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Ectomorfo - Mesomorfo - Endomorfo: ¿ Cual es tu biotipo ?

Mystery

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Buenos días Vietnam :santa:

Se me ocurrio escribir sobre los diferentes tipos de biotipos: Ectomorfo - Mesomorfo - Endomorfo. La idea es que una vez hayan interiorizado toda esta informacion, nos den sus ideas, opiniones, dietas, suplementacion, rutinas y conclusiones, asi podemos comentar todo lo relacionado a nuestro biotipo. Juntos nos ayudaremos para poder sacar el mejor partido a cada uno.





1.- ENDOMORFO (viscerotonia - predominio del abdomen)

http://alcione.cl/morfologa-ytemperamento-1-parte/



La endomorfia es aquel componente de la psique que da al cuerpo un contorno ovalado. El índice de una psique más alta en endomorfia (7-1-1) indica un cuerpo con un abdomen protuberante y un estómago muy desarrollado. La sección media (región de la cadera), es más ancha que el pecho, con un total desarrollo del vientre y el trasero, pero un desarrollo relativamente débil de los miembros.
La viscerotonía es aquella clase de temperamento que tiende a surgir en personas de psique predominantemente endomórfica. Se caracteriza por veinte rasgos. Tomados en lo general, los rasgos representan un temperamento en el que el amor al solaz físico, al comer, a los buenos modales, a la compañía y al dormir, son características prominentes. La viscerotonía dota a su poseedor con una blandura de cuerpo y de mente. La cara es suave y casi aniñada, los labios blandos y ansiosos por chupar y besar, todo el cuerpo está relajado, los movimientos son suaves y fáciles. Emocionalmente, el viscerotónico muestra lo que siente. Cuando tiene problemas, busca el consuelo de otros. Llora con facilidad y su llanto es incontrolable, como algo que surge desde el fondo del vientre. La viscerotonía facilita las relaciones personales, porque estos gorditos y blandos individuos, en lo general están siempre listos para dar consuelo a los demás, para abrazar al mundo, para animar, para solazar.

Quien descubra en su figura una gran porción de viscerotonía (ésta y los otros componentes los puede medir calificándose a sí mismo con las escalas dadas en el libro de Sheldon), encontrará inevitablemente ciertas “debilidades de la esencia”, las cuales son una expresión de su tipo, de la misma manera que lo es el contorno de su cuerpo. Para el viscerotónico, estas debilidades de la esencia incluyen las siguientes tendencias: una alimentación excesiva, excesiva relajación, excesiva complacencia, excesiva amabilidad. Un examen más detallado de estas tendencias revelará sus orígenes e indicará los pasos que deben darse para corregirlas.

Ingerir alimento en exceso. Como ama el comer, el altamente viscerotónico tiende a comer más de lo que necesita. Si es culto y bien educado, se siente fascinado por el arte culinario, es un conocedor de vinos y comida. Si es inculto, propende sólo a la glotonería. Desde el punto de vista de la Psicología Creativa, no hay nada malo en manifestar interés por la cocina. Las complejas combinaciones de aromas, sabores y texturas que en conjunto constituyen el gusto por la comida, es un buen tema de estudio. También se puede aprender mucho de una cuidadosa observación del proceso de la digestión, el conocimiento del cual nos puede enseñar muchas cosas acerca del trabajo interno de la máquina. Pero ingerir alimento en exceso es siempre dañino y puede ser, para algunas personas, absolutamente desastroso. Las personas de psique predominantemente endomórfica tienden a convertir sus nutrientes sobrantes en grasa. Por su persistente sobrealimentación, rápidamente se transforman en masas gelatinosas, tan pesadas que mucha de su energía se consume inútilmente tan sólo en mover el cuerpo físico de un lado a otro.

El ingerir alimento en exceso sobrecarga todos aquellos órganos del cuerpo cuya tarea es elaborar los alimentos. El hígado se sobrécarga y se hincha. Los riñones se esfuerzan demasiado al eliminar excesivas cantidades de productos de desecho. Grandes niveles de ácido úrico agravan la tendencia a la gota. Grandes niveles de colesterol en la sangre incrementan el peligro de la arteriosclerosis. Grandes cantidades de desechos semidigeridos en el intestino delgado favorecen la proliferación de organismos de putrefacción y conducen a la autointoxicación por la absorción de tales organismos. Hay también abundancia de pruebas que indican que la sobrealimentación acorta la duración de la vida tanto de los animales como del hombre. En general, los flacos en todas las especies sobreviven a los gordos.

