Nunca más el gobierno de Ricardo Lagos podrá acusar de populista a Joaquín Lavín, y no porque éste no lo sea, sino en virtud de que el Ejecutivo ha decidido hacer suyas las fórmulas de chorreo oblicuo que ha exhibido por dos décadas el hombre de los botones de pánico y las playas mediterráneas. Hace unos días, desesperado por remontar en las encuestas, el abanderado gremialista aceptó la invitación presidencial a aprobar en el Congreso la derogación del artículo 57 bis de la Ley de Rentas, que contempla un tratamiento tributario especial que favorece a los contribuyentes del impuesto de segunda categoría o el impuesto global complementario que, habiéndose acogido a ese beneficio, posean acciones de pago de sociedades anónimas abiertas, adquiridas con anterioridad al 29 de julio de 1998.
La medida, que comenzará a regir a contar del año tributario 2006, supone que los aproximadamente US$21 millones que se liberarán por este concepto serán destinados a becas en la educación superior para alumnos de alto rendimiento académico de los sectores de menores ingresos. Aunque se trataba de una demanda altamente sentida en el mundo social, puesto que en la práctica era una modalidad que transfería el 93% de los recursos a personas cuyas rentas son mayores a $1,5 millones, la decisión de La Moneda se inscribe en un contexto en que, por una parte, ya ha aprobado la apertura de los créditos para las universidades privadas, institutos profesionales y centros de formación técnica -todos los cuales persiguen fines de lucro-, mientras el sistema de financiamiento vigente para las corporaciones tradicionales hace crisis entre sus estudiantes, quienes se encuentran en paro y toma a nivel nacional. Es decir, por una parte el anuncio obedece al esquema de emplazamientos propio del período electoral y, por otro, aparece como una forma de intentar contener el ascendente estado de movilización estudiantil.
Pero la nueva lógica mediática con que Lagos busca respaldar la escasa capacidad de debate evidenciada por las candidatas concertacionistas Michelle Bachelet y Soledad Alvear, tenía, como era de prever, más de un botón de muestra. Por eso es que, ya con Sebastián Piñera arriba de la carrera presidencial y amenazando con quitar más votos al centro del arcoiris que a la derecha del fascismo gremialista, Palacio tenía que volver de inmediato al ruedo. Así, la noche del martes 17 el Mandatario adelantó por red voluntaria de televisión los obsequios navideños que originalmente había previsto para la cuenta del 21 de mayo. A través de las pantallas, pero sin periodistas que contrapreguntaran, el Presidente ofreció rebajar las tasas de interés del 8,5% al 5% a los deudores del Serviu -algo más de $200 mil-, más un subsidio variable, y condonar el débito de las 12.900 familias indigentes que integran el plan Chile Solidario, a condición de que paguen una UF o dos si están en mora, situación ésta última que enfrentan 12 mil de esas familias.
“No me vengan a decir a mí: usted es un populista; lo que nosotros estábamos pidiendo, hoy el Presidente Lagos lo anunció”, fue la inmediata reacción de Lavín al discurso del Jefe de Estado, quien, efectivamente, intentaba sofocar la propuesta del ex alcalde de Las Condes y Santiago para condonar a los deudores habitacionales por la vía de acotar el ítem de gastos reservados del gobierno. “Estamos creciendo, estamos haciendo de Chile un país más justo, más humano, a partir de su crecimiento. Para esto hemos trabajado duro, con un conjunto de medidas que tomamos todos los días; para llegar, con ese crecimiento, a todas las familias, especialmente a aquellos que más lo necesitan, dando más oportunidades a los que menos tienen”, fue la patética consigna televisiva del Mandatario que comienza a despedirse y que pretende aplacar las protestas que tendrán lugar en el país mientras resuma su gestión ante el Congreso Pleno.
Las otras cifras
El discurso de Lagos, sin embargo, nada dijo sobre la arremetida macroeconómica que, con o sin anuncios, se cierne sobre las personas de menores ingresos del país. Primero, la nueva alza en las tasas de interés resuelta hace una semana por el Banco Central, lo que no es precisamente un guiño a la clase media o a las Pymes, como prometía el ambiguo libreto programático de Bachelet y Alvear. Segundo, se materializó ya una serie de encarecimientos en cuentas que impactan directamente en el presupuesto de las familias de menores recursos, ámbito en el que se inscriben, por ejemplo, dos alzas consecutivas en la tarifa de la locomoción colectiva, en la bencina, el 12% en que sube la cuenta de la electricidad, el 3% vigente desde marzo para la boleta de pago del agua potable, etc.
Para redondear el panorama, el miércoles 18 de mayo el instituto emisor introdujo un gigantesco paréntesis de contexto a las palabras pronunciadas la víspera por el Mandatario. Aunque no corrigió la estimación de crecimiento macroeconómico sobre cuya base descansa la retórica laguista de estos días, el Banco Central modificó radicalmente la proyección del IPC. De esta manera, después de haber previsto una inflación del 2%, ahora la entidad la cifró en 3%. Y no se trata de una amenaza fantasma. Tras explicar este giro en los cálculos a partir de la “estacionalidad, cambios tarifarios y los vaivenes del precio interno de los combustibles, que se han dejado sentir con fuerza en los últimos 3 meses”, el presidente del BC, Vittorio Corbo, anticipó que esta tendencia “continuará haciéndolo en lo que resta del año’’.
