La potencia instalada de una instalación eléctrica se refiere a la suma total de las potencias nominales de todos los equipos y cargas conectados al sistema. Este cálculo es esencial para dimensionar adecuadamente tanto el banco de condensadores como el grupo electrógeno. Vamos a desglosar el proceso paso a paso:
1. **Listar todas las cargas eléctricas:**
- Identifica y enumera todas las cargas eléctricas que serán alimentadas por la instalación. Esto incluye iluminación, equipos electrónicos, motores, sistemas de climatización, etc.
2. **Obtener la potencia nominal de cada carga:**
- Para cada carga identificada, obtén la potencia nominal en vatios (W) o kilovatios (kW). Esta información generalmente se encuentra en las placas de características de los equipos o en sus especificaciones técnicas.
3. **Suma de las potencias nominales:**
- Suma las potencias nominales de todas las cargas. Este valor es la potencia instalada bruta, sin considerar factores de simultaneidad o demanda.
4. **Aplicar factores de demanda (si es necesario):**
- Aunque la potencia instalada se refiere a la capacidad máxima que podría ser requerida si todas las cargas funcionaran simultáneamente a plena carga, en la práctica rara vez ocurre esto. Por lo tanto, se pueden aplicar factores de demanda para obtener una estimación más realista de la potencia que se podría requerir en condiciones normales de operación.
- El factor de demanda se puede obtener de tablas normativas, como las del Reglamento de Instalaciones Eléctricas en Baja Tensión (REBT) o el Reglamento de Instalaciones Eléctricas en Corrientes (RIC). Sin embargo, este paso es más relevante para calcular la potencia demandada que la potencia instalada pura.
5. **Determinar la potencia instalada:**
- La potencia instalada es la suma de todas las potencias nominales sin aplicar el factor de demanda. Es la capacidad teórica máxima de consumo de la instalación.
- Fórmula: \( P_{\text{instalada}} = \sum P_{\text{nominal}} \)
6. **Consideraciones adicionales:**
- **Margen de seguridad:** Es común agregar un margen de seguridad a la potencia instalada para prever posibles aumentos en la demanda futura o variaciones en las condiciones de operación.
- **Potencia reactiva:** Si hay cargas inductivas (como motores), considera también la potencia reactiva y el factor de potencia. Esto es crucial para dimensionar adecuadamente el banco de condensadores.
Para ilustrarlo con un ejemplo práctico:
Supongamos que tienes la siguiente lista de cargas:
- 10 luces de 100 W cada una.
- 5 computadoras de 300 W cada una.
- 3 aires acondicionados de 1.5 kW cada uno.
- 2 motores de 2 kW cada uno.
El cálculo sería:
1. **Luces:** \( 10 \times 100 \, \text{W} = 1000 \, \text{W} \)
2. **Computadoras:** \( 5 \times 300 \, \text{W} = 1500 \, \text{W} \)
3. **Aires acondicionados:** \( 3 \times 1.5 \, \text{kW} = 4.5 \, \text{kW} = 4500 \, \text{W} \)
4. **Motores:** \( 2 \times 2 \, \text{kW} = 4 \, \text{kW} = 4000 \, \text{W} \)
Suma total de potencias nominales:
\[ P_{\text{instalada}} = 1000 \, \text{W} + 1500 \, \text{W} + 4500 \, \text{W} + 4000 \, \text{W} = 11000 \, \text{W} = 11 \, \text{kW} \]
Entonces, la potencia instalada sería 11 kW.
**Conclusión:**
La potencia instalada es la suma de todas las potencias nominales de los equipos y cargas de la instalación, sin aplicar factores de demanda. Esta información es fundamental para dimensionar adecuadamente el grupo electrógeno y el banco de condensadores, asegurando que puedan cubrir la capacidad máxima teórica de consumo de la instalación.