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El care palo y la chacotera

caspiito

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2023/01/11
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En una población cuma de Santiago, vivía el Kevin, un loco bacán que se mandaba todos los palos. Un día, en una fonda cuática, el Kevin conoció a la Cony, mina regia, pura tentación. Se hicieron amigos, pero algo más se cocinaba.

El Kevin, en su pega de mecánico, conoció al Juanito, compadre de la Cony. Cachaí que el Kevin no tenía idea de eso, así que siguió dándole corte a la Cony, sin pescar que el Juanito era el pololo. Hasta que un día, la Cony tiró la talla en una asao y le contó al Kevin que tenía al Juanito, pero igual le hacía los ojos.

El Kevin, no pescó y siguió dándole corte, y la Cony no se quedó atrás. Entre carretes, carcajadas y cumbia, el Kevin y la Cony se pusieron en modo caliente, dejando la lealtad de lado. El Kevin, flaite de corazón, pensó que el Juanito no se iba a enterar nunca.

Pero la vida es como una caja de sorpresas y un día, en una tocatita en la población, el Juanito cachó la movida. La media charcha se armó: gritos, garabatos y palabrotas volaron por los aires. La Cony quedó en la cresta, el Kevin se mandó la media escapada y el Juanito, con el corazón roto, se quedó en la plaza tomando hasta el amanecer.

La historia corrió como reguero de pólvora por la población. Todos sabían del enredo flaite. La Cony se ganó el apodo de "Chacotera" y el Kevin, el mote de "Cara e' palo". El Juanito, entre pena y rabia, se dedicó a carretear más duro que nunca, tratando de olvidar la traición.

Así, en el barrio, quedó marcada la historia de infidelidad más flaite de todas. Un triángulo amoroso que nadie iba a olvidar. Y es que, en esas poblaciones cumbieras, las historias de amor y traición se cuentan al ritmo de la cumbia villera. ¡Así es la vida, compadre!
 
En una población cuma de Santiago, vivía el Kevin, un loco bacán que se mandaba todos los palos. Un día, en una fonda cuática, el Kevin conoció a la Cony, mina regia, pura tentación. Se hicieron amigos, pero algo más se cocinaba.

El Kevin, en su pega de mecánico, conoció al Juanito, compadre de la Cony. Cachaí que el Kevin no tenía idea de eso, así que siguió dándole corte a la Cony, sin pescar que el Juanito era el pololo. Hasta que un día, la Cony tiró la talla en una asao y le contó al Kevin que tenía al Juanito, pero igual le hacía los ojos.

El Kevin, no pescó y siguió dándole corte, y la Cony no se quedó atrás. Entre carretes, carcajadas y cumbia, el Kevin y la Cony se pusieron en modo caliente, dejando la lealtad de lado. El Kevin, flaite de corazón, pensó que el Juanito no se iba a enterar nunca.

Pero la vida es como una caja de sorpresas y un día, en una tocatita en la población, el Juanito cachó la movida. La media charcha se armó: gritos, garabatos y palabrotas volaron por los aires. La Cony quedó en la cresta, el Kevin se mandó la media escapada y el Juanito, con el corazón roto, se quedó en la plaza tomando hasta el amanecer.

La historia corrió como reguero de pólvora por la población. Todos sabían del enredo flaite. La Cony se ganó el apodo de "Chacotera" y el Kevin, el mote de "Cara e' palo". El Juanito, entre pena y rabia, se dedicó a carretear más duro que nunca, tratando de olvidar la traición.

Así, en el barrio, quedó marcada la historia de infidelidad más flaite de todas. Un triángulo amoroso que nadie iba a olvidar. Y es que, en esas poblaciones cumbieras, las historias de amor y traición se cuentan al ritmo de la cumbia villera. ¡Así es la vida, compadre!

Fome culiao
 
En una población cuma de Santiago, vivía el Kevin, un loco bacán que se mandaba todos los palos. Un día, en una fonda cuática, el Kevin conoció a la Cony, mina regia, pura tentación. Se hicieron amigos, pero algo más se cocinaba.

