No entienden nada.
Se trata de un weón que una noche invita a una mina a su departamento. La mina le pide el baño. Se pega una cagada de antología, y le sale un "dinosaurio" gigante que rehúsa irse por el inodoro. Mierda, dice ella, que weá más fea. Tira varias veces la cadena, y en el último intento la descarga se lo lleva. Esa noche beben, fuman marihuana y follan como locos. Cuando despiertan por la mañana, el weón le dice que le de permiso porque necesita ir urgentemente al baño. La mina, al instante, y todavía media dormida, recuerda un extraño sueño que tuvo: Era perseguida por dinosaurios de caca que, con tenedor en mano, le querían dar de comer choclos incrustados desde sus escamas. Como un rayo salta de la cama, corre directo al baño, abre la tapa del inodoro y lo ve; era el horror mismo de sus pesadillas, el dinosaurio había vuelto y todavía estaba allí, pero ya era tarde, el weón golpeaba la puerta con la urgencia de toda la fauna jurásica mañanera.
Esa es la verdad.