MarquesVrolok
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La carta abierta del heterogéneo grupo de personalidades, impulsada entre otros por Leonidas Montes, en contra de la acusación constitucional de la que es objeto el liberal y darwiniano ministro, dejó en evidencia la transversal red de apoyos que paradójicamente se acrecentó en los gobiernos anteriores.
"Harald Beyer tiene redes de relaciones en todos los grupos y un respeto transversal", remarcaba en diciembre de 2011 el ex ministro vocero de la administración Frei, José Joaquín Brunner (PPD), cuando el economista saltó desde el Centro de Estudios Públicos (CEP) al mando de la cartera de Educación en reemplazo de Felipe Bulnes. Entonces, la presentación de una acusación constitucional en su contra era impensada y la frase de Brunner encierra por qué el solo anuncio de los diputados opositores generó divisiones en la Concertación, donde distintos ex ministros rechazaron el libelo. También explica que un número importante de personalidades, de diversos colores políticos, firmara una carta para apoyarlo: Claudio Agostini, José Miguel Benavente, Jorge Navarrete, Gonzalo Bustamante, Max Colodro, Vittorio Corbo, José de Gregorio, Eduardo Engel, Ronald Fischer, Francisco Gallego, Guillermo Larraín, Fernando Lefort, Aldo Mascareño, Patricio Meller, Alejandra Mizala, Leonidas Montes, Patricio Navia, Andrea Repetto, Klaus Schmidt-Hebbel, Sergio Urzúa y Mauricio Villena.
La misiva nació en la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez , y sus redactores originales fueron Montes (cercano al Gobierno), Agostini (coordinador programático de la campaña del DC Claudio Orrego) y Andrea Repetto (economista de oposición). Un punto clave en la redacción fue calificar a la acusación como una "caprichosa iniciativa" que "no contribuye a solucionar los problemas. El costo, en cambio, será para la educación en Chile. Y también para aumentar el desprestigio de la actividad política".
Desde Lagos a Piñera
Estos apoyos tienen su origen en un prestigio que se fue construyendo progresivamente y que paradójicamente se incrementó durante los gobiernos de la Concertación. Y fue en la era de Ricardo Lagos cuando se forjaron lazos especialmente cercanos entre esa administración y la plana mayor del CEP, llegando en algunos casos a la amistad. En esa época, los principales asesores del Segundo Piso -Ernesto Ottone, Guillermo Campero y Carlos Vergara- tenían encuentros cada mes con el presidente del comité ejecutivo, Arturo Fontaine Talavera, y los investigadores David Gallagher, Lucas Sierra, Oscar Godoy y Beyer. Uno de los asistentes recuerda que "eran reuniones muy discutidas, donde cada uno presentaba sus puntos de vista, pero todo era con respeto recíproco, con un reconocimiento intelectual". En este contexto, "se hacían análisis sobre contingencia, políticas públicas, miradas de mediano y largo plazo", cuentan. Posteriormente, en su condición de subdirector académico del CEP, Beyer fue llamado por el gobierno de Michelle Bachelet para integrar tres instancias presidenciales, donde conoció y entabló lazos con destacados profesionales y políticos concertacionistas. Primero en el consejo asesor para la Calidad de la Educación, formado tras la «revolución pingüina», compartió lugar con el ex ministro Brunner, la entonces diputada Carolina Tohá (PPD), el senador Mariano Ruiz-Esquide (DC), el investigador del Instituto Igualdad (PS) Ernesto Aguila y el cientista político Alfredo Joignant, hoy miembro del consejo directivo del Servel.
Posteriormente, integró la Comisión para la Reforma Previsional, que presidió el economista PS Mario Marcel y que integró, entre otros, el abogado DC Alejandro Ferreiro, actual miembro del Consejo para la Transparencia.
Finalmente, formó parte de la comisión Trabajo y Equidad -que presidió Meller-, entre cuyos miembros se contaban el ex ministro Ricardo Solari (PS) y los economistas Oscar Landerretche (PS) y Cristóbal Hunneus (DC), que estuvieron a cargo del programa económico de Eduardo Frei en su campaña presidencial del 2009.
Como representante del CEP, también interactuó con los centros de estudios ligados a la Concertación, particularmente Cieplan, que encabeza el ex ministro Alejandro Foxley (DC). El CEP y Cieplan trabajaron en conjunto en la elaboración de una propuesta de reforma tributaria y de modernización de los partidos políticos, y uno de los autores de este último trabajo, el cientista político Francisco Javier Díaz -ex jefe de políticas públicas del Segundo Piso de La Moneda durante la administración Bachelet-, recuerda haber compartido con Beyer en la presentación de dicha investigación.
Darwiniano y liberal
En este contexto, el objetivo de la carta abierta emitida el fin de semana en contra de la acusación, por parte del variopinto grupo de firmantes, fue precisamente mostrar que Beyer genera un respeto transversal.