Así que su amor por el comer representa un desafío para cualquier persona cuyo temperamento es alto en viscerotonía. Tales personas deben aprender a escuchar la voz del appestat e imponerse la tarea de obedecerla. El appestat es un mecanismo muy delicado de la base del cerebro que nos dice cuándo comer y, hasta cierto punto, qué comer. De las voces instintivas del cuerpo, ésta es una de las que más fácilmente se escuchan, pues habla en un lenguaje muy simple, de hambre y saciedad. De cualquier modo, en nuestra civilización en lo general es poslble la abundancia de comida y nuestras ideas acerca del comer están gobernadas en gran parte por el hábito. Ingerimos lo que vagamente llamamos “tres comidas diarias”, sin ninguna relación con el appestat, únicamente porque es lo que estamos acostumbrados a hacer. Pero tres comidas completas representan, en algunas circunstancias, demasiado, y en otras, insuficiente alimento. Hay días en que, debido a la acumulación de ciertas materias tóxicas, no debe ingerirse ningún alimento. Hay otros días en que, debido a algún esfuerzo extraordinario, deben ingerirse grandes cantidades de alimento, no sólo para reabastecer los depósitos de energía gastados, sino también para reponer la sustancia vital del cuerpo. Hay además ocasiones en que se requieren cantidades extraordinarias de elementos minerales, especialmente sal, y otras en que se pueden necesitar ciertas vitaminas, particularmente ácido ascórbico (vitamina C), la que el cuerpo no puede almacenar y requiere en grandes cantidades.

El appestat le habla acerca de todas estas necesidades a la mente consciente, si está lo suficientemente alerta para oír su voz. Todo lo que ingerimos y lo que escogemos para comer debe estar basado en lo que dice. Quienes están relacionados con su appestat no necesitan seguir las diversas dietas que las gentes se imponen a sí mismas con o sin prescripción médica. Estas dietas son ejemplos de la interferencia del cerebro intelectual en asuntos que no le conciernen. No hay una dieta perfecta. Las necesidades varían de día a día, de persona a persona. Sólo el appestat puede decirnos qué días ingerir mucha comida, cuándo debemos comer principalmente proteínas, cuándo tomar gran cantidad de sal, cuándo consumir frutas y vegetales, o cuándo no comer en absoluto.

La práctica del ayuno puede ser saludable si es impuesta por razanes fisiológicas en vez de penitenciales. El hombre es una criatura cuyos ancestros ayunaban con frecuencia, no porque lo quisieran, sino porque tenían que hacerlo. Un día afortunado de caza o de pesca daba a la tribu un festín, pero éste frecuentemente era seguido por días de hambre. Se deduce de los experimentos de Frederick Hoelzel que 30 o incluso 40 días de ayuno no dañan realmente el organismo y que el ayunar cada tercer día aumentó indudablemente la longevidad de las ratas con las que él y A. J. Carlson experimentaron. Pero la indicación de cuándo ayunar debe provenir del appestat, la muda voz que cada quien debe aprender a oír y a interpretar correctamente. Un ayuno inicial de uno o dos días, durante los cuales se tomen líquidos pero no alimento sólido, generalmente es suficiente para limpiar el sistema de su sobrecarga de toxinas, para vaciar el estómago y hacer aparecer del appestat una señal genuina de hambre, cuya virtud puede notarse y “escucharse” en lo sucesivo. Si el individuo viscerotónico escucha esta voz, come sólo cuando se lo indique y se rebúsa a comer en otras ocasiones, evitará la sobrecarga del estómago que ocurre con frecuencia en los de su temperamento. Los viscerotónicos frecuentemente están bien con dos comidas al día y pueden estar mejor aún con una. Su estómago tiene gran capacidad y digiere su contenido con eficiencia. A este respecto son lo opuesto de los cerebrotónicos, quienes necesitan comer poco y con frecuencia.

Relajación excesiva. Los vicerotónicos son gente relajada por naturaleza. Adoran arrellanarse en sillones bien acojinados, les gustan las camas suaves y les encanta dormir. Si se abandonan, su maquinaria es capaz de apretar el botón de freno, para dejar que los mecanismos vegetativos trofotrópicos intervengan. De hecho, en casos extremos, el viscerotónico tiendé a volverse puramente vegetativo, tendido en la tierra como una larva, digiriendo su comida con toda tranquilidad.

Esta facilidad para relajarse, para dormirse rápida y profundamente, puede ser envidiada por cerebrotónicos, que carecen de esta disposición. Sin embargo, llevada al exceso, la tendencia al relajamiento produce un ser tan torpe y tan débil muscularmente que sufre para hacer cualquier clase de esfuerzo. Los altamente viscerotónicos tienen, por esta razón, que aprender el secreto para presionar el botón de arranque, para poner su maquinaria en movimiento y activarla. Para lograrlo, deben saber cómo incrementar la elasticidad de sus músculos.

