Hay que realzar la figura del mapuche trabajador y buen ciudadano que siente orgullo de sus raíces y su pueblo y cultura ancestral pero que al mismo tiempo se integra a la modernidad y a la organización política que le ha hecho mejorar su calidad de vida y la de sus ancestros. La mayoría mapuche son personas que quieren paz, y progreso con trabajo, como cualquier otro bien nacido ciudadado preocupado de su familia y una sana y fructífera convivencia con otras culturas y visiones. Pero para realzarlo primero hay que arrebatárselos de la mano de la izquierda que ha enaltecido la figura del mapuche agitador, belicoso, violento e indomable porque no es más que otra minoría carne de cañón. Así se apoderan de las causas de las minorías sumada a la intransigencia del conservadurismo más radical.
Así que estaría bueno que dejaran de meter a todos los mapuches en el mismo saco y ayudaran a arrebatarles la causa mapuche a la izquierda sediciosa y cínica.