Para Leonidas Montes , con quien se conocen desde el CEP -donde Beyer se desempeñó entre 1987 y 2011-, esto se funda en sus características personales: "Es un verdadero liberal, respetuoso de las ideas ajenas, tolerante y humilde". Descrito por sus cercanos como poseedor de un carácter afable, no se le conocen tantos amigos, como sí personas que le tienen aprecio intelectual. Destacan de este economista de la Universidad de Chile -contemporáneo de figuras como Alberto Arenas, ex director de Presupuestos de Bachelet-, la seriedad en sus análisis, la fundamentación de sus estudios, entre otros ámbitos en educación, y amplitud de sus temas de interés, como el evolucionismo y el impacto del pensamiento de Darwin. Tanto así, que es uno de los socios fundadores de la Fundación Ciencia y Evolución, que preside su amigo Alvaro Fischer -timonel de Fundación Chile-, a quien conoció siendo ambos apoderados del colegio Grange. "Eso nos llevó a conversar sobre diversos intereses intelectuales comunes, que confluyeron en el esfuerzo que hicimos para fundar Ciencia y Evolución. Queríamos traer a científicos importantes a Chile que mostraran la perspectiva evolucionaria". En la fundación, también se encuentra otro de sus amigos, Eugenio Guzmán. "Su seriedad, honestidad con que hace sus planteamientos y su apertura mental le fue generando un reconocimiento de personas que no necesariamente compartían sus ideas políticas", remarca Fischer. "Con él se puede razonar. Quienes lo conocemos, lo vemos como una persona con una formación en educación sólida, plural, de mente abierta a posturas diferentes a las de él", destaca Sergio Bitar (PPD), ex ministro de Educación. "No coincido en la línea que ha adoptado respecto del financiamiento de la educación pública o en el control del lucro. Pero dentro de ese margen, ha hecho una labor seria". "Sabe de Educación y tiene un criterio más abierto que el común de la gente de su sector político", destaca la también ex titular de la cartera Mariana Aylwin (DC) , quien calificó en su minuto a la acusación constitucional como un error político. Ella compartió largas horas en la comisión para el tema de profesión docente y educación impulsada por Joaquín Lavín, donde Beyer era el coordinador.
Para Max Colodro , quien en la pasada elección formó parte del comando de Marco Enríquez-Ominami, "es un profesional reconocido transversalmente, tanto así que los gobiernos de la Concertación participó en diversas comisiones. Tiene un reconocimiento y una red de relaciones y de contactos importantes sobre todo en el mundo académico. Creo que en el mundo político tiene mucho menos, él no es un político". A su vez, el decano de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, Cristián Cox -ex coordinador de currículum y evaluación del Mineduc en la administración Lagos-, conoce a "Beyer en su calidad de investigador y diseñador de políticas educacionales desde hace dos décadas. Tengo la mejor opinión sobre sus capacidades y orientación y compromiso público". Más aún, enfatiza: "El valora la construcción de acuerdos gobierno-oposición como base de políticas efectivas en educación". Agrega que la acusación constitucional "no puede sostenerse como basada en su gestión, que destaca, justamente, por haber actuado en la dirección fiscalizadora y de 'más Estado' en la regulación del lucro. La considero un error". Otros resaltan que Beyer, osornino, "no es hijo de la élite. Tiene mucho de meritocracia".
Ministro en segunda instancia
Pese a que Beyer era considerado el candidato natural a dirigir el Ministerio de Educación, por haber liderado el grupo Tantauco que estableció las bases programáticas en esta área para el gobierno de Piñera, no asumió en marzo de 2010. En el Ejecutivo relatan que Beyer siempre manifestó que él tenía un perfil muy académico y que él consideraba "que se necesitaba un político". De hecho, Bitar recuerda que en una actividad académica al inicio del gobierno de Piñera preguntó por qué no aceptó ser secretario de Estado y recibió como respuesta: "Prefiero las cosas académicas".
En el oficialismo agregan que la forma de elegir a los ministros lo dejó fuera de carrera y que "ni siquiera formó parte de la terna". Esto, pues a Piñera se le proponían "distintos perfiles" y los nombres iban asociados a ellos. En el caso de Educación, el carácter escogido fue "político" y así llegó a encabezar la cartera Joaquín Lavín, luego Felipe Bulnes. Agregan que el cambio de diseño abrió la puerta a Beyer.
