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DEMONIOS EN EL ESTRECHO DE MAGALLANES

znedrev

Hincha Huevas
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2015/08/05
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ESTO ES A TRANSCRIPCIÓN MÁS FIEL POSIBLE DE UNA CARTA QUE ENCONTRÉ DENTRO DE UN LIBRO QUE COMPRÉ EN UNA FERIA DE LIBROS USADOS, EN LA FERIA DEL LICEO SAN JOSÉ, PUNTA ARENAS, CHILE. NO QUIERO QUEDARME SOLO CON ESTA HISTORIA, PORQUE RECONOSCO QUE ESTOY CIERTAMENTE ASUSTADO.

SEA REAL O UNA BROMA DE PESIMO GUSTO, PREFIERO NO SER EL UNICO EN HABERLA LEIDO.




Punta Arenas

Abril, 1999.


A quién encuentre esta carta, debo advertirle que se arriesga a un doloroso y trágico destino.

Te aconsejo que regreses a esto al sobre del que la sacaste y dejes que sea otro el desdichado que cometa el error de conocer esta historia.


Todo comenzó el día 3 de enero del año 1956, un día después del fallecimiento de mi abuelo, el padre de mi madre. Soy el segundo hijo de una pareja en la que ambos descienden de inmigrantes croatas, pero mis hermanos y yo nacimos en estas tierras. Fuimos cuatro hermanos. Quiero decir que por seguridad no daré nombres ni datos que puedan contribuir a revelar mi identidad o la de alguna de las personas involucradas. Espero que por el bien de mis queridos esta carta permanezca en el anonimato.

En 1956 yo estaba por cumplir ya 15 años, y aquel día Martes, mi hermana mayor y yo fuimos a la casa de mi recién fallecido abuelo. Recuerdo que aquel día pasé varias horas en la biblioteca de esa gran casa. Era una habitación gigante y es que mi abuelo era un hombre muy acaudalado para aquel entonces.

Tomé muchos libros que pretendí guardarme, pero lo que más me llamó la atención fue encontrarme con cuatro libros escritos por mi abuelo, en su puño y letra. No dudé en tomarlos, porque pensé que no sería solo interesante para mí, sino que también para mi mamá y sus hermanos.


A medida que los días pasaban y el dolor por la pérdida se hacía menos presente, comencé a examinar los escritos. Eran diarios. Recuerdo que me sorprendió que estuvieran en español, pues según sé en su casa se hablaba croata, y ese era su idioma natal.

El más antiguo de los diarios comenzaba en el año 1895 , y según los cálculos que hice, él debía tener 17 años. Fue interesante ver el mundo a través de los pensamientos de él, y me gustaba ver como los tiempos habían cambiado.


Comencé el segundo diario en invierno de aquel año. Recuerdo perfectamente que mi familia y yo estábamos en una estancia en Tierra del Fuego. Este relato comenzaba años después, cuando él tenía 19, lo que me dio a pensar de quizás existieron más diarios que se perdieron en el tiempo. Como haya sido, fue en este diario donde habría de comenzar la peor de mis pesadillas.

En un comienzo mi abuelo relataba lo que parecía ser una vida normal para un tipo de esa edad en aquellos tiempos. Sin embargo, un poco antes de llegar a la mitad, el hombre escribió algo que jamás nadie debió haber visto.

Había sólo dos hojas con aquel relato, seguidas por las colillas de unas páginas arrancadas, las cuales en el futuro entendería porque ocultó. Como yo lo hago ahora, el debió temer someter a alguien al riesgo de encontrar tal peligro.

