El feroz asedio a Aleppo agudiza la tensión entre Rusia y Occidente
El jefe del Kremlin, Vladimir Putin, denunció la "histeria rusófoba" de Francia y Gran Bretaña, pero aprobó una reunión de su canciller con John Kerry en Suiza
Putin fue anfitrión ayer de un foro de inversión en Moscú. Foto: AP / Alexei Druzhinin
PARÍS.- La tensión entre Rusia y Occidente se agravó ayer en forma inquietante después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, denunció la "histeria rusófoba" del gobierno francés y del canciller británico, Boris Johnson.
A pesar de la violencia de sus ataques, Putin hizo un gesto orientado a evitar un mayor deterioro de las relaciones cuando aceptó que su canciller, Sergei Lavrov, se reúna el sábado en Lausana, Suiza, con el secretario de Estado norteamericano, John Kerry.
El cónclave estará destinado a "estudiar medidas que posibiliten una solución del conflicto sirio". A ese encuentro asistirán igualmente Arabia Saudita e Irán, así como otros países importantes de la región. Pero ni Francia ni Gran Bretaña, hasta ahora, fueron invitados.
Kerry y Lavrov volverán a encontrarse cara a cara el domingo sin la presencia de otros interlocutores.
La tensa situación internacional se agravó ayer aún más cuando Putin aprovechó la ocasión de un foro económico en Moscú para denunciar la actitud del presidente francés, François Hollande, de condicionar la visita que debía realizar el líder del Kremlin a París el 19 del actual para inaugurar la catedral ortodoxa y el centro cultural construido -con financiación rusa- en la capital francesa.
Hollande había dicho que no acudiría a la ceremonia de inauguración para marcar su disgusto por los bombardeos rusos contra la ciudad de Aleppo y aceptó recibir a Putin en el Palacio del Elíseo "sólo para hablar de Siria y de ningún otro tema".
El sábado, Rusia había vetado un proyecto de resolución que pedía el fin de los bombardeos sirio-rusos en Aleppo en el Consejo de Seguridad de la ONU.
Desde hace más de un año, Moscú efectúa ataques aéreos en Siria para apoyar al régimen de Bashar al-Assad. Hace dos semanas, con apoyo ruso, el ejército sirio lanzó una ofensiva de gran magnitud para recuperar las zonas controladas por los rebeldes en Aleppo.
Desde entonces, las fuerzas gubernamentales progresaron en zona rebelde gracias a un diluvio de bombas, que no evitan hospitales ni dispensarios y provocaron centenares de muertos.
Anteayer, interrogado sobre el sufrimiento de la población civil sometida a los bombardeos rusos en Aleppo, el embajador de Rusia en París, Alexander Orlov, contestó que "en la guerra siempre hay civiles que mueren", lo que provocó la indignación de los franceses.
Francia acusa a Rusia de cometer "crímenes de guerra" en Siria y ha amenazado con llevar el caso ante la Corte Penal Internacional (CPI), una advertencia que parece dejar de mármol al líder del Kremlin.
"La presión y el chantaje nunca funcionaron contra Rusia y no funcionarán jamás", advirtió Putin.
Después de afirmar que el canciller francés, Jean-Marc Ayrault, actuó en la reunión del Consejo de Seguridad siguiendo las instrucciones de Washington, afirmó que el proyecto de resolución fue presentado con el propósito de "agravar la situación y reactivar la histeria antirrusa".
Un padre y su hija caminan sobre los escombros tras un bombardeo en Aleppo. Foto: AFP / Ameer Alhalbi
"¿Es el papel de un país serio desarrollar una política dependiente y presentarse como una gran potencia?", exclamó Putin.
Por su parte, el Ministerio de Defensa también denunció la "histeria rusófoba" del jefe de la diplomacia británica, Boris Johnson, que llamó a manifestarse delante de la embajada rusa en Londres para protestar contra los bombardeos de la aviación de Moscú en Aleppo.
"No se puede seguir tomando en serio la «histeria rusófoba» alimentada por algunos miembros del establishment del Reino Unido (...) El intento de Johnson de acusar a Rusia de todos los pecados es sólo una tormenta en un vaso de agua", comentó con desdén el vocero del ministerio, Igor Konachenkov.
La vocera de la cancillería rusa, Maria Zakharova, también reaccionó a través de su página de Facebook al decir que tiene "vergüenza" por la actitud de Johnson.
El diálogo viril que mantienen las grandes potencias con Moscú no cerró, sin embargo, todas las puertas de negociación. A título de ejemplo, en medio de las tensiones, Hollande y la canciller alemana, Angela Merkel, mantuvieron ayer una conversación telefónica con Putin esencialmente consagrada a la crisis de Ucrania. Pero aprovecharon para exhortar al líder ruso a trabajar a favor de un alto el fuego en Siria y no obstaculizar el envío de ayuda humanitaria a las víctimas de Aleppo.
Pese a la escalada de la tensión, numerosos expertos se niegan a definir la situación como una nueva guerra fría. En todo caso, como advirtió Matthew Rojansky, director del Kennan Institute del Wilson Center, si no es la Guerra Fría, "no hay duda de que se trata de un grave conflicto".
La embestida del líder ruso
Vladimir Putin - presidente de Rusia
"La presión y el chantaje nunca funcionaron contra Rusia y no funcionarán jamás"
"¿Es el papel de un país serio desarrollar una política dependiente y presentarse como una gran potencia?"
Fuente:
http://www.lanacion.com.ar/1946483-...po-agudiza-la-tension-entre-rusia-y-occidente