Lo que sucede verdaderamente y de deveritas, es que la mayoría de los Antronianos (incluyéndome), vemos muy de lejos el tema de la agresión hacia las mujeres. Primero que nada, nos aterra el solo hecho de estar al lado de una mujer; es más, muchos ni siquiera hemos tenido una debido a nuestra cruel gordura; es más más, todavía muchos de nosotros ni siquiera hemos salido de casa para verlas.
Y acá en este liberador sitio, volcamos nuestras frustraciones a machacazos contra el teclado.
PD: Simios culiados.