En las dos páginas solo relataba algo que parecía normal. Decía como una noche había llevado a su perro a pasear en el estrecho, cerca de la ciudad. Contaba que había conocido a una mujer y recuerdo que decía de manera textual “hoy conocí a la mujer con la que me voy a cazar”. La descripción de la mujer, que según escribió, era especialmente hermosa, pero no sé más, pues la descripción seguramente continuaba en las páginas faltantes. No decía ni el nombre, ni que pasó entre ellos. En ese momento pensé que debió de haber arrancado las hojas por respeto a mi abuela ¿O habrá sido aquella mujer mi abuela? Según mi madre nos contó, mi abuela nació en Punta Arenas, pero creció en Concepción, y no regresó a vivir a estas tierras hasta que se casó.

Cuando proseguí con la lectura después de este lapso de páginas faltantes (según vi, eran como 15), me sorprendí con el hecho de que mi tata no volvió a escribir en este diarios hasta dos años después. Lo que continuaba en el diario parecía haber sido escrito por otra persona ¿habría sido porque maduró? Los temas que destacaban eran sus negocios, de los cuales por seguridad a mi familia no daré detalles. Desde aquel punto mi abuelo dejó de relatar su forma de ver la vida.

Comente este hecho a mi madre y a su hermano en un almuerzo familiar. Mi madre, que en ese entonces leía el primer diario de su papá, se sorprendió. Luego mi tío explicó que fue en aquel periodo donde la madre de mi abuelo (mi bisabuela) murió. Ello debió haberlo afectado de tal forma que se convirtió en un hombre más frio.

Con el nuevo estilo que mi tata planteaba, no tardé en dejar de interesarme por los diarios. Como mencioné antes, lo anterior a las hojas faltantes era ver el mundo antiguo a través de él, lo siguiente, era ver como sus negocios crecían.


Los años pasaron, crecí, y me convertí en un hombre. No daré mayores detalles de mi vida, pues durante aquel periodo aún no me veía envuelto en el terror máximo que estas tierras pueden contener.

Era 1962, cuando yo tenía 21 años. Tenía un dálmata, que me habían regalado mis padres hace un par de años, e inspirado por el último relato de mi abuelo, solía sacarlo a caminar por la orilla del estrecho. Me gustaba imaginar que en algunos de esos lugares aconteció su encuentro con la mujer que sin conocer quería pasa casarse.

Fue una noche de invierno, en que toda la ciudad estaba cubierta de nieve, que decidí sacar a mi fiel amigo a dar un paseo por nuestro lugar típico. Disponía que sea una caminata corta, pues hacía mucho frio.

Mi hermoso y fiel compañero caminaba junto a mí sin la necesidad de llevar una cadena. Le gustaba olfatear todo lo que veía e incluso solía mojarse en la orilla a pesar del frio. Aquella noche, mi amigo comenzó a ladrar y se alejó de mí, debiendo entonces yo correr.


En este momento me encuentro aterrado. Mis manos sudan y mi corazón late al máximo, pues estoy reviviendo el momento en que mi vida se vio en un infierno. La noche anterior a esa, habría sido la última noche en mi vida que dormí en paz.


Mi dálmata llegó hasta una roca, y en la roca había alguien. La luz de la luna llena iluminaba, pero debí acercarme para verla mejor. Quien estaba en aquella roca era una mujer, al menos eso es lo que yo creía. Juro por lo más sagrado que tengo que llegué a pensar que tal belleza era un ángel.

Debía de tener una edad similar a la mía. Era pelirroja, de piel clara, delgada y de rasgos muy finos. Se notaba en sus ropas que era de un alto nivel social. Llevaba un abrigo largo, un gorro que protegía hasta sus orejas y por fuera parecía ser de piel de guanaco, y llevaba mitones de cuero. Di las gracias a mi abuelo en el cielo por haberme traído a esta belleza, pues algún empujón sobrenatural debía de haber ante tal coincidencia (luego descubrí que lo había, pero era algo mucho más macabro). Creí que mi tata me había guiado hasta ella.

El monstruo y yo nos miramos. Era una mirada realmente angelical. Solo el ladrido de mi perro interrumpía el momento. Me preguntaba que hacía una chica así sola a esa hora, pero no le di muchas vueltas, porque estar viendo tal belleza angelical era un verdadero placer. Quizás aquel fue el momento más placentero de mi vida. Lástima que todo era obra de un ser oscuro.

