Gnosi Seauton
Hincha Huevas
- Registrado
- 2012/04/06
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Tienen que ser basados en experiencias propias. El tema se inspira en la guía para la vida de Bart Simpsons.
- Un consejo que vine a comprender más grande: APRENDER A TOMAR. Aprender a tomar implica, obviamente y en primerísimo lugar, tomar. Suena obvio, una perogrullez, pero hay gente que no toma. Yo entre ellos, hace varios años. Desde mi punto de vista es un error. La embriaguez, no sólo por alcohol, es consustancial a casi cualquier cultura occidental. Los griegos se embriagaban en los ágapes para estimular la conversación, y no precisamente los borrachines de esa época, sino que los mismos filósofos y sacerdotes ligados a los ritos báquicos de la agricultura y fertilidad. Recordemos que el mal endémico de cualquier relación humana es la paupérrima comunicación (la falta de o la mala interpretación de la misma), por lo que beber y sus consecuencias nos pueden llevar a una grata conversación, nos suelta la lengua y nos abre la mente. Hay que eliminar el prejuicio al alcohol y también eliminar la vanagloria sin sentido, hay que saber degustar, conocer nuestros límites, profundizar en nuestros gustos, aprender a diferenciar abre tu mente y tu sensibilidad. Tolerancia a fin de cuentas. Poder distinguir entre un licor dulce de uno amargo. ¿Qué mierda está hablando este weón? Sólo me nació escribir esta weá de repente . Insisto que basado en experiencias personales. No es una apología al alcoholismo, eso jamás. Pero sí es un consejo basado en mi propia vida. Gané amigos, pololas, enemigos, me acerqué a familiares, gané conversaciones con gente que jamás pensé en conocer. En fin.
- Un consejo que vine a comprender más grande: APRENDER A TOMAR. Aprender a tomar implica, obviamente y en primerísimo lugar, tomar. Suena obvio, una perogrullez, pero hay gente que no toma. Yo entre ellos, hace varios años. Desde mi punto de vista es un error. La embriaguez, no sólo por alcohol, es consustancial a casi cualquier cultura occidental. Los griegos se embriagaban en los ágapes para estimular la conversación, y no precisamente los borrachines de esa época, sino que los mismos filósofos y sacerdotes ligados a los ritos báquicos de la agricultura y fertilidad. Recordemos que el mal endémico de cualquier relación humana es la paupérrima comunicación (la falta de o la mala interpretación de la misma), por lo que beber y sus consecuencias nos pueden llevar a una grata conversación, nos suelta la lengua y nos abre la mente. Hay que eliminar el prejuicio al alcohol y también eliminar la vanagloria sin sentido, hay que saber degustar, conocer nuestros límites, profundizar en nuestros gustos, aprender a diferenciar abre tu mente y tu sensibilidad. Tolerancia a fin de cuentas. Poder distinguir entre un licor dulce de uno amargo. ¿Qué mierda está hablando este weón? Sólo me nació escribir esta weá de repente . Insisto que basado en experiencias personales. No es una apología al alcoholismo, eso jamás. Pero sí es un consejo basado en mi propia vida. Gané amigos, pololas, enemigos, me acerqué a familiares, gané conversaciones con gente que jamás pensé en conocer. En fin.