El joven Luciano Pitronello Schuffeneger, de 22 años, internado en la clínica Indisa el pasado 1 de junio después que le estallara en las manos el artefacto explosivo que portaba, aseguró no tener "nada que ver" con el hecho tras ser despertado del coma inducido.
Según La Tercera, Pitronello despertó del coma al que fue inducido y fue desconectado del respirador mecánico, por lo que ahora sólo está recibiendo analgésicos para el dolor y respira por sus propios medios.
El equipo médico reportó a la policía que en el primer diálogo con el joven, se le consultó si sabía por qué estaba hospitalizado, a lo que el joven habría respondido que no tenía "nada que ver" y que sufrió los efectos de la detonación cuando pasaba por el lugar.
Los antecedentes quedaron en manos del equipo investigador que lidera el fiscal Héctor Barros, quien deberá decidir -previa recepción del informe respectivo- cuándo se podría interrogar al joven, para determinar quién lo acompañaba y su eventual participación en otros ataques.
El matutino indica que Pitronello tiene el 30 por ciento de su cuerpo quemado, la mano derecha y tres dedos de la izquierda amputados y permanece en riesgo vital ante la posibilidad de una infección, la cual se ha mantenido a raya con aseos quirúrgicos a diario.
Además la pareja de Pitronello, Roxana Navea, también está siendo investigada, ya que según informes policiales la pareja estuvo en varias casas okupa.