La elasticidad muscular es una medida del estado de alerta, de la disposición a la acción. No es lo mismo que la tensión muscular, aunque rápidamente se vuelve tensión bajo condiciones de stress. Los ejercicios musculares mostrados en el apéndice A (del texto original) son especialmente valiosos para aquellos de viscerotonía elevada porque obligan al mecanismo de arranque a funcionar. Involucran la emisión de impulsos nerviosos lo suficientemente poderosos como para vencer la torpeza. Los ejercicios de hatha yoga llamados uddiyana y nauli son especialmente importantes, ya que fortalecen los músculos del abdomen, evitando la protrusión del vientre a que son tan propensos los viscerotónicos. Los ejercicios del tipo isométrico son también de valor, ya que pueden usarse en cualquier tiempo y no implican posturas especiales.

Complacencia excesiva. “Hay una firme inclinación a la complacencia que se aproxima o alcanza hasta la afectación. El individuo es plácidamente complaciente consigo mismo, en sus relaciones con su mundo y con los asuntos externos de la vida. No ve apuro o urgencia en ninguna situación, aun cuando pueda parecer un asunto desesperado para otros.” Con estas palabras describe William Sheldon lo que él llama “rasgo V 14” de viscerotonía. De nuevo un cerobrotónico, que es típicamente carente de este rasgo, puede estar inclinado a señalar: “Qué admirable”. Hasta cierto punto, esto es admirable. Confiere al individuo una facultad para permanecer tranquilo y sosegado en una crisis, para evitar la ira, decisiones precipitadas, para evitar “perder la cabeza”. Pero lo que con moderación es una virtud, se vuelve vicio si llega al exceso. La complacencia del viscerotónico es igual en su efecto psicológico a su debilidad por hundirse en sillones acojinados. Le reduce a un estado de inmovilidad vegetativa. Su defensa contra eso está en recordar su propósito y el tiempo tan limitado que tiene para lograrlo. Esta reflexión tiende a desterrar la complacencia, así como las asanas (posturas del cuerpo en yoga), vigorosamente practicadas, desvanecen la pereza muscular. Es especialmente necesario para un viscerotónico recordar de tiempo en tiempo la inevitabilidad de su muerte. A los viscerotónicos no les agrada la idea de la muerte. “Por lo común, temen esa hora, mueren con gran protesta, como si fueran a ser arrancados de la vida prematuramente.” Por esta razón, el pensar en la muerte puede corregir la complacencia del viscerotónico.

Amabilidad generalizada. Aquí tenemos otro rasgo viscerotónico que con moderación constituye una virtud, pero que se vuelve un vicio si se lleva al exceso. En su forma extrema. esta particularidad evoca en quien la observa a un cachorrito que lame indiscriminadamente a todo aquél a quien se encuentra. Este rasgo tiende a nublar la conciencia y a debilitar el juicio. Esto produce una suave y excesivamente tolerante actitud, con la cual todas las distinciones resultan imposibles. Si no puede controlar esta tendencia, no puede llegar a ser un maestro efectivo, aunque con frecuencia sea extremadamente popular. Su aproximamiento es sentimental y “tierno” y tiende a alimentar las debilidades que sus discípulos más necesitan vencer. El error está no en la amabilidad sino en la falta de discriminación. Un viscerotónico que ha dominado esta debilidad puede ser muy severo cuando la ocasión lo demanda, como lo indica el tratamiento dado por Marpa a Milarepa. (Marpa, si las descripciones tradicionales son exactas, era un lama tibetano muy viscerotónico, y el severo trato que daba a su discípulo, Milarepa, como se relata en la biografía de este último, debe haber implicado un gran esfuerzo intencional de parte de Marpa: Teatro Externo de la más alta calidad.)

Resumiendo, la viscerotonía es una condición que tiende a generar un estado de inercia en el cual la función vegetativa de la digestión se vuelve el tema central de la existencia. Aquellos cen quienes predomina esta condición están sujetos a hundirse en un estado de torpeza y deben aprender por experiencia y experimentos cómo presionar el botón de arranque para reactivar su maquinaria interna.

http://www.nutricion.org/publicaciones/pdf/antropometria/SOMATOTIPO SEDCA 2008.pdf



2.- MESOMORFO (Somatotonía – Predominio muscular).

La mesomorfia es aquel componente que da al cuerpo una postura fuerte, firme y erguida y un contorno relativamente triangular. Un individuo con un coeficiente alto en mesomorfia muestra unos hombros anchos sobrepuestos a caderas relativamente estrechas. Caracteres de mesomorfia extrema pueden observarse en héroes de revistas tales como Superman, y en todos los Tarzanes de la pantalla.

