Schiena
Manfinfler@
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Por los comentarios que leo, parece que en mi familia vivíamos en un universo paralelo. 
Mi mamá era la más deportista de todos nosotros, mil veces más que mi papá. Practicó cuanto deporte quiso (estamos hablando de atletismo en sus distintas disciplinas, ciclismo, natación, gimnasia, etc.), pero su gran amor siempre fue el básquet. Llegó a ser seleccionada en un equipo importante.
Cuando los hijos estábamos aún chicos, nunca dejó de hacer deporte. Y eso que trabajaba en una pega que consume muchas horas diarias. Y eso que mi viejo era terriblemente machista, no hacía nada en la casa y había que atenderlo. Mi vieja era una máquina. Cuerpazo, durita y de apariencia joven a pesar de tener 3 críos.
Eso sí, cuando llegaron a los "temidos" cuarentaitantos, se notó el declive de mis papás. Decían que había menos tiempo, pero creo que la cosa pasaba por ganas. Mi papá abandonó el deporte casi por completo. Mamá dejó de ser un robot deportista y sólo se quedó con gimnasia por varios años más. Ahora, en los cincuentas, son pajeros profesionales
En todo caso, nunca lo pensé de ellos.
Lo malo, es que mis viejos son tremendamente competitivos. Nada se hacía por el puro gusto; había que llegar con resultados. Y esa actitud fue lo que me cagó la onda con el deporte. Digamos que mi mente es más ágil que mi cuerpo, entonces se imaginarán lo tortuoso que es tener padres basquetbolistas cuando una no puede ni hacer botar 3 veces seguidas el balón
En lugar de animarme a seguir, se reían de mi descoordinación. Después de un rato se aburrieron, me dejaron de incluir y "mejor dedícate a ser matea, porque eres nula para el ejercicio". Fin. Bonita forma de animarla a una 
No obstante, en ese tiempo descubrí que amaba andar en bicicleta y todo mi tiempo libre se lo dedicaba a las dos ruedas. Como tenía casi puros amigos hombres, me volví más ruda, aguantaba caídas, corríamos caleta y empezamos a experimentar con saltos... encontramos el BMX
. En eso estaba cuando tuve un accidente en el colegio y cagué. Lesión mal atendida que se volvió crónica y chao deporte para siempre (o al menos, eso fue lo que me dijo el doctor en aquellos años) Odié lo que me pasó y como es lógico, me volví gordita por el sedentarismo.
Con los años me di cuenta de que ser intelectual no está peleado con cultivar el cuerpo y que por salud, todos deberíamos tener el deporte como una costumbre-necesidad, al igual que asearse, que comer, que dormir. Cambié la mentalidad, empecé a comer sano. Bajé de peso gradualmente hasta llegar a estar en el rango ideal. El ejercicio que puedo hacer por mi lesión es limitadísimo, pero me gustaría hacer tanto más. Los beneficios van más allá de lo estético.
Así que, si usted no tiene limitación alguna, aproveche, muévase, cambie el chip. Como dijo un antroniano, si tiene tiempo para postear acá, tiene tiempo para mover el trasero.
Y en cuanto a si las minas son pajeras... hay de todo en esta vida. Aunque en general los chilenos, tanto hombres como mujeres viven en una sociedad donde le dan prioridad a cosas menos esenciales. Curioso que justo acá casi todos sean dignos representantes del mundo helenístico
Disculpen el papiro, pero tocaron una fibra sensible
Mi mamá era la más deportista de todos nosotros, mil veces más que mi papá. Practicó cuanto deporte quiso (estamos hablando de atletismo en sus distintas disciplinas, ciclismo, natación, gimnasia, etc.), pero su gran amor siempre fue el básquet. Llegó a ser seleccionada en un equipo importante.
Cuando los hijos estábamos aún chicos, nunca dejó de hacer deporte. Y eso que trabajaba en una pega que consume muchas horas diarias. Y eso que mi viejo era terriblemente machista, no hacía nada en la casa y había que atenderlo. Mi vieja era una máquina. Cuerpazo, durita y de apariencia joven a pesar de tener 3 críos.
Eso sí, cuando llegaron a los "temidos" cuarentaitantos, se notó el declive de mis papás. Decían que había menos tiempo, pero creo que la cosa pasaba por ganas. Mi papá abandonó el deporte casi por completo. Mamá dejó de ser un robot deportista y sólo se quedó con gimnasia por varios años más. Ahora, en los cincuentas, son pajeros profesionales
En todo caso, nunca lo pensé de ellos.Lo malo, es que mis viejos son tremendamente competitivos. Nada se hacía por el puro gusto; había que llegar con resultados. Y esa actitud fue lo que me cagó la onda con el deporte. Digamos que mi mente es más ágil que mi cuerpo, entonces se imaginarán lo tortuoso que es tener padres basquetbolistas cuando una no puede ni hacer botar 3 veces seguidas el balón
En lugar de animarme a seguir, se reían de mi descoordinación. Después de un rato se aburrieron, me dejaron de incluir y "mejor dedícate a ser matea, porque eres nula para el ejercicio". Fin. Bonita forma de animarla a una No obstante, en ese tiempo descubrí que amaba andar en bicicleta y todo mi tiempo libre se lo dedicaba a las dos ruedas. Como tenía casi puros amigos hombres, me volví más ruda, aguantaba caídas, corríamos caleta y empezamos a experimentar con saltos... encontramos el BMX
. En eso estaba cuando tuve un accidente en el colegio y cagué. Lesión mal atendida que se volvió crónica y chao deporte para siempre (o al menos, eso fue lo que me dijo el doctor en aquellos años) Odié lo que me pasó y como es lógico, me volví gordita por el sedentarismo.Con los años me di cuenta de que ser intelectual no está peleado con cultivar el cuerpo y que por salud, todos deberíamos tener el deporte como una costumbre-necesidad, al igual que asearse, que comer, que dormir. Cambié la mentalidad, empecé a comer sano. Bajé de peso gradualmente hasta llegar a estar en el rango ideal. El ejercicio que puedo hacer por mi lesión es limitadísimo, pero me gustaría hacer tanto más. Los beneficios van más allá de lo estético.
Así que, si usted no tiene limitación alguna, aproveche, muévase, cambie el chip. Como dijo un antroniano, si tiene tiempo para postear acá, tiene tiempo para mover el trasero.
Y en cuanto a si las minas son pajeras... hay de todo en esta vida. Aunque en general los chilenos, tanto hombres como mujeres viven en una sociedad donde le dan prioridad a cosas menos esenciales. Curioso que justo acá casi todos sean dignos representantes del mundo helenístico
Disculpen el papiro, pero tocaron una fibra sensible
galanes con guata
galanes con caña
... es decir que se mueva.