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Plasta Culiad@
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Un sútil pero no menor rechazo tuvo la oferta que Barrick Gold Chile realizó a la Congregación de las Hermanas del Buen Samaritano -y que significaría la construcción de una Casa de Acogida en Vallenar, Valle del Huasco-, por razones “en obediencia a las orientaciones de la Iglesia” y que, en palabras del Obispo de Copiapó, se fundamentan en que la empresa minera “ignora a las generaciones sucesivas”.
En pocas palabras, las Hermanas del Buen Samaritano -con una trayectoria de muchos años en el Valle del Huasco liderando proyectos sociales orientados hacia personas sin hogar- dijeron que no recibirían los aportes que la minera Barrick Gold había ofertado para la construcción de una Casa de Acogida debido a las responsabilidades ambientales que, según dan a entender, le cabrían a la empresa situada en la Provincia de Huasco.
Gaspar Quintana, Obispo de Copiapó, fue quien dio a conocer los pormenores de esta decisión, mediante una carta en la que expresa su total apoyo a las Hermanas del Buen Samaritano, congregación que depende jurídicamente del Obispo de Talca, Mons. Horacio Valenzuela.
En la misiva, Quintana hace ver que los motivos de la negativa se originan en que “los proyectos para un desarrollo humano integral no pueden ignorar a las generaciones sucesivas, sino que han de caracterizarse por la solidaridad y la justicia intergeneracional”, haciendo directa alusión a que el proyecto Pascua Lama dañaría la cuenca de Huasco para generaciones futuras y puntualizando que para la decisión se consideraron aspectos “como el ecológico, el jurídico, el económico, el político y el cultural”.
“No hay duda de que esta resolución de la Hermanas del Buen Samaritano es una buena noticia para todos”, indicó.
El Obispo, además, instó a que la comunidad de Atacama entienda y apoye esta decisión de la Congregación, lo que constituye una clara muestra de apoyo de la Iglesia al ambientalismo regional opositor al controversial proyecto minero.
Quintana finaliza su carta pidiendo que se valore este gesto, y que “nos anime a cuidar desde dentro de nosotros la creación, no siempre tenida en cuenta en los proyectos de desarrollo social y económico de nuestro país”.
FUENTE
CARTA DEL OBISPO
Un aplauso para la MADRE IRENE, un ejemplo de decencia para la comuna de Molina, en contraste con su alcaldesa UDI Mirtha Segura, un ejemplo de corrupción y sinvergüenzura.
Si la Iglesia Católica actuara como esta congregación tal vez no sería tan millonaria y poderosa como ahora, pero sí tendría mucho más seguidores.
En pocas palabras, las Hermanas del Buen Samaritano -con una trayectoria de muchos años en el Valle del Huasco liderando proyectos sociales orientados hacia personas sin hogar- dijeron que no recibirían los aportes que la minera Barrick Gold había ofertado para la construcción de una Casa de Acogida debido a las responsabilidades ambientales que, según dan a entender, le cabrían a la empresa situada en la Provincia de Huasco.
Gaspar Quintana, Obispo de Copiapó, fue quien dio a conocer los pormenores de esta decisión, mediante una carta en la que expresa su total apoyo a las Hermanas del Buen Samaritano, congregación que depende jurídicamente del Obispo de Talca, Mons. Horacio Valenzuela.
En la misiva, Quintana hace ver que los motivos de la negativa se originan en que “los proyectos para un desarrollo humano integral no pueden ignorar a las generaciones sucesivas, sino que han de caracterizarse por la solidaridad y la justicia intergeneracional”, haciendo directa alusión a que el proyecto Pascua Lama dañaría la cuenca de Huasco para generaciones futuras y puntualizando que para la decisión se consideraron aspectos “como el ecológico, el jurídico, el económico, el político y el cultural”.
“No hay duda de que esta resolución de la Hermanas del Buen Samaritano es una buena noticia para todos”, indicó.
El Obispo, además, instó a que la comunidad de Atacama entienda y apoye esta decisión de la Congregación, lo que constituye una clara muestra de apoyo de la Iglesia al ambientalismo regional opositor al controversial proyecto minero.
Quintana finaliza su carta pidiendo que se valore este gesto, y que “nos anime a cuidar desde dentro de nosotros la creación, no siempre tenida en cuenta en los proyectos de desarrollo social y económico de nuestro país”.
FUENTE
CARTA DEL OBISPO
Un aplauso para la MADRE IRENE, un ejemplo de decencia para la comuna de Molina, en contraste con su alcaldesa UDI Mirtha Segura, un ejemplo de corrupción y sinvergüenzura.
Si la Iglesia Católica actuara como esta congregación tal vez no sería tan millonaria y poderosa como ahora, pero sí tendría mucho más seguidores.
