Copy / Paste de un extracto de un ensayo que escribí en abril del año pasado:
En psicología y sociología, la anomia describe una situación en la que la persona o la sociedad carece de normas, valores o principios morales claros. Cuando se experimenta la anomia, las personas pueden sentirse desconectadas de la sociedad y de los demás, experimentar sentimientos de ansiedad, depresión y alienación. En una sociedad anómica, las personas pueden sentirse perdidas o desorientadas, sin una guía clara sobre cómo comportarse o cómo encontrar un propósito en la vida, y en situaciones extremas la anomia puede llevar a la violencia, el caos y la disolución social.
La anomia puede ser causada por una variedad de factores, como cambios rápidos en la sociedad, desigualdades sociales extremas, falta de acceso a oportunidades económicas y educativas, y crisis política o económica, la mayoría asociada al éxito material fundamentado en una visión materialista de la existencia, donde es más importante lo que tengo que lo que soy. La idea de que todo lo que existe es material o tangible y, en consecuencia, no hay nada más allá de la realidad física, es conocida como inmanencia. Una sociedad inmanente se enfoca en la búsqueda de la riqueza y el éxito material como su principal objetivo, en detrimento de los valores y principios más profundos como la justicia, la verdad y la dignidad humana, fomentando un individualismo excesivo, donde las personas se enfocan en sus propios intereses en lugar de en el bien común, lo que puede llevar a una disminución de la solidaridad y la cooperación social.
En contraposición a la inmanencia, la trascendencia puede ayudar a tener un sentido de propósito al brindar un significado más amplio y profundo a nuestra existencia. La trascendencia implica la creencia en algo más grande que uno mismo, ya sea un poder superior, un propósito universal o una causa importante. Cuando sentimos que somos parte de algo más grande que nosotros mismos, nos damos cuenta de que nuestra vida tiene un propósito más profundo y significativo, esto puede ayudarnos a superar los desafíos y dificultades de la vida, y a encontrar un significado más profundo en nuestras experiencias.
La trascendencia también puede ayudarnos a conectarnos con los demás y con el mundo que nos rodea de una manera más profundo y significativa. Cuando nos enfocamos en algo más grande que nosotros mismos, nos abrimos a nuevas experiencias y perspectivas, y podemos encontrar formas de contribuir positivamente al mundo.
Y así, describo la necesidad de inculcar en los jóvenes un sentido de próposito por medio de una educación centrada en la trascedencia, eso conlleva replantearnos la enseñanza estricta de las ciencias modernas que recalcan que lo único que existe es lo medible.
que se culio a la EVA y de paso dejo la pura zorra en el ADN de los ADAMITAS
