Según informó
CNN México, ni siquiera el entrenador de Yang conocía la dura realidad que atravesaba su atleta, quien vivía con su familia en un pequeño túnel del área rural de la Provincia de Jeolla -200 kilómetros al suroeste de la capital de Corea del Sur, Seúl. En dicho lugar, la “estructura hechiza” se sostenía con delgadas hojas de plástico y madera. Eso, hasta ser duramente azotada por las fuertes lluvias que afectaron el sector hace dos años. Ante este panorama, luego que su historia saliera a la luz el pasado lunes -a horas de coronarse como el mejor del mundo en su disciplina-, múltiples compañías le ofrecieron ayuda.
Ese fue el caso del Grupo LG cuyo Director General, Koo Bon Moo, anunció que donaron 444.000 dólares -más de 210 millones de pesos chilenos- al joven, para tenderle una mano. Por su parte, la compañía de construcción Samla Group informó esta semana que construirá un departamento para el atleta avaluado en 190.000 dólares -90 millones de pesos-, de modo que él y su familia se muden a fines del próximo año.
En tanto Nongshim, fabricante de las sopas instantáneas preferidas de Yang, señaló que ofrecerán “cantidades ilimitadas” de sus productos al atleta y sus familiares. Mientras, la Asociación de Gimnasia de Corea afirmó que donaron 88.000 dólares -casi 42 millones de pesos- al gimnasta para que atienda sus necesidades deportivas.
Cabe destacar, que Yang comenzó a entrenarse en la gimnasia cuando tenía 9 años y, durante su corta carrera, destacó en varios eventos internacionales.
No obstante, en Londres 2012 alcanzó la gloria al ganar la presea dorada con 16.533 puntos y dejar en el camino a fuertes contendores como el ruso Denis Ablyazin (plata), el ucraniano Igor Radivilov (bronce) y el chileno Tomás González (cuarto lugar).
empresaurios y gobierno
el surcoreano
