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Plasta Culiad@
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El joven, de ahora 18 años, fue condenado a prisión luego de que confesara su responsabilidad
Foto: infobae
Kriss Strachan, un adolescente de ahora 18 años, secuestro con fines sexuales a una anciana de 91 años. El joven, que en ese entonces tenía 17, obligó a la víctima a permanecer en una casa ubicada en Bellshill, North Lanarkshire.
El delincuente, que ha sido calificado como “bestia sexual” por la prensa británica, maltrató a la anciana, de quien no se publicó el nombre. "Fui yo. No puedo creer lo que hice. Soy una escoria", dijo el joven sobre sus acciones.
Strachan fue condenado a 19 años de prisión, pero al cumplirse 12, podría tener salidas controladas por las autoridades.
El joven había estado en una fiesta bebiendo con sus amigos, luego salió y se acercó a la casa de la anciana, quien empezó a defenderse y a tratar de dar señales de auxilio. Él la golpeó y violó. Tras ello, se escapó de la casa.
La mujer finalmente pudo dar señales de auxilio y fue la madre de Strachan quien fue a ayudarla, sospechando que el autor del ataque había sido su hijo ya que reconoció la ropa; nunca más volvió a verlo.
Foto: infobae
Kriss Strachan, un adolescente de ahora 18 años, secuestro con fines sexuales a una anciana de 91 años. El joven, que en ese entonces tenía 17, obligó a la víctima a permanecer en una casa ubicada en Bellshill, North Lanarkshire.
El delincuente, que ha sido calificado como “bestia sexual” por la prensa británica, maltrató a la anciana, de quien no se publicó el nombre. "Fui yo. No puedo creer lo que hice. Soy una escoria", dijo el joven sobre sus acciones.
Strachan fue condenado a 19 años de prisión, pero al cumplirse 12, podría tener salidas controladas por las autoridades.
El joven había estado en una fiesta bebiendo con sus amigos, luego salió y se acercó a la casa de la anciana, quien empezó a defenderse y a tratar de dar señales de auxilio. Él la golpeó y violó. Tras ello, se escapó de la casa.
La mujer finalmente pudo dar señales de auxilio y fue la madre de Strachan quien fue a ayudarla, sospechando que el autor del ataque había sido su hijo ya que reconoció la ropa; nunca más volvió a verlo.