Sómatotonía es la clase de temperamento que va con la persona predominantemente mesomórfica. Este es el temperamento de acción, cuyo punto focal es la musculatura. Los somatotónicos son emprendedores y conquistadores. Conquistan montañas, selvas, otras razas, y últimamente han estado muy ocupados – como dicen ellos – conquistando el espacio. Les fascina la acción vigorosa, vencer obstáculos externos. Tienen poderes que individuos menos robustos envidiarían. Gozan de gran capacidad de resistencia física, requieren de poco sueño, son relativamente insensibles al dolor, al ruido, a la distracción y a los sentimientos de los demás.

Los siguientes obstáculos esenciales son comúnmente encarados por los tipos con un coeficiente alto en somatotonía:

Separación mental horizontal: Este es un rasgo que aleja a la gente de su propia vida interna. Aquellos en quienes está muy desarrollado, se preocupan únicamente de lo externo. Están libres de dudas, siempre están preparados para la acción y sus decisiones son precipitadas. Son tan faltos de consciencia interna que incluso pueden no darse cuenta de dolores y enfermedades serias, como tumores, úlceras, afecciones cardíacas, que pueden avanzar hasta el punto de volverse incurables, sin que lleguen a ser conscientes de ellas.

Esta separación horizontal que los aleja de niveles profundos de consciencia interna, generalmente evita que sientan ese anhelo de algo trascendente sin el cual ningún trabajo de crecimiento puede siquiera empezar. En el caso que se sintieran atraídos por algún camino, se sumergirán en él con el vigor que es característico de su tipo, Son propensos al repentino cambio de orientación que en lenguaje religioso es llamado conversión. Una vez convertidos, se lanzan – los somatotónicos se lanzan a fondo en todo – dentro de su nueva actividad con enorme energía, a la manera de Pablo de Tarso, a quien nos imaginamos claramente somatotónico.

En su atareada actividad, los somatotónicos siempre están en peligro de perder de vista su propósito interno, el cual debe serle recordado una y otra vez por su maestro. Siempre tienden a poner energía en la acción y a perseguir logros externos. Querrán construir templos, empezar cruzadas, hacer cosas. De las diversas formas de yoga, les atraerá el Karma Yoga, por su empeño en la acción, y el Hatha Yoga, por su disciplina física. Con su atlético cuerpo dominarán fácilmente todas las asanas, pero descuidarán los ejercicios internos, que son la verdadera esencia del yoga, para concentrarse en los gimnásticos, que son más o menos incidentales.

Insensibilidad: La misma insensibilidad que aleja a los somatotónicos de los niveles profundos dentro de ellos mismos, los hace también insensibles a las necesidades espirituales de los demás. Es característico que marchen por la vida con pesadas botas y que pisen a los otros con indiferencia o aun
con placer. Su falta de perspicacia, agregada a su natural intolerancia, los inducen, si deciden ser legisladores – y los somatotónicos lo son con frecuencia porque les atrae la rudeza de los políticos – a aprobar leyes prohibitivas y represoras.

También su falta de sensibilidad les impide que comprendan en un grupo las finas interacciones entre sus componentes. Rodeados por el manto de su embotamiento, tienden a pasar por alto lo esencial y muchas veces sólo comprenden – metafóricamente hablando – si les golpean la cabeza. A causa de ello, los somatotónicos que llegan a ser maestros. con frecuencia son muy violentos en sus métodos. Como ellos no comprenden nada a menos que los traten con rudeza, presumen que ese tratamiento beneficiará también a los otros. Desafortunadamente no es así. El rudo manejo que opera maravillosamente en los somatotónicos puede perjudicar mucho a los sensibles cerebrotónicos. Uno no puede evitar la sospecha de que la mayoría de los rígidos maestros zen – lo mismo que muchos guías espirituales cristianos – fueron somatotónicos.

Obediencia ciega: Los somatotónicos tienden a perder la visión introspectiva. Son como balas de pistolas que quieren ser disparadas. Por eso los líderes astutos de todos los tiempos han vivido bien explotando el componente somatotónico de amor-a-la-acción de sus contemporáneos.

Así que cuando el somatotónico se convence de que ha encontrado a su maestro, es capaz de seguirlo ciegamente, creer todo lo que le dice, realizar sin discernimiento cualquier tarea que le encomiende, sin importarle cuán ridícula pueda ser. Todos los mesías charlatanes, todos los fundadores de sectas, reúnen seguidores somatotónicos ansiosos de cumplir sus órdenes, particularmente si implican riesgo o algún elemento de violencia. Fue la somatotonía colectiva del pueblo alemán lo que lo hizo caer tan rápidamente en la doctrina de Adolfo Hitler. La violencia, crueldad y rudeza general del movimiento nazi expresaron esa somatotonía en acción. La misma violencia y brutalidad caracteriza al marxista dedicado.

