Awww.
Pero hay que recordar que cuando vinieron a tomar preso a Jesús, ante la intención de alguno de los apóstoles de atacar - y uno habiendo herido a uno de los soldados romanos -, Jesús, además de decir el famoso "el que a hierro mata, a hierro muere", les dijo que si él quisiese y ordenase, al instante podría llamar hordas y legiones de ángeles para salvarlo pero que esa no era la voluntad del Padre. Jesús en ese momento, contaba con poder y soberanía ilimitada en su universo.