La saludé fríamente y le sonreí. Recuerdo exactamente la mirada que me regaló. Me dijo que solía venir a admirar la luna llena. Su voz era algo angelical que hacía que todo lo que me rodeaba, hasta el ladrido de mi compañero, se desvaneciera. Aún el día de hoy, juro que nada ni nadie me ha cautivado tanto como aquella criatura.

Finalmente le di mi nombre, intentando ser lo más galán posible. En ese instante deseaba a aquella “mujer” como nada en el mundo. Ella se presentó en respuesta, y me dijo su nombre. Solo recordar aquel nombre hace que sienta escalofríos. Recuerdo con claridad cuando me dijo: Me llamo Aysaka.

Platicamos unos minutos, y al poco rato mi perro dejó de ladrar. No contaba mucho sobre ella, era reservada, pensaba yo.

Le ofrecí acompañarla a su casa, a pesar de que el frio ya me legaba hasta los huesos. Ella no acepto, pero me propuso caminar un poco más a la luz de la luna llena. En ese entonces la paya de Punta Arenas era más oscura que ahora. Recuerdo que accedí, y que mi compañero no quería avanzar conmigo, por lo que debí ponerle la cadena.

Hablamos harto, y la forma de hablar de este espantoso ser oculto en una hermosa figura y una voz melodiosa, era enigmática. Me costaba comprender lo que decía. También recuerdo que prefería que habláramos sobre mí, y evitaba las preguntas sobre ella. Claro, ella debió venir del mismo infierno.

La hermosa criatura llevó la conversación hasta hablar de mis ambiciones en el futuro, y yo terminé contándole lo que deseaba, lo cual a mi parecer era bastante normal para un muchacho de mi edad. Le dije que quería una buena vida, un trabajo que me sirva para mantener bien una esposa y varios hijos, además de poder tener viajes y otros lujos. Ella entonces me sonrió tiernamente, y las preguntas extrañas comenzaron.

Recuerdo con exactitud algunas de ellas:

“¿Crees que hay mundos más allá de lo que los hombres conocen?”

Le dije que no, muy seguro de mi punto de vista, y ella me miró extrañada.

Me dijo algo como : “estamos rodeados de seres”, seguido por algo así como “¿Qué hay si te digo que ellos pueden asegurarte el futuro que sueñas/deseas (no recuerdo bien). Quizás no son sus palabras exactas, pero eso es lo que preguntó.

Debatimos un poco, y le conté que trabajaría duro por tener lo que quería en la vida. Ella sonreía como si lo que dijera fuera una ridiculez “Dejame darte lo que quieres” dijo. Luego me beso. Aquel fue un momento excitante, pero ahora siento horror al pensar que mis labios tuvieron contacto con aquella criatura.

Por mi cabeza aquel momento, pasaba la idea de que esta era una chica muy extraña, y claro que aún no sabía en qué me estaba metiendo.

“Puedo asegurarte el futuro” –me dijo otra vez.

Recuerdo que le pregunté si era gitana. Estos no eran comunes en Magallanes, pero había oído historia de amigos y familiares del norte. Me respondió como si le hubiera molestado mi pregunta.

“¿Cómo me aseguras el destino?” Le pregunte.

“Sólo debemos pactar, yo te doy lo que quieres”

Aún no me decía que planeaba, y me estaba sintiendo algo incómodo. Le pregunté que ganaría ella, siguiéndole el juego. Ya en ese entonces pensaba ara mí que aquella mujer estaba media loca.

“Tomaré algo de tu vida a cambio. Es algo pequeño y que no tiene peso en este mundo.” “Hacemos el trato?”

Finalmente le dije que sí, aunque sentía que esa situación era muy anómala. Yo era muy escéptico en ese entonces, y creí que si le seguía el juego podría entonces terminar encamado con esta chica. Sin embargo, me asombraba la coincidencia de mi encuentro con ella, como en el diario de mi abuelo. Recuerdo que le dije “acepto tu juego”, de una forma algo irónica.