Su rol en Fundación Iguales
Los lazos de Beyer se extienden más allá del mundo académico y político. "Me pareció que debía estar acá". Así describió en junio de 2012 su participación por segundo año consecutivo en la "Marcha por la Igualdad y la Diversidad Sexual" promovida por la Fundación Iguales y el Movilh. Primero había asistido como "una persona común y corriente"; después lo hizo como "una autoridad que está muy comprometida con la aceptación de la diversidad", dijo. http://goo.gl/WDcXr
El tema no era novedad para Beyer. Durante 2011 llegó a ser parte del Consejo Consultivo de Iguales, cuando a sus integrantes llamó la atención una columna suya, junto a su amigo Alvaro Fischer, en El Mercurio: "¿Matrimonio civil o AVC para los homosexuales?". "Cuando nos constituimos como fundación, pensamos en un consejo consultivo y salió su nombre, porque algunos de nosotros habíamos tenido relación con el CEP en distintas circunstancias, de dar charlas o atender a ellas, y lo conocíamos por su seriedad", cuenta Pablo Simonetti , presidente de la organización, sobre la función que Beyer tuvo hasta asumir como ministro. "Uno de los ejes importantes de la fundación era crear una área de educación en la diversidad. Y cuando lo planteamos, Harald nos dijo 'piénsenla en grande' porque él estaba convencido de que, más allá de que pudiésemos apoyar las leyes antidiscriminación o el acuerdo de vida en pareja, el mayor cambio tenía que ser cultural", agrega Simonetti, quien calificó de "improcedente" la acusación constitucional: "Si hay alguien que le ha puesto el cascabel al gato, al lucro, ha sido Beyer".
Estos apoyos tienen su origen en un prestigio que se fue construyendo progresivamente y que paradójicamente se incrementó durante los gobiernos de la Concertación. Y fue en la era de Ricardo Lagos cuando se forjaron lazos especialmente cercanos entre esa administración y la plana mayor del CEP, llegando en algunos casos a la amistad. En esa época, los principales asesores del Segundo Piso -Ernesto Ottone, Guillermo Campero y Carlos Vergara- tenían encuentros cada mes con el presidente del comité ejecutivo, Arturo Fontaine Talavera, y los investigadores David Gallagher, Lucas Sierra, Oscar Godoy y Beyer. Uno de los asistentes recuerda que "eran reuniones muy discutidas, donde cada uno presentaba sus puntos de vista, pero todo era con respeto recíproco, con un reconocimiento intelectual". En este contexto, "se hacían análisis sobre contingencia, políticas públicas, miradas de mediano y largo plazo", cuentan. Posteriormente, en su condición de subdirector académico del CEP, Beyer fue llamado por el gobierno de Michelle Bachelet para integrar tres instancias presidenciales, donde conoció y entabló lazos con destacados profesionales y políticos concertacionistas. Primero en el consejo asesor para la Calidad de la Educación, formado tras la «revolución pingüina», compartió lugar con el ex ministro Brunner, la entonces diputada Carolina Tohá (PPD), el senador Mariano Ruiz-Esquide (DC), el investigador del Instituto Igualdad (PS) Ernesto Aguila y el cientista político Alfredo Joignant, hoy miembro del consejo directivo del Servel.
Posteriormente, integró la Comisión para la Reforma Previsional, que presidió el economista PS Mario Marcel y que integró, entre otros, el abogado DC Alejandro Ferreiro, actual miembro del Consejo para la Transparencia.
Finalmente, formó parte de la comisión Trabajo y Equidad -que presidió Meller-, entre cuyos miembros se contaban el ex ministro Ricardo Solari (PS) y los economistas Oscar Landerretche (PS) y Cristóbal Hunneus (DC), que estuvieron a cargo del programa económico de Eduardo Frei en su campaña presidencial del 2009.
Como representante del CEP, también interactuó con los centros de estudios ligados a la Concertación, particularmente Cieplan, que encabeza el ex ministro Alejandro Foxley (DC). El CEP y Cieplan trabajaron en conjunto en la elaboración de una propuesta de reforma tributaria y de modernización de los partidos políticos, y uno de los autores de este último trabajo, el cientista político Francisco Javier Díaz -ex jefe de políticas públicas del Segundo Piso de La Moneda durante la administración Bachelet-, recuerda haber compartido con Beyer en la presentación de dicha investigación.
Darwiniano y liberal
En este contexto, el objetivo de la carta abierta emitida el fin de semana en contra de la acusación, por parte del variopinto grupo de firmantes, fue precisamente mostrar que Beyer genera un respeto transversal.