Su ingenuidad, su ansia de cumplir órdenes, de ser dirigidos en vez de confiar en su propio juicio, siempre expone a los somatotónicos a caer con falsos profetas y en caminos errados. Esta es una debilidad esencial extremadamente difícil de corregir. Si un hombre no tiene discernimiento interno cómo se lo puede dar? Más aún, la confortable convicción de su propia justicia y de la justicia de la creencia en la cual tiene fe, aunada a su insensibilidad y a su pasión por la acción, hacen del somatotónico un típico legionario. No sólo se adhiere con fanática intensidad a sus creencias, sino que tiende a imponerlas por la fuerza a los demás. De buen grado soportará grandes penalidades y afrontará graves peligros para convertir a los paganos, como él los llama. Pero si ocurre que el pagano no sabe apreciar su celo apostólico, no vacilará en acelerar su conversión mediante el fuego y la espada. La mayoría de los grandes perseguidores y conquistadores de la historia han sido individuos con un alto índice de somatotonía.

Su autorectitud, su arrojo y su amor a la acción pueden también inducir al somatotónico a la ilusión de que él mismo es un profeta, un vidente, un mesías. Esto sucede cuando por algún rompimiento en la barrera interna que normalmente impone la separación mental horizontal, voces provenientes del subconsciente alcanzan el nivel consciente y son interpretadas en calidad de mensajes o mandamientos divinos. El somatotónico no tiene dudas. Se sumerge y sigue su voz interna con sincera intensidad, aun cuando su mensaje pueda parecer sin sentido a oyentes inteligentes. Lo hace con tal vigor y convicción que rara vez
le faltan seguidores. Los más peligrosos falsos profetas cuyas enseñanzas políticas y religiosas han llevado a la miseria y a la muerte a millones de personas, han pertenecido generalmente a esta categoría de somatotónicos dirigidos por la voz interna.

Deseo de dominar: Así como en un nivel de su desarrollo el somatotónico tiene debilidad por la obediencia ciega, en otro nivel tiene el deseo ardiente de dominar. Este deseo es una condición cuya evaluación es muy difícil. Es una debilidad esencial sólo comparable al egoísmo. Da a su poseedor el poder de guiar, de tomar responsabilidades. Sin embargo, al mismo tiempo constantemente amenaza con destruirlo, con cambiar todos los frutos de su trabajo interno en cenizas, al hacerlo caer víctima de ilusiones de grandeza, al atraparlo en su propio ego en el preciso momento en que debiera trascenderlo.

Los maestros con alto índice de somatotonía están siempre en peligro de resbalar cuando han alcanzado niveles superiores, cuando han adquirido grandes poderes y cuando ejercen gran influencia. Siempre están en peligro de entrar en el Sendero de la Mano Izquierda y frecuentemente lo hacen, cometiendo muchos errores en el proceso y originando desastrosas normas de conducta para ellos mismos. De todos los obstáculos esenciales que afrontan los somatotónicos, el deseo de poder es el más sutil. Es una espada de dos filos que pueden usar para abatir a sus enemigos externos o para cortar su hilo de vida espiritual.

De hecho, se puede decir de los somatotónicos que la mayoría de sus debilidades esenciales son ejemplos de virtudes que se vuelven vicios cuando se llevan al exceso. Mientras más ricamente dotado está un hombre de somatotonía, más fuerza física tiene a su disposición. Puede ir más lejos, trepar más alto, estar bien comiendo y durmiendo poco, soportar más dolor que sus camaradas viscerotónicos o cerebrotónicos. Pero los peligros que afronta son proporcionales a su poder. A su carro están uncidos briosos y violentos corceles y su precipitado curso a menudo demanda más habilidad de la que tiene el cochero. Para tales personas, depende mucho de que encuentren un maestro lo suficientemente poderoso para conducir estas energías por el camino adecuado.

Resumiendo, la persona con una alta somatotonía debe prevenirse contra su deseo de poder que la conduce, en cualquier situación, a intentar dominar, a jugar el papel de guía: a quien pretenda ser grande, dejadle ser sirviente entre vosotros, es un precepto dirigido específicamente al somatotónico hambriento de poder. Por otro lado, debe prevenirse contra la tendencia de realizar ciegamente todo lo que su maestro le diga que haga. Su tendencia es lanzarse en todas direcciones y gastar sus energías en excesiva actividad. Tiene que ejercitarse en permanecer calmo, relajado, en contemplar, en escuchar.

