Finrod_Felagund
Huevon sin Vida
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El Parque El Boldo debe ser uno de sus rincones predilectos en Zapallar, por algo lo escogió especialmente como escenario para la sesión de fotos. Es que éste representa la lucha que la familia de Juanita Ringeling ha mantenido muchos años, no sólo por preservar la comuna, sino que también por tener una visión de país que conecte el progreso con la conservación. Costó mucho que este parque fuera un santuario de la naturaleza, para ser exactos fueron 13 años de reunir gente y dar la pelea. “Es bien impactante, porque el apoyo ha sido fundamentalmente extranjero y la mayoría de la gente que veranea en Zapallar, que supuestamente conforma la ‘élite’ del país, no tiene idea de que esto está ahí. Es un bosque muy bonito, que tiene una especie que no existe más en el mundo: el olivillo del norte, que está súper amenazado”, cuenta.
Es esa zona a la que se escapa cada vez que puede, donde aprendió a dejar el auto en casa y caminar hasta Los Molles y donde acompaña a trotar a su papá en las mañanas.
–¿Cómo fue vivir tu juventud e infancia en Cachagua?
–Cachagua tiene dos mundos muy distintos en invierno y en verano. De hecho, en verano muchas veces me escapaba. Trabajaba en enero para juntar plata para febrero e irme al sur o donde fuera. Vivir fuera de Santiago es algo que yo he agradecido siempre, evidentemente construye mi identidad, que está muy atada a la naturaleza, pero también muy relacionada con la vida en comunidad, con la no división etaria o social. También tuve la oportunidad de estar en un colegio que era súper rupturista en su época. Cuando todavía no entraban muy fuerte los colegios Montessori, éste estaba indagando en ese lugar, con su parte convencional, pero fomentando mucho las artes. Hacer gimnasia en la playa es algo impagable.
http://www.topsecre.cl/juanita-ringeling-no-me-aproblema-mostrar/
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Es esa zona a la que se escapa cada vez que puede, donde aprendió a dejar el auto en casa y caminar hasta Los Molles y donde acompaña a trotar a su papá en las mañanas.
–¿Cómo fue vivir tu juventud e infancia en Cachagua?
–Cachagua tiene dos mundos muy distintos en invierno y en verano. De hecho, en verano muchas veces me escapaba. Trabajaba en enero para juntar plata para febrero e irme al sur o donde fuera. Vivir fuera de Santiago es algo que yo he agradecido siempre, evidentemente construye mi identidad, que está muy atada a la naturaleza, pero también muy relacionada con la vida en comunidad, con la no división etaria o social. También tuve la oportunidad de estar en un colegio que era súper rupturista en su época. Cuando todavía no entraban muy fuerte los colegios Montessori, éste estaba indagando en ese lugar, con su parte convencional, pero fomentando mucho las artes. Hacer gimnasia en la playa es algo impagable.
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Finrod_Felagund y sus temas repletos de fotos.