Ella sacó una pluma y un papel del bolsillo de su abrigo. Vi que escribía algo con a mano izquierda y con mucha dificultad, al parecer e costaba escribir. Por mi mente pasó que quizás no había tenido una buena educación.

Cuando me entregó el papel vi que había escrito su nombre y había un dibujo. Me explicó que debía dormir esta noche, con su nombre escrito en mi mano izquierda, y con el símbolo dibujado en la mano derecha. Me dijo que de esa forma nos conectaríamos esta noche. Y me dijo que me volvería a ver si hacia lo que me indicó. Me dijo algo como que estaríamos siempre unidos.

Imagen1.jpg


Me dijo entonces que ya debía irse, pues se le hacía tarde. Una vez más me besó.

Mientras la veía alejarse, se detuvo y se volteó hacia mí. Dijo mi nombre y agrego algo más.

“Ten cuidado al decir mi nombre. Cada vez que salga de tus labios, tendré el derecho de tomar algo más de tu vida”

¿Loca o bruja? Una loca de remate. Es lo que pensé.


Aquella noche, en la habitación que compartía con uno de mis hermanos, me dediqué a mirar el papel, y sintiéndome totalmente estúpido hice caso a las instrucciones de monstruo. Aún al día de hoy no entiendo porque lo hice, el yo de ese tiempo no debió haber hecho algo así. Era un hombre racional. Me dispuse a dormir con el símbolo en la mano derecha y el nombre de la criatura en la mano izquierda.


Mi escepticismo llegó a su fin aquella noche. Una noche que ninguno de los que dormían en esa casa podrá ovidar. Recuerdo mi sueño. Creo que primero vi el infierno, pero luego me vi en la paya, era de día. Recordar esto hace que mis ojos se humedezcan, porque alguien totalmente inocente estaba a poco tiempo de pagar por mis errores. En el sueño estaba ella, desnuda, adentrándose en el mar. Su cuerpo era hermoso, no puedo negarlo. Yo me vi desnudo en la arena. Ella fue por mí y me llevó a adentrarme en el estrecho, que extrañamente no estaba frio. Llegamos al punto donde se dificulta tocar el suelo, y entonces la bestia comenzó a intentar ahogarme. Sentí manos hundiendo mi cabeza, y solo intenté zafarme.

Pude escaparme de sus garras, aunque quizás ella me dejo ir. Cuando vi la luz del sol una vez más, me vi solo, pero al mirar al horizonte, vi a la criatura con un niño en sus brazos. No cualquier niño. Era mi hermano menor.

Notarás que lloré mucho y mojé el papel escribiendo lo anterior, y es que mi hermano era lo que más quería, y por mi culpa fue condenado a quien sabe qué, o al menos lo sería pronto.

Desperté de la pesadilla porque mis manos se quemaban, ardían. Todos recuerdan como aquella noche grité tan fuerte que desperté a todos. Corrí al baño y comencé a intentar aliviar la quemazón con agua fría. Mi mamá fue la primera en llegar, luego aparecieron los demás. Yo lloraba por el dolor que producía a quemadura de las marcas que había hecho antes de dormir.

No pude hablar con claridad debido al dolor y a mi agitación. Recuerdo que gemía, pero nadie entendía que sucedía, pues no tardé en darme cuenta que nadie más veía las quemaduras, que eran exactamente sobre el dibujo y el nombre de la cosa.

Fue una de las peores noches de mi vida, y pasó un buen rato hasta que el ardor se marchó. Extrañamente no quedaron marcas, ni siquiera algunas que solo yo pudiera ver.


