pleistoceno
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BREE OLSON
Qué cierto es eso de que las apariencias engañan. La primera impresión que transmite esta chica es la de una tierna adolescente ingenua –imagen que no duda en explotar al máximo- pero nada más lejos de la realidad. La verdadera Bree Olson se acerca más a una auténtica zorra, a la que le gusta ser tratada como tal y que se enorgullece de ello.
Es de suponer que aunque esa faceta suya estuviese latente, aún no se había hecho patente en su etapa de teleoperadora, porque sino, seguro que hubiese batido todos los records de venta telefónica. De cualquier manera, el inicial entusiasmo con el que acogió este empleo a tiempo parcial, que compaginaba con sus estudios, le duró bastante poco. Para una chica como ella, estar encerrada en un cubículo sin más trato humano que una voz al otro lado del auricular no era una opción de futuro.
Así que Bree, cansada como estaba de ganar poco en un trabajo aburrido, y siendo como era una devoradora compulsiva de porno, se decidió a hacer algo para cambiar su situación. Buscó en internet, localizó una página y colgó sus fotos. No tardó mucho en recibir la llamada de una mujer invitándola a trasladarse a San Diego. Cuando Bree le comentó acerca de sus obligaciones laborales como operadora de telemarketing, la chica al otro lado del teléfono le espetó “Olvidalo! Aquí harás suficiente dinero!”. Sin duda, era consciente del diamante que acababa de descubrir.
Su primer trabajo fue con una compañía pequeña y no demasiado profesional. Pero al menos le sirvió para descubrir, a lo largo de una conversación, que había algo llamado agencias. En concreto, Bree oyó mencionar una llamada Foxxx modeling, y de nuevo, con la ayuda de su amigo Google, localizó su web y no tardó en formar parte de su elenco de actrices. Acababa de comenzar una carrera que ha resultado fulgurante.
Unos meses más tarde, Adam&Eve le ofrecía un contrato en exclusiva y Bree conseguía el empujón promocional definitivo necesario para lograr el AVN a la mejor nueva starlette dos años consecutivos. Toda una proeza.
Sin embargo su nuevo status de chica de contrato le hizo cambiar notablemente su modo de vida. Pasó de rodar más de 20 escenas al mes a sólo un par de ellas, y eso, para una chica con fuego en el cuerpo como Bree, supuso una diferencia radical. Puesto que pasa la mayor parte del tiempo volando, entre aeropuertos, hoteles, convenciones y actos promocionales, Bree afirma que incluso su vida sexual se ha resentido. Por eso cuando llega al set se emplea más a fondo que nunca.
Bree disfruta de una relación de pareja que resulta tremendamente significativa de su forma de ser. Ella se declara sumisa, y como tal, quiere que su hombre la trate como su puta, sentirse utilizada por él. Nada de particular si no fuese porque esta sumisión no se limita al campo sexual. A Bree le encanta que de vez en cuando le diga “¡Traeme una cerveza y limpia la cocina, zorra!”
Ello no quita para que tanto Bree como su novio se hayan dado permiso para tener sexo con otras personas. A nuestra chica de Indiana, lo que más le pone son los hombres maduros y las situaciones extremas. De hecho, siempre que se masturba fantasea con ambas cosas, pero, a diferencia de la mayoría de los mortales, ella no se limita a imaginarlas, sino que las lleva a la realidad. Como cuando se folló a un tipo en el aseo de un aeropuerto o un total desconocido la masturbó con los dedos en el asiento de un avión. Normalmente, en estas situaciones, desconocen que se lo están montando con una pornostar, pero es que Bree no se echa atrás si no pillan las indirectas y les deja muy clarito lo que busca. Así, cuando el tipo del asiento trasero del avión no captaba el mensaje incluso después de que ella apoyase su pierna encima de la de él, no se andó con pamplinas y directamente le tomó la mano para llevarla a donde quería.
Sutil, lo que se dice sutil, tampoco es la chica. Aunque tenga cara de angelito.
Qué cierto es eso de que las apariencias engañan. La primera impresión que transmite esta chica es la de una tierna adolescente ingenua –imagen que no duda en explotar al máximo- pero nada más lejos de la realidad. La verdadera Bree Olson se acerca más a una auténtica zorra, a la que le gusta ser tratada como tal y que se enorgullece de ello.
Es de suponer que aunque esa faceta suya estuviese latente, aún no se había hecho patente en su etapa de teleoperadora, porque sino, seguro que hubiese batido todos los records de venta telefónica. De cualquier manera, el inicial entusiasmo con el que acogió este empleo a tiempo parcial, que compaginaba con sus estudios, le duró bastante poco. Para una chica como ella, estar encerrada en un cubículo sin más trato humano que una voz al otro lado del auricular no era una opción de futuro.