En su pasión por la acción física, tiende a identificar el yo con el cuerpo físico, a estar demasiado atado al cuerpo de manera que, cuando envejece, gasta mucha energía emocional en lamentarse por su pasada juventud. La lucha de la persona con alto índice de somatotonía contra el proceso de la vejez es con frecuencia un fenómeno patético. Tiende a entrar en la más trágica de las inquietudes humanas, la búsqueda de la juventud perdida. Uno de los indicadores cardinales de somatotonía es el horror de hacerse viejo. Así como el viscerotónico teme a la muerte, el somatotónico teme perder la juventud. Aceptar la inevitable declinación de su poder físico es una prueba para él muy ardua.


3.- ECTOMORFO (cerebrotonia - predominio del sistema nervioso):



Ectomorfia es aquella condición que da al cuerpo fragilidad, delgadez, pecho plano, delicadeza en general. El cuerpo del predominantemente endomorfo es oval, con la mayor masa en la región media; el del predominantemente mesomorfo es triangular, con la mayor anchura a través de los hombros; el del predominantemente ectomorfo es lineal, sin mucha carne en ningún lado. Tales personas tienen miembros delgados, pobremente musculados y delicados, con huesos de popote. Carecen de acolchonamiento y sus sistemas nerviosos quedan demasiado desprotegidos.

Cerebrotonía es la clase de temperamento que generalmente acompaña a la psique alta en ectomorfia. En la viscerotonía, el temperamento se centra en el estómago; en la somatotonía, en los músculos; en la cerebrotonía, en el sistema nervioso. Cerebrotonía es la principal característica de lo que Carl G. Jung llamó “introversión”, así como la somatotonía y la viscerotonía son características de “extroversión”. “El cerebrotónico encuentra tanto sus delicias como sus defensas en el sistema y funcionamiento’de su propia conciencia.”

Como el predominantemente cerebrotónico es tan preocupado de su propia conciencia, se podría pensar que él, más que la mayoría, podría mostrar interés en la teoría y la práctica de la Psicología Creativa. En todo lo concerniente a la teoría, eso es totalmente cierto. Las personas altas en cerebrotonía son con frecuencia “buscadores”, y tienen tendencia a leer numerosos libros sobre ocultismo, misticismo, teosofía, etc., pero el altamente cerebrotónico siempre tiende a “mentalizar” este material. Más que cualquier otro tipo, tiende a perderse en sueños. “El mayor peligro del cerebrotónico es disociarse de la realidad. La libertad de la cerebración suele adquirirse al precio de una pérdida del equilibrio biológico y, por ende, a un aparente final que equivale a suicidio.”

La cerebrotonía enfrenta a su poseedor a una formidable fila de obstáculos y limitaciones esenciales que de alguna manera debe aprender a vencer o aceptar. Esto se deduce de los siguientes rasgos cerebrotónicos.

Hiperactividad fisiológica. Este rasgo es indudablemente la maldición de la cerebrotonía. El altamente’cerebrotónico reacciona en exceso prácticamente a todo. Tanto su sistema nervioso central, sobre el cual tiene control directo, como su sistema nervioso autónomo, sobre el cual no tiene ningún control, son puestos en marcha muy sutilmente, con el vuelo de una mosca, por así decirlo. El proceso digestivo en tales personas es convertido en un alboroto por la más leve estimulación emocional. Náuseas, indigestión, dolores de cabeza, palpitaciones del corazón; todo esto puede ser inducido por situaciones que dejarían de lo más plácido al imperturbable viscerotónico. Su piel es con frecuencia sensitiva y se inflama por la irritación física o nerviosa.

Así como el viscerotónico debe aprender a presionar el botón de arranque para evitar caer en un estado de torpeza vegetativa, el cerebrotónico debe aprender a presionar el botón de freno, para detener sus reacciones, para calmar su higeractivo sistema digestivo, para relajar sus músculos tensos, especialmente los de la cara. Tales personas viven todo el tiempo cerca del punto de agotamiento Pierden energía por la excesiva tensión muscular. También presionan muy fácilmente el botón del pánico cuando no hay necesidad de tales medidas de emergencia, inundando su sistema de adrenalina y dejándolo por consiguiente exhausto.

Por esta razón, el predominantemente cerebrotónico, si desea obtener resultados de la práctica de la Psicología Creativa, debe obligarse a seleccionar un medio ambiente relativamente aislado en el cual vivir o trabajar. El ermitaño que huye a una cueva o al desierto frecuentemente es obligado a hacerlo, no para escapar de lo que vagamente es llamado “los deseos de la carne”, sino para protegerse de la sobreestimulación y del terrible gasto de energía que eso significa.

