En una pega en un call center despuntando los dosmiles conocí a un tipo que cuando almorzábamos en el casino de la empresa separaba cuidadosamente los trozos de carne (sea de vacuno, pollo, pescado o lo que fuera) de su comida, y antes de comer se agarraba la cabeza con una mano y con la otra mano hacía como una especie de puente a tierra y se ponía tenso como aguantando un peo o querer tirarse un kame hame ha.
Era un tipo piola, bromista, buen chato, incluso un par de veces fuimos a comer sandwiches de pollo KFC lo que no le provocaba escrúpulo alguno, y conversábamos de ocultismo, sectas, Thelema y la Golden Dawn, cultura general pero sin toluenos, se nota que era instruido en el tema. Un par de veces me prestó algunos textos, unos grimorios. Ahora es sensei de un grupo de artes marciales en Puente creo. Nunca caché bien qué religión profesaba pero era algo extraño entre ocultismo y budismo.
ser bendecido por el apéndice tallarinesco