Así que Bree, cansada como estaba de ganar poco en un trabajo aburrido, y siendo como era una devoradora compulsiva de porno, se decidió a hacer algo para cambiar su situación. Buscó en internet, localizó una página y colgó sus fotos. No tardó mucho en recibir la llamada de una mujer invitándola a trasladarse a San Diego. Cuando Bree le comentó acerca de sus obligaciones laborales como operadora de telemarketing, la chica al otro lado del teléfono le espetó “Olvidalo! Aquí harás suficiente dinero!”. Sin duda, era consciente del diamante que acababa de descubrir.
Su primer trabajo fue con una compañía pequeña y no demasiado profesional. Pero al menos le sirvió para descubrir, a lo largo de una conversación, que había algo llamado agencias. En concreto, Bree oyó mencionar una llamada Foxxx modeling, y de nuevo, con la ayuda de su amigo Google, localizó su web y no tardó en formar parte de su elenco de actrices. Acababa de comenzar una carrera que ha resultado fulgurante.
Unos meses más tarde, Adam&Eve le ofrecía un contrato en exclusiva y Bree conseguía el empujón promocional definitivo necesario para lograr el AVN a la mejor nueva starlette dos años consecutivos. Toda una proeza.
Sin embargo su nuevo status de chica de contrato le hizo cambiar notablemente su modo de vida. Pasó de rodar más de 20 escenas al mes a sólo un par de ellas, y eso, para una chica con fuego en el cuerpo como Bree, supuso una diferencia radical. Puesto que pasa la mayor parte del tiempo volando, entre aeropuertos, hoteles, convenciones y actos promocionales, Bree afirma que incluso su vida sexual se ha resentido. Por eso cuando llega al set se emplea más a fondo que nunca.
Bree disfruta de una relación de pareja que resulta tremendamente significativa de su forma de ser. Ella se declara sumisa, y como tal, quiere que su hombre la trate como su puta, sentirse utilizada por él. Nada de particular si no fuese porque esta sumisión no se limita al campo sexual. A Bree le encanta que de vez en cuando le diga “¡Traeme una cerveza y limpia la cocina, zorra!”
Ello no quita para que tanto Bree como su novio se hayan dado permiso para tener sexo con otras personas. A nuestra chica de Indiana, lo que más le pone son los hombres maduros y las situaciones extremas. De hecho, siempre que se masturba fantasea con ambas cosas, pero, a diferencia de la mayoría de los mortales, ella no se limita a imaginarlas, sino que las lleva a la realidad. Como cuando se folló a un tipo en el aseo de un aeropuerto o un total desconocido la masturbó con los dedos en el asiento de un avión. Normalmente, en estas situaciones, desconocen que se lo están montando con una pornostar, pero es que Bree no se echa atrás si no pillan las indirectas y les deja muy clarito lo que busca. Así, cuando el tipo del asiento trasero del avión no captaba el mensaje incluso después de que ella apoyase su pierna encima de la de él, no se andó con pamplinas y directamente le tomó la mano para llevarla a donde quería.
Sutil, lo que se dice sutil, tampoco es la chica. Aunque tenga cara de angelito.
La exnovia de Charlie Sheen, Bree Olson, insatisfecha sexualmente con el actor
Charlie Sheen y Bree Olson
Bree Olson, de 24 años confesó que dejó al actor porque no le gustaba compartirlo con Naty, su otra novia.
Imagen: Primera foto que publicó Charlie Sheen (junto a Bree Olson) al abrir su cuenta en Twitter.
La actriz porno Bree Olson, una de las “diosas” que convivía con el actor en su casa de Los Ángeles, sería feliz haciendo el amor “19 veces al día”, mientras que Charlie se conforma con hacerlo un par de veces cada jornada.
Bree, que rompió con el actor en abril, aseguró: “Charlie era una chico de dos al día. Yo tengo un apetito sexual insaciable, y tampoco estaba acostumbrada a compartir.”
“Charlie trataba de mantener el ritmo pero era duro. Puedo vivir haciéndolo una vez al día pero soy más feliz haciéndolo 19 veces”.
La actriz de 24 años también admite que una de las razones por las que dejó a Charlie es porque encontró muy difícil compartirlo con Natalie porque la otra novia siempre “trataba de llamar su atención”.
En una entrevista con el periódico The Sun, la guapa rubia añadió: “Algunas veces lo hizo una vez conmigo y otra con ella. Otras veces preferí a que las dos veces fuera conmigo, y cuando Natty se quedaba fuera se enfadaba”.
“Se pasaba todo el tiempo tratando de llamar su atención y presumiendo de cosas que había hecho, como lavar los platos. Pero realmente se molestaba y lloraba mucho.”
“Yo dormía en la cama principal con Charlie y la primera y segunda semana ella se enfadó mucho por lo que me ofrecí a dormir en la segunda cama un tiempo para darles a ellos también la oportunidad”.