Amor por el aislamiento y sociofobia. Estos dos rasgos cerebrotónicos encajan lógicamente en el patrón ya mencionado. El predominantemente cerebrotónico no está a gusto con la gente. Evita y le disgustan las reuniones sociales, huye de los contactos sociales, particularmente de los nuevos. Cuando se le introduce a una situación social, se vuelve tenso, torpe y confuso. El insaciable apetito por gente y compañía que forma parte del temperamento viscerotónico está ausente en el cerebrotónico. Cuando tiene problemas busca la soledad. Sus amigos son pocos.

Este rasgo es indudablemente un obstáculo esencial para quien desea lograr el estado de autotrascendencia, “viendo al yo en todas las cosas y todas las cosas en el yo”. Los nervios, la agitación al estar acompañado, son reacciones que pueden y deben ser superadas por quien desee obtener el cuarto estado de conciencia. Estas reacciorıes pueden ser superadas porque son el resultado de la identificación con la persona, la cual, en los cerebrotónicos, es propensa a la ineptitud social. Cuando se rompe la identificación con la persona) la agitación desaparece. Y no importa ya si uno es aceptado o rechazado, admirado o despreciado. Los cerebrotónicos que alcanzan este estado descubren que su dificultad con las reuniones sociales ha desaparecido. No temen más a tales reuniones aunque probablemente continuarán evitándolas, lo cual, ya que tales reuniones son en su mayoría una total pérdida de tiempo, parece ser una decisión inteligente.

Sueño pobre, fatiga crónica. Este rasgo de cerebrotonía es una limitación esencial que puede, bajo algunas circunstancias, ser muy dañina. En efecto, hay muchas pruebas que indican que los “ataques esquizofrénicos” a los cuales los cerebrotónicos son particularmente propensos, son producidos o por lo común precedidos por ataques de insomnio. El cerebrotónico simplemente no puede dormir en la fácil y relajada manera del viscerotónico, ni puede vivir bien con el poco sueño del somatotónico. Su necesidad de sueño es de lo más grande porque “duerme mal”, lo cual quiere decir que, aun cuando esté dormido, su sobrealerta, hiperactiva corteza cerebral no está totalmente desconectada y sus músculos no están realmente relajados. El más leve ruido le despierta, especialmente los ronquidos. Los ronquidos son fatales para el sueño del cerebrotónico y los matrimonios entre cerebrotónicos y somatotónicos están propensos a desunirse por la intolerancia del primero a la tendencia a roncar del segundo.

Como la mayoría de sus defectos esenciales, el mal sueño del cerebrotónico resulta de la hiperactividad del sistema de arranque. Y nuevamente, como Ea mayoría de los defectos esenciales, éste es difícil de corregir. Hay técnicas que ofrecen al estudiante una idea de los mecanismos involucrados en el dormir, para entrar y explorar el estado onírico.

Indiscriminada hostilidad. La indiscriminada amabilidad de los viscerotónicos puede, en los cerebrotónicos, ser reemplazada con una igualmente indiscriminada hostilidad. Debido a sus excesivamente rápidas reacciones, no tolera las lentas reacciones de los viscerotónicos, desprecia su amor a las caravanas, su amor a la comida, su pereza, su complacencia. Puede envidiar o incluso admirar algunas de las cualidades de los somatotónicos (su indiferencia espartana al dolor, su resistencia física, su capacidad para digerir “piedras” ), pero aborrece su algarabía, su insensibilidad, su falta de visión interna. Esta hostilidad, combinada con su amor a la privacía y su sociofobia, puede fácilmente volverlo un amargado recluso, que renuncia al mundo con espíritu de salvaje, despreciando y mofándose de quienes continúan consintiendo en sus placeres. Aunque muchos de los grandes perseguidores fueron somatotónicos, muchos otros fueron amargados cerebrotónicos. Sus flacos y enojados rostros tuvieron que ver con muchas orgías de asesinato judicial, donde brujas o herejes perecieron entre las llamas.

Sexualidad distorsionada. Los cerebrotónicos son intensamente sexuales, frecuentemente casi enfermos. La urgencia sexual, que escasamente perturba la superficie de la vida del viscerotónico, que el somatotónico acepta fácilmente y la amolda con rapidez a su pauta de vida, golpea al cerebrotónico como un huracán, haciéndolo flotar en una y otra dirección, poniendo en peligro su estabilidad e incluso su cordura. Es amenazado especialmente durante la pubertad, cuando en nuestra cultura operan tabúes extremos para evitar la gratificación norrnal y cuando, en el macho, la urgencia sexual es más poderosa.

