DemonDevil
Legionario
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Sobrevolaba el cielo una nube pequeña de algodón puro en su consistencia, y una sonrisa albina coronando su faz de criatura voladora.
La llamé por su nombre: Nube voladora!! Ey!! Nube voladora..
Al mirarme reconoció mi rostro oscuro y misterioso.
Le pregunté si te había visto, si te había observado danzar alegre entre la floresta siendo entre todas las flores las más hermosa y me dijo que te había visto pero no danzando entre las flores sino que te había visto en el cielo nocturno, tiritando de frío y azulada.
El frío vacío espacial así te tenía , pues estabas despojada de vestiduras más que el mágico velo tenue que siempre te cubre de pies a cabeza, por lo cual al moverte el destello de luz nacida de tus manos se concentraba primero en tu frente y luego surgía desde el rumor de olas de tus ojos hacia las tibias cabezas de los habitantes de la tierra que tenían en contemplarte la suerte inmensa.
Me contó también que te había visto entregarte al sueño bastante tarde, que de tus miradas casi perdidas en los sueños una sombra las cubría, pero cuando la luz del sol iluminó nuevamente tus cabellos, la paz y la esperanza volvieron a ser parte de tu nombre y de tu vida.
DD
La llamé por su nombre: Nube voladora!! Ey!! Nube voladora..
Al mirarme reconoció mi rostro oscuro y misterioso.
Le pregunté si te había visto, si te había observado danzar alegre entre la floresta siendo entre todas las flores las más hermosa y me dijo que te había visto pero no danzando entre las flores sino que te había visto en el cielo nocturno, tiritando de frío y azulada.
El frío vacío espacial así te tenía , pues estabas despojada de vestiduras más que el mágico velo tenue que siempre te cubre de pies a cabeza, por lo cual al moverte el destello de luz nacida de tus manos se concentraba primero en tu frente y luego surgía desde el rumor de olas de tus ojos hacia las tibias cabezas de los habitantes de la tierra que tenían en contemplarte la suerte inmensa.
Me contó también que te había visto entregarte al sueño bastante tarde, que de tus miradas casi perdidas en los sueños una sombra las cubría, pero cuando la luz del sol iluminó nuevamente tus cabellos, la paz y la esperanza volvieron a ser parte de tu nombre y de tu vida.
DD