Una vez venia de la casa de una amiga con un amigo luego de habernos tirado un LSD y chela, habiendose pasado el efecto caminamos a nuestras respectivas casas, en eso hay una plaza, en lo que mi amigo expresa sentir ganas de orinar, entonces el se adentra un poco a los arbustos y se pone a mear, yo lo espero, en lo que el vuelve me comenta que al mear no se da cuenta (era de noche) que estaba meando sobre un vagabundo, el cual le replicó: "Oye cuidado", apuramos la marcha en temor a una represalia y con pesar en nuestros corazones por un acto de baja moral, aunque no deseado.