El Kevin, en su pega de mecánico, conoció al Juanito, compadre de la Cony. Cachaí que el Kevin no tenía idea de eso, así que siguió dándole corte a la Cony, sin pescar que el Juanito era el pololo. Hasta que un día, la Cony tiró la talla en una asao y le contó al Kevin que tenía al Juanito, pero igual le hacía los ojos.

El Kevin, no pescó y siguió dándole corte, y la Cony no se quedó atrás. Entre carretes, carcajadas y cumbia, el Kevin y la Cony se pusieron en modo caliente, dejando la lealtad de lado. El Kevin, flaite de corazón, pensó que el Juanito no se iba a enterar nunca.

Pero la vida es como una caja de sorpresas y un día, en una tocatita en la población, el Juanito cachó la movida. La media charcha se armó: gritos, garabatos y palabrotas volaron por los aires. La Cony quedó en la cresta, el Kevin se mandó la media escapada y el Juanito, con el corazón roto, se quedó en la plaza tomando hasta el amanecer.

La historia corrió como reguero de pólvora por la población. Todos sabían del enredo flaite. La Cony se ganó el apodo de "Chacotera" y el Kevin, el mote de "Cara e' palo". El Juanito, entre pena y rabia, se dedicó a carretear más duro que nunca, tratando de olvidar la traición.

Así, en el barrio, quedó marcada la historia de infidelidad más flaite de todas. Un triángulo amoroso que nadie iba a olvidar. Y es que, en esas poblaciones cumbieras, las historias de amor y traición se cuentan al ritmo de la cumbia villera. ¡Así es la vida, compadre!
PORMA.
Olvídala, Juanito :burlones:
 
Y pensar que esa realidad era mejor a la actual sin puñaladas, balazos, música, arepas, chokitos, maracas, tusy y gritos caribeños, todo caribeños
 
Esta historia está para hacer tremenda película, que pedazo de trama !!!! , la cagó
 
En una población cuma de Santiago, vivía el Kevin, un loco bacán que se mandaba todos los palos. Un día, en una fonda cuática, el Kevin conoció a la Cony, mina regia, pura tentación. Se hicieron amigos, pero algo más se cocinaba.

El Kevin, en su pega de mecánico, conoció al Juanito, compadre de la Cony. Cachaí que el Kevin no tenía idea de eso, así que siguió dándole corte a la Cony, sin pescar que el Juanito era el pololo. Hasta que un día, la Cony tiró la talla en una asao y le contó al Kevin que tenía al Juanito, pero igual le hacía los ojos.

El Kevin, no pescó y siguió dándole corte, y la Cony no se quedó atrás. Entre carretes, carcajadas y cumbia, el Kevin y la Cony se pusieron en modo caliente, dejando la lealtad de lado. El Kevin, flaite de corazón, pensó que el Juanito no se iba a enterar nunca.

Pero la vida es como una caja de sorpresas y un día, en una tocatita en la población, el Juanito cachó la movida. La media charcha se armó: gritos, garabatos y palabrotas volaron por los aires. La Cony quedó en la cresta, el Kevin se mandó la media escapada y el Juanito, con el corazón roto, se quedó en la plaza tomando hasta el amanecer.

La historia corrió como reguero de pólvora por la población. Todos sabían del enredo flaite. La Cony se ganó el apodo de "Chacotera" y el Kevin, el mote de "Cara e' palo". El Juanito, entre pena y rabia, se dedicó a carretear más duro que nunca, tratando de olvidar la traición.

Así, en el barrio, quedó marcada la historia de infidelidad más flaite de todas. Un triángulo amoroso que nadie iba a olvidar. Y es que, en esas poblaciones cumbieras, las historias de amor y traición se cuentan al ritmo de la cumbia villera. ¡Así es la vida, compadre!

No se entiende nada, parece algo que escribiría un delincuente o convicto.
 
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me la ganaron... falto el evaristo moya en la historia
 
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