Como el cerebrotónico es tan dominado por su cerebro intelectual, su poderosa sexualidad frecuentemente le parece como una fuerza ajena, una especie de demonio contra el cual tiene que luchar. En el curso de esta lucha, toda la fuerza sexual se distorsiona, volviéndose sobre sí misma para generar impulsos destructivos, centrados en la idea de la “mortificación de la carne”. La lucha contra la sexualidad que tuvo y aún tiene un importante papel en la llamada moralidad de la iglesia cristiana ha causado probablemente más miseria humana que todas las grandes plagas combinadas. Esta lucha que, en su extremo, reduce grandes proporciones de la poLlación de Europa al estado de obsesionados lunáticos homicidas, tiene su origen en el conflicto cerebrotónico entre la fuerte urgencia sexual y la interferencia de la corteza cerobral, que rehúsa aceptar esta urgencia o permitirle fluir dentro de sus canales normales.

Los cerebrotónicos sólo ponen obstáculos en el camino de su desarrollo si permiten que la influencia del Culto-de-la-Culpa les impida relacionarse con su propia sexualidad. Para tales personas, la liberación dionisiaca es esencial para una salud normal. Son, la mejor de las veces, hipertensos, sobrerreprimidos y sobreansiosos. Para ellos, una plena e intensa relación sexual les ofrece la sa!ida del laberinto de suenos diurnos en que tienden a estar sumergidos. Tales personas deben aprender a amar y, en el proceso, aprender a aceptar sus propios instintos. Esto para ellas es una tarea ardua. No aman con facilidad, y su silencioso e inhibido modo de ser tiende todo el tiempo a separarlas de la corriente principal de la vida, convirtiéndolas ya sea en ermitaños o en cínicos.

Todo esto parece dar la impresión de que el cerebrotónico tiene más grandes obstáculos en su camíno que el somatotónico o el viscerotónico. Quizás así sea. Ha tensado sus ataduras biológicas y está en peligro de quedar flotando. El viscerotónico, con su espléndido estómago, mantiene sus labios pegados firmemente al pecho de la madre tierra, igual que los herbívoros en general. El somatotónico, activo, musculoso, agresivo, tiene cierta tendencia a atrapar análoga a la de los carnívoros y a la de las grandes aves de rapiña. El cerebrotónico no tiene comparación con otros anirmales. Con su predominante y vasta corteza cerebral, es quizas el más “humano” de los humanos, pero eso no constituye necesariamente una ventaja, ni para la cruda lucha de la existencia ni para la sutil lucha por un total y armonioso desarrollo de la conciencia. La cerebrotonía es un bien de dudoso valor.



4.- RESUMEN:

Bueno, en primer lugar, las características descritas por el autor del texto son para individuos 100% endomorfos. No todo el mundo tiene TODAS las características o es 100% endomorfo (viscerotónico). Además, él incluye especialmente las características psicológicas de la fisonomía.
Esas características morfológicas PUEDEN MODIFICARSE, no solo con un cambio en el modo de alimentarse, sino con un cambio en la actitud y disposición. Está claro que requiere de un esfuerzo, pero puede modificarse lográndose incluso modificaciones hacia cualquiera de los otros dos tipos morfológicos (también definidos por el autor en sus características psicológicas, no solo físicas).

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En cuanto a dietas, estoy convencido que la clave principal es el cambio brusco de los hábitos alimenticios. Dar un vuelco al modo de hacer las cosas. Hay que pensar también que la mayoría de las personas cuando llegan a esta página, ya no están en ese punto 100% viscerotónicos, están en algún punto a "mitad de camino" entre la endomofia y la mesomorfia (considerado un estado ideal).

El ectomorfo tiene graves problemas para aumentar su masa muscular, el endomorfo también. La diferencia fundamental está en que el ectomorfo, no tiende a acumular tejido graso con el exceso de consumo alimenticio, logrando aumentar su masa magra con buena alimentación y entrenamiento. El endomorfo, si se excede en la alimentación acumulará tejido graso de inmediato.

Sin embargo, a pesar de estas tendencias tan disímiles entre ambas morfologías, alcanzar el objetivo dependerá, en ambos casos por igual, de la disciplina en el entrenamiento. Alcanzada la disciplina en el hábito de entrenamiento, un cambio de hábitos y actitudes es la pieza clave para los endomorfos con importante tendencia a ser sedentarios y para los ectomorfos que deberán acostumbrarse a exceder su consumo de alimentos habitual.

¿ Descubriste cual es tu biotipo predominante ? pues ya es hora de comenzar a trabajar de acuerdo a estas cualidades... estaré atento a responder cualquier duda sobre nutricion y rutinas para cada caso.

Les saluda:

MYSTERY...
 
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