‘Shutdown’ se ha convertido en la palabra maldita en Estados Unidos. Nadie quiere plantearse que podría pasar si Republicanos y Demócratas no llegaran a un acuerdo sobre el presupuesto antes del 1 de octubre y se produjera el tan temido ‘shutdown’.
El ‘shutdown’ o el cierre de gobierno se produciría si ambos partidos no llegan a un acuerdo sobre el presupuesto del país. En este caso, los republicanos amenazan con este cierre porque quieren que el Congreso eche por tierra la reforma sanitaria del presidente Obama, ley que es conocida como el Obamacare. Los republicanos, especialmente aquellos más a la derecha, quieren apurar su última oportunidad para dar muerte a la reforma sanitaria, que busca dar cobertura a unos 48 millones de personas que carecen de seguro médico. Esta es su última opción, ya que el 1 de octubre, si se aprueba el presupuesto, se iniciará el proceso de oferta de coberturas en las empresas, algo que dejaría la ley estrella de Obama encarrilada
Si finalmente se produce el cierre del Gobierno, el presidente y su administración no dispondrán de los fondos suficientes para funcionar, y deberán enviar a casa a los funcionarios considerados como no imprescindibles.
El cierre del Gobierno tendría dos consecuencias directas: La primera es que afectaría a la rutina de los americanos y el país perdería más de 1.000 millones de dólares. La suspensión temporal de partidas consideradas no esenciales llevaría a: la clausura de Parques Nacionales (cerca de 368 sitios del Servicio de Parques Nacionales que no operarán para millones de visitantes), el retraso en la emisión de pasaportes o el cierre de ventanillas o de teléfonos de información pública.
Washington sería la ciudad más afectada. Si se produce el cierre es posible que se acumule la basura en la ciudad ya que el presupuesto de Washington debe ser aprobado por el Congreso y, de no ser así, no habría nadie que recoja los residuos. Según The Washington Post, la capital de Estados Unidos produce unas 500 toneladas de ba.sura por semana.
A pesar de que el panorama es poco alentador, hay varias partidas esenciales que se librarían. El control del tráfico aéreo, la seguridad fronteriza, el pago de los subsidios de desempleo o el Medicare, programa sanitario para jubilados y discapacitados, seguirían intactos en caso de ‘shutdown’. La paradoja para los republicanos que quieren el cierre del Gobierno es que verían como el Obamacare seguiría funcionando porque es considerada una ley obligatoria y no discrecional.
El senador republicano, Ted Cruz, se ha convertido en una de las voces más destacadas entre los republicanos que piden el ‘shutdown’. Cruz intervino este martes en la Cámara para criticar la reforma sanitaria de Obama y nada más empezar su discurso dijo: "Voy a hablar en apoyo de la supresión de los fondos para Obamacare hasta que no sea capaz de mantenerme en pie". Esta estrategia es conocida en Estados Unidos como el ‘filibusterismo’ y consistente en hablar sin parar hasta que los plazos parlamentarios se agoten, con el objetivo de privar de fondos a la reforma sanitaria aprobada en 2010.
Dentro del partido republicano hay diversas opiniones sobre el ‘Shutdown’. Uno de sus miembros con experiencia en el Legislativo durante el "cierre" del 95, el senador por Oklahoma Tom Coburn, se ha mostrado más realista ante la CBS: "Si pudiéramos dejar sin fondos Obamacare deberíamos hacerlo, pero no podemos".
Durante la presidencia de Bill Clinton en 1995 hubo un cierre de Gobierno por lo que la falta de fondos obligó al estado a enviar a casa durante unos días a cientos de miles de personas con un coste de unos 1.000 millones de dólares.