Tras el incidente, mi vida pareció seguir su rumbo habitual, sin embargo, mi mundo se destrozó cuando mi hermano pequeño debió ser internado en el hospital Lautaro navarro. Había perdido el conocimiento y no se movía. Así se mantuvo por varios días. Los peores días de mi vida. Mi familia ofreció una misa por su recuperación. Todo fue en vano. El médico, luego de un par de días, nos dijo que el final era inminente. Sus órganos vitales estaban fallando lentamente. Ningún doctor pudo explicar bien que sucedió. Mi hermanito murió a los 10 días de su ingreso, y ahí mi mundo cambió. Mi hermano era quien más quería en el mundo.

Yo sentía ya que algo debía de tener culpa mi trato con el monstruo, o al menos lo sospechaba. La certeza de ello fue cuando se me dio unos minutos para despedirme de él en el hospital. Le tomé su manito sin vida y lloré mucho. Cuando me disponía a besarle la frente, vi entonces que la marca de la bestia, la que una vez tuve en mi mano derecha, apareció en su frente por unos segundos.

Jamás me perdonaré lo que hice, jamás pude volver a vivir tranquilo, pues todo ello había sido mi culpa. Mi hermanito era lo que la bestia había cobrado como su parte del trato.


El funeral transcurrió dos días después de su muerte, y todos confundían mi sentimiento de culpa con la aflicción típica que un momento así causa.

Tenía la sensación de que todo había sido real, yo estaba seguro de que no estaba loco. Esa cosa era una bruja, un demonio. No sé con seguridad lo que era, pero algo de un mundo más oscuro arruinó mi vida.


Los años pasaron. Me casé y tuve mi primer hijo. Comencé un negocio y éste prospero increíblemente rápido. La sensación de terror y culpa jamás cesó, pero de alguna manera aprendí a vivir con ello.

Frecuentes sueños me acechaban, y hasta el día de hoy lo hacen. Pesadillas donde Aysaka se llevaba a mi angelical hermano.


Por muchos años lloré en silencio, incluso un par de veces volví a sentir el ardor en las manos. Solo mi mujer ha sido testigo de mis sufrimientos nocturnos, aunque jamás le he revelado mi gran secreto.


Nadie supo de esta historia hasta el año 1979. Yo tenía entonces 38 años y acudí a un bar cerca de la plaza, donde me reuní con mis compañeros del liceo. Mi mejor amigo de aquella época y yo fuimos los últimos en marcharnos, y en mi estado de ebriedad, cometí un error.

No sé por qué después de tantos años de silencio revelé mi gran culpa a alguien más. Le conté a aquel desdichado hombre, todo mi relato. Le conté desde los diarios de mi abuelo, mi encuentro con lo que él terminó llamando “la sirena”, le dibujé los símbolos y el nombre en una servilleta, le conté de mi sueño, de las marcas, de la marca en la frente de mi hermano. Luego le comenté una conclusión que saque al poco tiempo de la muerte de mi hermano. Mi madre había dicho que mi abuelo debió haber dejado de escribir debido a que en aquella época murió mi bisabuela. Estoy seguro de que mi abuelo pactó algo, y el pago fue su madre.

Mi compañero no tomó mi relato enserio e incluso me sugirió ver un psiquiatra. Debe haberme creído loco de remate. Me hizo sentir escalofríos cuando dijo en voz alta el nombre de demonio que escribí en la servilleta, un nombre que jamás salió otra vez de mis labios.

Me arrepentí totalmente de haberle contado mi historia, cuando mi amigo propuso que el haría la prueba para mostrarme que no había nada maligno.

Rogué hasta el cansancio que no se atreviera a hacerlo, y creí haberlo logrado, pero en pocos días me enteraría que lo había hecho.

Seis días después de la conversación con mi amigo, soñé con “la sirena” hablándole. No sé si estaban en la playa o era sólo un sueño. Pero vi que pactaron, pues ella lo sedujo con sus enigmáticas palabras y su infinita belleza. Ellos no podían verme, aunque he llegado a pensar que el monstruo sabía que los veía. Aquel sueño revivió el terror de mi pasado.

