Hoy Argentina superó el millón de contagiados, PERO..
Un millón de contagios de coronavirus en la Argentina: estiman que hay seis veces más de infectados
Dos estudios y la alta tasa de positividad dan cuenta del gran porcentaje de casos que queda fuera de registro. Preocupación por las cifras de muertes.
Hay dos formas de empezar esta nota: "Argentina acumuló un millón de confirmados de
coronavirus" o "Argentina acumuló
su primer millón de confirmados de coronavirus". Por un lado, nada indica que la
pandemia esté por terminar, en especial cuando las muertes -al cierre de esta nota, más de 26.000- no aflojan. A la vez, si algo se puede pasar en limpio tras 7 meses de
cuarentena es que
el millón que motiva estas líneas es simbólico. Representa unos
6 millones de infectados reales de coronavirus.
Las preguntas de esta
radiografía de la pandemia son incómodas. Qué se hizo, por qué no alcanzó y por qué no se admite de una vez que, dejando de lado las muertes adicionales que hubiera dejado un colapso sanitario (sin dudas evitado, y con mucho esfuerzo), a la larga, sin una
vacuna salvadora, por más que se haya ensanchado y amesetado la curva de contagios,
el saldo será similar al obtenido con la epidemia "clásica" de pico alto.
Parece que, o primó esa dificultad -casi genética- para revertir con sabiduría y previsión escenarios adversos (hoy, la
pandemia) o, en cambio, hubo algún tipo de
malentendido. Es decir que mientras las autoridades se autoimponían la urgencia de robustecer el sistema de salud para evitar más muertes (además de las del Covid), por alguna razón nosotros
confundimos la intención y elevamos la expectativa: creímos que además se frenarían, en serio, los contagios.
¿O fue contradictorio el mensaje?
Lo anterior fue conversado con infectólogos, epidemiólogos y matemáticos que siguen la pandemia con obsesión. El diagnóstico fue unánime: 1) El objetivo máximo fue evitar el desborde del sistema de salud. 2) Eso fue muy importante y se logró. 3) Otras estrategias como el plan
DetectAr fueron y son insuficientes, o demasiado
desparejas entre jurisdicciones. Y, 4) a pesar de algunos inentendibles traspiés en el
conteo de los tests, básicamente
se testea muy poco en comparación a otros países, aunque no hay consenso sobre si es falta de recursos o qué.
Con 52.372 tests por millón de habitantes, el sitio
Worldometers nos ubica
121° sobre 216 países, vergonzosamente debajo de Chile (48°), Perú (73°), Colombia (94°), Brasil (96°), Uruguay (100°) y Venezuela (102°).
Como resumió Esteban Ortiz Ospina, investigador asociado de la Universidad de Oxford, Inglaterra, y una de las cabezas de
Our World in Data (OWID), “la brecha entre infecciones estimadas y casos confirmados de Argentina es en gran medida resultado del
testeo insuficiente".
Uno a seis
Entre médicos y opinadores de todos los signos políticos suele haber consenso en que “
la primera cuarentena estuvo bien y sirvió”. La medida llevó a
rallentar los contagios y a que Argentina edificara cierta
reputación internacional.
Pero
todo se desmoronó con la prolongación del ASPO, sin un freno real de los contagios, que cuando bajan acá, aumentan allá. Así ganaron el “
para qué” y el “
bueno, basta”, y el resultado fue una caída al
puesto 200° en la
tasa de infectados, casi 2.200 por cada 100.000 habitantes (ojo, contando el millón de infectados y no los 6 millones reales).
Por cierto,
¿cómo se calculan esos 6 millones de contagiados? Al menos dos
papers nacionales (pendientes de revisión por pares) focalizan en esto.
Uno se difundió en julio y tiene entre sus autores a la
reconocida viróloga Andrea Gamarnik y al ministro de Salud porteño,
Fernán Quirós. Se titula
Encuesta de Seroprevalencia de SARS-CoV-2 a nivel comunitario en habitantes de barrios marginales urbanos de la ciudad de Buenos Aires, Argentina: una investigación participativa y ahonda en la seroprevalencia de las villas porteñas, donde, estiman, la relación
confirmados/infectados fue de 1 a 10.
El otro, de septiembre (
Estimación del número real de casos de COVID-19 del análisis de muertes), es un trabajo de los químicos e investigadores del Conicet Roberto Etchenique y Rodrigo Quiroga. En base al
IFR (sigla en inglés de la
tasa de fatalidad por infección) de España, realizaron una “curaduría” para dotar ese cálculo de los adecuados matices locales, y de ahí salió la hipótesis de que
por cada Covid confirmado hay entre 6 a 10 infectados reales, según la provincia. En el AMBA oscilaría entre 6 y 8 veces.
El cálculo contempla diferencias por
decil etario: más joven es la persona que fallece, más infectados tiene asociados. "La brecha revela no solo el gran porcentaje de asintomáticos sino la predisposición de la gente para acudir al sistema de salud, si sus síntomas son leves",