el hecho fue real, pero tambien habia escuchado que eran sovieticos espiando a los gringos en el ejercicio unitas
La revelación de que un submarino peruano fue hundido con toda su tripulación frente a Valparaiso, en 1976, es una de la sorpresas del libro "Agosto 25", que proximamente presentará Manuel Contreras Valdebenito. "Estas son cosas que puede que me provoquen algún problema, pero es parte de la historia", indico a Notimex el autor, que es hijo del que fuera todopoderoso jefe de la policía secreta de Pinochet, la DINA, el hoy encarcelado general Manuel Contreras Sepúlveda.
El hundimiento del submarino peruano se produjo, según Contreras, en vísperas de ejercicios combinados de la escuadra chilena y una fuerza de tarea estadounidense -Operación Unitas- que de manera extraordinaria, se realizó en el verano de 1976. La escuadra chilena estaba a punto de hacerse a la mar cuando por casualidad un sonarista captó la presencia de dos sumergibles en Valparaiso,
determinandose que uno de ellos era nuclear, probablemente soviético, y el segundo, convencional, presumiblemente peruano.
La presencia con fines de "observación" de submarinos peruanos en puertos chilenos, y de los chilenos en puertos y costas peruanas, sería algo habitual, produciéndose una especie de juego de lucha del gato y el ratón, explicó.
Pero el momento no era para simulacros, y cuando los chilenos se dan cuenta que el submarino nuclear huye a toda velocidad y el convencional da vuelta hacia el norte, comienza la persecución en serio de éste último. A esas alturas ya se había constatado que no se trataba del "gato", el submarino estadounidense que venía a participar en los ejercicios, por lo que -autorizado por el almirante Jose Toribio Merino, miembro de la Junta Militar- se dio el zafarrancho de combate. Valparaiso, el principal puerto chileno, la vecina ciudad balneario de Vina del Mar y en especial el sector de Reñaca, se estremecieron ese día con las cargas de profundidad contra ese blanco submarino que rehusó además a identificarse.
El resultado no podia ser otro que el de la destrucción del "objetivo" y de toda su tripulacion.
Luego, en el año 85, según la versión de Contreras hijo, buzos de la Armada pusieron sobre los restos una malla metálica de lo que se conoce en el ambiente naval chileno como "el combate de Marga Marga" por el estero de ese nombre que desemboca al Pacifico en Viña del Mar.
Contreras cree que las autoridades chilenas y peruanas, e incluso las estadounidenes que conocieron el hecho en ese tiempo, pueden hoy seguir "ignorándolo", y pudieran decir que se trata de un embuste, pero los hechos son los hechos y esto "es parte de la historia".
El almirante Merino había ganado su guerra no declarada y nunca reconocida, ni en Chile ni en Perú. Lo concreto es que al año siguiente el anuario militar internacional "Jane's", al hacer el balance militar de Perú, escuetamente puso en el apartado "Submarinos":
"Rimac: Lost", es decir "perdido, desaparecido, o destruido", señaló Contreras a Notimex.