No puedo contar que le cumpliría la bstia a mi amigo, pues se le cumplió, y si lo revelo, cualquier persona de Punta Arenas podría averiguar rápidamente quien es. Él merece respeto, pues no quiso hacer daño, al igual que yo.

El precio que la sirena tomo a mi amigo, fue la vida de su hermana menor, quién se suicidó de forma extraña al poco tiempo. Me enteré de esto por la prensa. Los dos pagamos el mismo precio por nuestros deseos.

Jamás volví a hablar con él. Cuando lo vi otra vez, éste me evito, y comprendí enseguida que me culpa por el desafortunado incidente. No puedo no entender la motivación que tenía para odiarme.

Él llego a ser un hombre poderoso e influyente, pero a pocos años de haber alcanzado su meta se suicidó con una pistola en la garganta. Quizás ello me motiva en parte a lo que estoy a punto de hacer.

Hoy ya no aguanto más, pues tengo la impresión de que aquel demonio disfrazado de mujer me persigue aún más que antes, y no faltará mucho para que su nombre salga de mis labios y el demonio tome otro de mis queridos.

Por mi esposa, mis hijos y mis nietos, debo callarme para siempre. Ruego a Dios que me perdone si pacté con un ser del mundo de las tinieblas. Ruego que mantenga a mi familia libre del mal.

A ti que has leído esto, lamento haberte involucrado, pero escribir esta carta es la forma de desahogarme antes de morir.

Espero que no caigas en la tentación.


Te deseo la mejor de las suertes.

WMA
 
Lo raro es que la persona que la escribio .. tiene el estilo de escribir y de contar de edgar alan poe.


Asi que esto me suena a fake.


pd. saludos a Punta Arenas ... buena historia!!!
 
Menos mal que tengo mala memoria y olvido rapidamente ños nombres, tengo memoria visual y mnemotecnica :yaoming:

Enviado desde mi BEYMAX V.3.2
 
No me gustó la redacción :ohno:.

Además de la incoherencia de decir que no dará datos personales y al final tira un montón, incluyendo sus iniciales.

Nunca explicó por qué creía que el abuelo había arrancado las hojas. Y si él encontró que la mina estaba loca, puede que el abuelo haya pensado lo mismo. De ser así, ¿Por qué querría casarse con una loca? :sconf:

¿Y quién se compra un Dálmata, que es un perro de poco pelo, para tenerlo en un lugar tan frío como Punta Arenas? :ohno:.

¿Y por qué el que lo lea se arriesgará a un trágico destino? Subestima al lector.

Perdí 5 minutos de mi vida leyendo la wea.
 
Muy parecido a Ghost Rider.

Si es transcripción de una carta, es que eres el faraón de lis pajeros.

Byena historia, igual me dio julepe.
 
No me gustó la redacción :ohno:.

Además de la incoherencia de decir que no dará datos personales y al final tira un montón, incluyendo sus iniciales.

1.- Nunca explicó por qué creía que el abuelo había arrancado las hojas. Y si él encontró que la mina estaba loca, puede que el abuelo haya pensado lo mismo. De ser así, ¿Por qué querría casarse con una loca? :sconf:

2.- ¿Y quién se compra un Dálmata, que es un perro de poco pelo, para tenerlo en un lugar tan frío como Punta Arenas? :ohno:.

3.- ¿Y por qué el que lo lea se arriesgará a un trágico destino? Subestima al lector.

Perdí 5 minutos de mi vida leyendo la wea.

1.- Puta wn, ocupa un poquito el cerebro. Es obvio por que sacó las hojas y el asunto de la loca, no entendiste nada por la chucha. Hijo de la LOCE :nonono:

2.- Seguramente acá hay puros perros peludos :lol2: . Las weas que hay que leer. :ohno:

3.- Porque hay weones como tu, que no entienden lo que leen.


Me gustó la historia wn. No la creo ni cagando, pero está muy entrete.
 