La irrupción del discurso “centrista” de Piñera en la agenda electoral, como vemos, obligó al gobierno y a la Concertación a acordarse de que los pobres también están inscritos en los registros. Sin embargo, el recuerdo fue tardío y las medidas una burla inaceptable.
wweno......opinen...porke el foro de politica y debates esta bastante muerto.....
La medida, que comenzará a regir a contar del año tributario 2006, supone que los aproximadamente US$21 millones que se liberarán por este concepto serán destinados a becas en la educación superior para alumnos de alto rendimiento académico de los sectores de menores ingresos. Aunque se trataba de una demanda altamente sentida en el mundo social, puesto que en la práctica era una modalidad que transfería el 93% de los recursos a personas cuyas rentas son mayores a $1,5 millones, la decisión de La Moneda se inscribe en un contexto en que, por una parte, ya ha aprobado la apertura de los créditos para las universidades privadas, institutos profesionales y centros de formación técnica -todos los cuales persiguen fines de lucro-, mientras el sistema de financiamiento vigente para las corporaciones tradicionales hace crisis entre sus estudiantes, quienes se encuentran en paro y toma a nivel nacional. Es decir, por una parte el anuncio obedece al esquema de emplazamientos propio del período electoral y, por otro, aparece como una forma de intentar contener el ascendente estado de movilización estudiantil.
Pero la nueva lógica mediática con que Lagos busca respaldar la escasa capacidad de debate evidenciada por las candidatas concertacionistas Michelle Bachelet y Soledad Alvear, tenía, como era de prever, más de un botón de muestra. Por eso es que, ya con Sebastián Piñera arriba de la carrera presidencial y amenazando con quitar más votos al centro del arcoiris que a la derecha del fascismo gremialista, Palacio tenía que volver de inmediato al ruedo. Así, la noche del martes 17 el Mandatario adelantó por red voluntaria de televisión los obsequios navideños que originalmente había previsto para la cuenta del 21 de mayo. A través de las pantallas, pero sin periodistas que contrapreguntaran, el Presidente ofreció rebajar las tasas de interés del 8,5% al 5% a los deudores del Serviu -algo más de $200 mil-, más un subsidio variable, y condonar el débito de las 12.900 familias indigentes que integran el plan Chile Solidario, a condición de que paguen una UF o dos si están en mora, situación ésta última que enfrentan 12 mil de esas familias.
“No me vengan a decir a mí: usted es un populista; lo que nosotros estábamos pidiendo, hoy el Presidente Lagos lo anunció”, fue la inmediata reacción de Lavín al discurso del Jefe de Estado, quien, efectivamente, intentaba sofocar la propuesta del ex alcalde de Las Condes y Santiago para condonar a los deudores habitacionales por la vía de acotar el ítem de gastos reservados del gobierno. “Estamos creciendo, estamos haciendo de Chile un país más justo, más humano, a partir de su crecimiento. Para esto hemos trabajado duro, con un conjunto de medidas que tomamos todos los días; para llegar, con ese crecimiento, a todas las familias, especialmente a aquellos que más lo necesitan, dando más oportunidades a los que menos tienen”, fue la patética consigna televisiva del Mandatario que comienza a despedirse y que pretende aplacar las protestas que tendrán lugar en el país mientras resuma su gestión ante el Congreso Pleno.
Las otras cifras
El discurso de Lagos, sin embargo, nada dijo sobre la arremetida macroeconómica que, con o sin anuncios, se cierne sobre las personas de menores ingresos del país. Primero, la nueva alza en las tasas de interés resuelta hace una semana por el Banco Central, lo que no es precisamente un guiño a la clase media o a las Pymes, como prometía el ambiguo libreto programático de Bachelet y Alvear. Segundo, se materializó ya una serie de encarecimientos en cuentas que impactan directamente en el presupuesto de las familias de menores recursos, ámbito en el que se inscriben, por ejemplo, dos alzas consecutivas en la tarifa de la locomoción colectiva, en la bencina, el 12% en que sube la cuenta de la electricidad, el 3% vigente desde marzo para la boleta de pago del agua potable, etc.
Para redondear el panorama, el miércoles 18 de mayo el instituto emisor introdujo un gigantesco paréntesis de contexto a las palabras pronunciadas la víspera por el Mandatario. Aunque no corrigió la estimación de crecimiento macroeconómico sobre cuya base descansa la retórica laguista de estos días, el Banco Central modificó radicalmente la proyección del IPC. De esta manera, después de haber previsto una inflación del 2%, ahora la entidad la cifró en 3%. Y no se trata de una amenaza fantasma. Tras explicar este giro en los cálculos a partir de la “estacionalidad, cambios tarifarios y los vaivenes del precio interno de los combustibles, que se han dejado sentir con fuerza en los últimos 3 meses”, el presidente del BC, Vittorio Corbo, anticipó que esta tendencia “continuará haciéndolo en lo que resta del año’’.
La irrupción del discurso “centrista” de Piñera en la agenda electoral, como vemos, obligó al gobierno y a la Concertación a acordarse de que los pobres también están inscritos en los registros. Sin embargo, el recuerdo fue tardío y las medidas una burla inaceptable.
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