Ayer fui "victima" de uno de estos weones.
Pasé a una cafetería en el centro y me atendió uno de estos locos. De mala gana acepté pero para no armar atado no dije nada.
El weón llega a tomar el pedido, lo que apenas le entendí del balbuceo en español. Pedí un té con porción de torta.
Al rato me trae un té de menta y la porción de torta. No puso el individual de papel, ni siquiera servilletas el weas.
No hubo forma de explicarle que le pedí té, no un té de menta o de hierbas.
Me dio rabia, pedí el libro de reclamos y chanté el reclamo.
Más encima después de haberme llevado las weas a la mesa apurado se fue a sentar y se puso a chatear.
Y después salen con que son mejores trabajadores que los chilenos.