Los verdaderos hombres golpeamos muros de concreto con los puños.
El vidrio no devuelve el impacto, simplemente hace ruido. Ruidoso como las maracas y maricones.
Y pa peor, morir por un arrebato provocado por una maraca haciendo un show de maricón.
Muerte culiá vergonzosa.
Nada de valor se perdió.