Exjefe de inteligencia francés: “Todas las sociedades multiculturales están condenadas”

El exjefe de inteligencia francés, Pierre Brochand, advierte que, a menos que Europa y Francia cambien radicalmente sus políticas sobre inmigración masiva, podría estallar una guerra civil, afirmando que “todas las sociedades multiculturales están condenadas”.

Brochand, quien se desempeñó como director de la DGSE de Francia de 2002 a 2008, hizo los comentarios durante una entrevista con el periódico francés Le Figaro.

“Todas las sociedades 'multiculturales' están condenadas a rupturas más o menos profundas”, advirtió Brochand, y agregó: “En tal situación, sucede que las minorías son ganadores violentos y las mayorías perdedores plácidos”.

El impacto negativo de la inmigración masiva en Francia ya no se puede descartar porque es "cada vez más difícil evitar que los franceses vean lo que ven", y también porque "una personalidad revolucionaria ha aparecido de repente en el mundo de las fórmulas de la política que los ha alentado para abrirles los ojos”, dijo Brochand.

El exjefe de inteligencia predice que si Emmanuel Macron gana las elecciones presidenciales y no logra modificar masivamente su enfoque de la inmigración, podría producirse una guerra civil.

“Este levantamiento gradual de la población francesa, si no el único desafío que enfrentamos, es el único que amenaza directamente la paz civil en nuestro territorio”, dijo Brochand, advirtiendo que los inmigrantes musulmanes y otros de fuera de Europa han desarrollado un “espíritu de solidaridad”. venganza poscolonial”.




También advirtió que la tasa de natalidad significativamente más alta de la población migrante y el hecho de que las generaciones más jóvenes nacidas de inmigrantes están “aún menos integradas en la sociedad francesa que sus padres”, amenaza la estructura de la sociedad francesa.

Brochand dice que la única solución es la propuesta por el candidato presidencial francés Eric Zemmour, a saber, la “remigración”, que incentiva o exige que millones de migrantes regresen a sus países de origen.

Cuando se le preguntó si era demasiado tarde, Brochand respondió: “En cualquier caso, es muy tarde. Seamos realistas: ya no se trata de individuos dispersos, es decir, de tantos 'casos especiales', cada uno en busca de un futuro mejor, sino de diásporas”.

“Una diáspora es una entidad, formada por inmigrantes y sus descendientes, incluidos, de manera crucial, los ciudadanos franceses, que se agrupan y cuyo número alcanza una masa crítica suficiente para que la presión social aliente la perpetuación de las creencias y formas de vida de los países. de origen, con los que las relaciones siguen siendo tensas”, explicó Brochand. “Así se forman espontáneamente enclaves extranjeros más o menos cerrados que dan la espalda al país de acogida y sus costumbres”.

La conclusión de Brochand es aleccionadora y sombría.

“Todas mis experiencias acumuladas me hacen vislumbrar un futuro oscuro, y hasta muy oscuro, para nuestros hijos y nietos. En el mejor de los casos, se encaminan hacia un colapso insospechado de su calidad de vida (una implosión); en el peor de los casos, los estamos conduciendo a terribles enfrentamientos (una explosión). Lo más probable es que haya una combinación de los dos en medio de una creciente confusión”.