Hartomes
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El proyecto de ley "Admisión Justa" que pretende presentar el gobierno del presidente Sebastián Piñera junto a su ministra de Educación, Marcela Cubillos, para "perfeccionar" el actual y más reciente marco vigente consistente en la "Ley de Inclusión", promulgado durante el anterior gobierno de Michelle Bachelet, en específico el Sistema de Admisión Escolar (SAE), caricaturizado por la actual coalición de gobierno como "la tómbola". Según el gobierno, esta ley busca "empezar a hacer justicia y reconocer el esfuerzo y el mérito que hay detrás de cada una de esas familias. No reconocerlo es una injusticia y una muy mala señal para la educación en Chile”.
El proyecto se centra en los siguientes puntos, presentados por el propio Piñera en columna de El Mercurio
Primero: A partir de 7° básico, los establecimientos de alta exigencia académica, como los liceos emblemáticos y Bicentenario, podrán admitir alumnos de acuerdo al mérito académico hasta el 100% de su matrícula. De esta forma estaremos potenciando las oportunidades de educación de calidad, no solamente para quienes acceden a colegios particulares pagados, sino también para los alumnos vulnerables y de clase media con mérito académico.
Segundo: Ampliar la prioridad que tienen los hermanos para ingresar a los establecimientos educacionales, incluyendo no solo a los hermanos consanguíneos, sino también a los niños que comparten un mismo hogar.
Tercero: Se permite que los buenos colegios que en sus proyectos educativos tengan una opción preferente por educar a los más vulnerables puedan admitir hasta un 100% de este tipo de alumnos.
Cuarto: Facultar a los establecimientos educacionales a que opten por proyectos vocacionales, como los artísticos, culturales o deportivos, a ampliar la admisión de alumnos compatibles con sus proyectos educativos, siempre que lo hagan con mecanismos transparentes y sin discriminaciones arbitrarias.
Quinto: Se incorpora un quinto criterio de prioridad que reserva un 30% de la matrícula para que los colegios puedan admitir alumnos a partir de criterios objetivos relacionados con su proyecto educativo.
Sexto: Permitir la realización voluntaria de entrevistas entre los padres y apoderados y los establecimientos educacionales, de forma que las familias puedan conocer mejor sus proyectos educativos. Y autoriza también a los establecimientos educacionales a difundir sus proyectos educativos durante los períodos de postulación, para aportar información útil y relevante a los alumnos, padres y apoderados.
Segundo: Ampliar la prioridad que tienen los hermanos para ingresar a los establecimientos educacionales, incluyendo no solo a los hermanos consanguíneos, sino también a los niños que comparten un mismo hogar.
Tercero: Se permite que los buenos colegios que en sus proyectos educativos tengan una opción preferente por educar a los más vulnerables puedan admitir hasta un 100% de este tipo de alumnos.
Cuarto: Facultar a los establecimientos educacionales a que opten por proyectos vocacionales, como los artísticos, culturales o deportivos, a ampliar la admisión de alumnos compatibles con sus proyectos educativos, siempre que lo hagan con mecanismos transparentes y sin discriminaciones arbitrarias.
Quinto: Se incorpora un quinto criterio de prioridad que reserva un 30% de la matrícula para que los colegios puedan admitir alumnos a partir de criterios objetivos relacionados con su proyecto educativo.
Sexto: Permitir la realización voluntaria de entrevistas entre los padres y apoderados y los establecimientos educacionales, de forma que las familias puedan conocer mejor sus proyectos educativos. Y autoriza también a los establecimientos educacionales a difundir sus proyectos educativos durante los períodos de postulación, para aportar información útil y relevante a los alumnos, padres y apoderados.
Ante tal propuesta, respaldada por la coalición de gobierno y expertos afines, han salido variedad de opiniones contrarias y desmitificaciones, no solo de la oposición, como es de esperar, sino de expertos educacionales, además de sendas columnas de opinión de Carlos Peña, rector de la UDP, así como del periodista favorito del forazo, Daniel Matamala, e incluso un intercambio de tweets entre la ministra y un ex-profesor de sus hijos.
Claramente este es un proyecto de profundo caracter ideológico (para ambos lados del espectro político). Desgraciadamente para el gobierno, el presidente Piñera salió a defender su reforma con otra de sus singulares analogías (al nivel de la educación como "bien de consumo")
Piñera: Admisión Justa da más libertad a que los que están en la INDUSTRIA de la educación (link)
provocando "carcajadas y mucha alegría" en el ecosistema tuitero progre.
Ahora sería interesante leer la opinión de este humilde foro.
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