1.- Puta wn, ocupa un poquito el cerebro. Es obvio por que sacó las hojas y el asunto de la loca, no entendiste nada por la chucha. Hijo de la LOCE :nonono:

2.- Seguramente acá hay puros perros peludos :lol2: . Las weas que hay que leer. :ohno:

3.- Porque hay weones como tu, que no entienden lo que leen.


Me gustó la historia wn. No la creo ni cagando, pero está muy entrete.

Perdón por tener tan poco poder de concentración y entendimiento, ¿podrías explicarme por qué es lógico que haya sacado las hojas del diario? :tecito:.
 
sinseramente .. muy larga la historia .. me dio paja leer :yaoming:
 
Perdón por tener tan poco poder de concentración y entendimiento, ¿podrías explicarme por qué es lógico que haya sacado las hojas del diario? :tecito:.

Trataré de explicarlo de la forma más simple posible. Al abuelo le pasó lo mismo que al compadre. Como tenía diario, escribió todo, probablemente pensando que era solo una mina rara. Después cayó en desgracia, se dió cuenta que la mujer tenía que ver y sacó las hojas, para que nadie supiera nunca la cagadita de que por culpa de él, murio su mamá, ni tampoco el nombre de la weona. Recuerda que después el abuelo contaba solo cosas del negocio, por lo tanto se deduce que si hizo el pacto.

Saludos.
 
Trataré de explicarlo de la forma más simple posible. Al abuelo le pasó lo mismo que al compadre. Como tenía diario, escribió todo, probablemente pensando que era solo una mina rara. Después cayó en desgracia, se dió cuenta que la mujer tenía que ver y sacó las hojas, para que nadie supiera nunca la cagadita de que por culpa de él, murio su mamá, ni tampoco el nombre de la weona. Recuerda que después el abuelo contaba solo cosas del negocio, por lo tanto se deduce que si hizo el pacto.

Saludos.

Ya, eso mismo entendí yo... Y luego, ¿por qué sacaría hojas del diario, si se supone que el diaro por definición es la bitácora personal, y uno nunca piensa dárselo a nadie?

O incluso, el viejo pensando que alguien podía caer en la misma desgracia (considerando que en la historia lo pintan como a un personaje bueno), entonces podría haber prevenido a su familia.

No lo encuentro lógico.
 
Lo raro es que la persona que la escribio .. tiene el estilo de escribir y de contar de edgar alan poe.


Asi que esto me suena a fake.


pd. saludos a Punta Arenas ... buena historia!!!

Mas parecido al estilo de Lovecraft...me recordó a Dagón. entrete historia igual...
 
Ya, eso mismo entendí yo... Y luego, ¿por qué sacaría hojas del diario, si se supone que el diaro por definición es la bitácora personal, y uno nunca piensa dárselo a nadie?

O incluso, el viejo pensando que alguien podía caer en la misma desgracia (considerando que en la historia lo pintan como a un personaje bueno), entonces podría haber prevenido a su familia.

No lo encuentro lógico.

No lo veo así. Pero puede ser.

Saludos.
 
pajera la wea .. me acorde de las cadenas qlias que llegaban por carta a la casa cuando chico..

hubo una sin embargo que a toda mi familia nos parecio aterradora , y no es webeo ..venia envuelta en una vela ..con una historia muy cuatica .. por su puesto no hicimos lo que decia la caga de carta.... y nuestro perro qliao murio a la semana despues

nunca supimos de que :sm:

Enviado desde un pan con lisa
 
¿Y quién se compra un Dálmata, que es un perro de poco pelo, para tenerlo en un lugar tan frío como Punta Arenas? :ohno:.



Perdí 5 minutos de mi vida leyendo la wea.
no me gusto mucho como cuento, muy simple y divaga bastante, me pareció mas un relato para alguna tarea de la escuela , aun así posee buenos detalles que otorgan coherencia a la misma.
los croatas quieren mucho a los dalmatas (dalmacia, casi todos los croatas son de allí)
 
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