Otras formas de medir serian el IDH-D (indice de desarrollo humano ajustado a la desigualdad )
El coeficiente de Gini se suele utilizar como medida de la desigualdad de ingreso, consumo o riqueza. Hubo un intento de aplicar el índice de Gini para medir la desigualdad en la distribución del IDH (Hicks, 1998).
La elección del índice de desigualdad de Atkinson responde a tres factores: consistencia en subgrupos, sensibilidad a la desigualdad en el extremo más bajo de la distribución, y sencillez de cálculo y elegancia matemática del IDH-D compuesto resultante.
La consistencia en subgrupos significa que, si la desigualdad se reduce en un subgrupo (región, grupo étnico, etc.) y permanece invariable en el resto de la población, entonces la desigualdad general también desciende. El coeficiente de Gini no tiene esta particularidad.
Por su estructura, el coeficiente de Gini otorga la misma relevancia a toda la distribución, mientras que el índice de desigualdad de Atkinson hace más énfasis en el extremo inferior, por lo que refleja mejor la mortalidad infantil, el analfabetismo y la pobreza económica.
Por último, la forma geométrica del IDH en combinación con el índice de Atkinson ofrece un sencillo y elegante IDH-D compuesto independiente de la trayectoria seguida, que se obtiene calculando primero la desigualdad para cada dimensión y, después, entre dichas dimensiones, lo que además supone que puede calcularse combinando datos procedentes de diversas fuentes (tablas de vida y diferentes encuestas sobre educación e ingresos).
