por el procedimiento por causas que no lo ameritan, como la depresión e incluso la homosexualidad, a veces incluso en contra de su voluntad.
1. Un triste caso
Una de las personas más jóvenes en pasar por una lobotomía fue Howard Dully, un niño de 12 años. Aunque los médicos habían dicho que era un niño normal, su madrastra insistió en la operación por considerarlo difícil, soñador y molesto. Aunque no recuerda la lobotomía, siempre se sintió vacío y tuvo muchos problemas psicológicos. Estuvo internado en varias instituciones, preso e incluso vivió como indigente. En 2007 escribió un libro llamado Mi lobotomía donde cuenta cómo investigó lo que le sucedió en su niñez, dado que la cirugía lo hizo olvidar muchas cosas.
Durante los años 50 se popularizó la lobotomía, una cirugía en el cerebro donde se intentan cambiar las conexiones de los lóbulos frontales, básicamente, destruyendo una parte de la materia blanca. Muchas personas con problemas de depresión y esquizofrenia fueron operadas con esta técnica, hasta que comenzó a considerarse una práctica cruel. El método es visto con horror en la actualidad, y es que muchos médicos lo utilizaron indiscriminadamente. Si bien conocemos el nombre y sabemos de que trata, hay algunos datos negativos que quizás no conozcas sobre la lobotomía, y aquí los tienes para informarte.
7. Su creador ganó un premio Nobel
Aunque ahora el procedimiento es visto con malos ojos, Egas Moniz ganó un Premio Nobel por su invención. Al principio usó lo que llamó leucotomía frontal para tratar a pacientes con esquizofrenia, y notó que se volvían más tranquilos. El premio le dio legitimidad y cientos de personas se sometieron a la lobotomía, que todavía no había sido probada lo suficiente.
Los familiares de quienes pasaron por esta operación están intentando que el premio sea retirado, pero el comité del Nobel se ha negado rotundamente. Para empezar, ellos todavía consideran que fue avanzado para su época, y que en esas circunstancias era mejor que otros tratamientos.
6. Para muchos era la opción correcta
Los hospitales psiquiátricos de esa época eran mucho más brutales que los actuales. No había drogas avanzadas como para calmar a los pacientes, y básicamente se los encerraba de por vida esperando que no dañaran a nadie. Los médicos encontraron que la lobotomía era la única esperanza de que algún día llevaran una vida normal. El problema es que no sabían muy bien que estaban haciendo, ni los futuros problemas que acarrearía.
5. No había un seguimiento certero
Moniz no era conocido por su buen trato con los pacientes, y la mayoría de los parientes se quejaban de que el seguimiento era de pocos días antes de sugerir la cirugía. Además, luego de realizada veía avances donde no los había. Su deseo de éxito lo hacía ver curas y problemas solucionados que en realidad no existían.
4. Niñez inducida
Walter Freeman fue quien ayudó a Moniz a mejorar la técnica, pero la volvió aún más brutal haciendo que la materia fuera destruida con una herramienta similar a un picahielo, a través de la cuenca del ojo. El llamaba al estado en que quedaba el paciente «niñez inducida por cirugía». Pensaba que era un estado transitorio, que la persona iría madurando nuevamente con el tiempo. Sin embargo, estaba mal, dado que este estado de comportamiento infantil nunca se curaba, y en muchos casos empeoraba.
3. La mayoría de los pacientes sufrían daños irreparables
Cuando la lobotomía se puso de moda, los doctores decían que los pacientes mejoraban simplemente porque eran más dóciles, más callados, pero también menos inteligentes. Muchos familiares de pacientes dicen que nunca volvieron a ser iguales y ninguno pudo llevar una vida normal nuevamente. Hubo casos donde se realizó indiscriminadamente, solamente por dolores de cabeza o actitudes diferentes.
2. Los soldados lobotomizados
Luego de la Segunda Guerra Mundial, muchos soldados sufrieron desórdenes mentales debido a los horrores de la guerra. Al llegar a Estados Unidos no tenían un sistema de salud que los amparara y la solución fue hacerles lobotomías a todos. Cerca de 2 mil personas pasaron por el procedimiento por causas que no lo ameritan, como la depresión e incluso la homosexualidad, a veces incluso en contra de su voluntad.
1. Un triste caso
Una de las personas más jóvenes en pasar por una lobotomía fue Howard Dully, un niño de 12 años. Aunque los médicos habían dicho que era un niño normal, su madrastra insistió en la operación por considerarlo difícil, soñador y molesto. Aunque no recuerda la lobotomía, siempre se sintió vacío y tuvo muchos problemas psicológicos. Estuvo internado en varias instituciones, preso e incluso vivió como indigente. En 2007 escribió un libro llamado Mi lobotomía donde cuenta cómo investigó lo que le sucedió en su niñez, dado que la cirugía lo hizo olvidar muchas cosas.