Para Leonidas Montes , con quien se conocen desde el CEP -donde Beyer se desempeñó entre 1987 y 2011-, esto se funda en sus características personales: "Es un verdadero liberal, respetuoso de las ideas ajenas, tolerante y humilde". Descrito por sus cercanos como poseedor de un carácter afable, no se le conocen tantos amigos, como sí personas que le tienen aprecio intelectual. Destacan de este economista de la Universidad de Chile -contemporáneo de figuras como Alberto Arenas, ex director de Presupuestos de Bachelet-, la seriedad en sus análisis, la fundamentación de sus estudios, entre otros ámbitos en educación, y amplitud de sus temas de interés, como el evolucionismo y el impacto del pensamiento de Darwin. Tanto así, que es uno de los socios fundadores de la Fundación Ciencia y Evolución, que preside su amigo Alvaro Fischer -timonel de Fundación Chile-, a quien conoció siendo ambos apoderados del colegio Grange. "Eso nos llevó a conversar sobre diversos intereses intelectuales comunes, que confluyeron en el esfuerzo que hicimos para fundar Ciencia y Evolución. Queríamos traer a científicos importantes a Chile que mostraran la perspectiva evolucionaria". En la fundación, también se encuentra otro de sus amigos, Eugenio Guzmán. "Su seriedad, honestidad con que hace sus planteamientos y su apertura mental le fue generando un reconocimiento de personas que no necesariamente compartían sus ideas políticas", remarca Fischer. "Con él se puede razonar. Quienes lo conocemos, lo vemos como una persona con una formación en educación sólida, plural, de mente abierta a posturas diferentes a las de él", destaca Sergio Bitar (PPD), ex ministro de Educación. "No coincido en la línea que ha adoptado respecto del financiamiento de la educación pública o en el control del lucro. Pero dentro de ese margen, ha hecho una labor seria". "Sabe de Educación y tiene un criterio más abierto que el común de la gente de su sector político", destaca la también ex titular de la cartera Mariana Aylwin (DC) , quien calificó en su minuto a la acusación constitucional como un error político. Ella compartió largas horas en la comisión para el tema de profesión docente y educación impulsada por Joaquín Lavín, donde Beyer era el coordinador.
Para Max Colodro , quien en la pasada elección formó parte del comando de Marco Enríquez-Ominami, "es un profesional reconocido transversalmente, tanto así que los gobiernos de la Concertación participó en diversas comisiones. Tiene un reconocimiento y una red de relaciones y de contactos importantes sobre todo en el mundo académico. Creo que en el mundo político tiene mucho menos, él no es un político". A su vez, el decano de la Facultad de Educación de la Universidad Católica, Cristián Cox -ex coordinador de currículum y evaluación del Mineduc en la administración Lagos-, conoce a "Beyer en su calidad de investigador y diseñador de políticas educacionales desde hace dos décadas. Tengo la mejor opinión sobre sus capacidades y orientación y compromiso público". Más aún, enfatiza: "El valora la construcción de acuerdos gobierno-oposición como base de políticas efectivas en educación". Agrega que la acusación constitucional "no puede sostenerse como basada en su gestión, que destaca, justamente, por haber actuado en la dirección fiscalizadora y de 'más Estado' en la regulación del lucro. La considero un error". Otros resaltan que Beyer, osornino, "no es hijo de la élite. Tiene mucho de meritocracia".
Ministro en segunda instancia
Pese a que Beyer era considerado el candidato natural a dirigir el Ministerio de Educación, por haber liderado el grupo Tantauco que estableció las bases programáticas en esta área para el gobierno de Piñera, no asumió en marzo de 2010. En el Ejecutivo relatan que Beyer siempre manifestó que él tenía un perfil muy académico y que él consideraba "que se necesitaba un político". De hecho, Bitar recuerda que en una actividad académica al inicio del gobierno de Piñera preguntó por qué no aceptó ser secretario de Estado y recibió como respuesta: "Prefiero las cosas académicas".
En el oficialismo agregan que la forma de elegir a los ministros lo dejó fuera de carrera y que "ni siquiera formó parte de la terna". Esto, pues a Piñera se le proponían "distintos perfiles" y los nombres iban asociados a ellos. En el caso de Educación, el carácter escogido fue "político" y así llegó a encabezar la cartera Joaquín Lavín, luego Felipe Bulnes. Agregan que el cambio de diseño abrió la puerta a Beyer.
Su rol en Fundación Iguales
Los lazos de Beyer se extienden más allá del mundo académico y político. "Me pareció que debía estar acá". Así describió en junio de 2012 su participación por segundo año consecutivo en la "Marcha por la Igualdad y la Diversidad Sexual" promovida por la Fundación Iguales y el Movilh. Primero había asistido como "una persona común y corriente"; después lo hizo como "una autoridad que está muy comprometida con la aceptación de la diversidad", dijo. http://goo.gl/WDcXr
El tema no era novedad para Beyer. Durante 2011 llegó a ser parte del Consejo Consultivo de Iguales, cuando a sus integrantes llamó la atención una columna suya, junto a su amigo Alvaro Fischer, en El Mercurio: "¿Matrimonio civil o AVC para los homosexuales?". "Cuando nos constituimos como fundación, pensamos en un consejo consultivo y salió su nombre, porque algunos de nosotros habíamos tenido relación con el CEP en distintas circunstancias, de dar charlas o atender a ellas, y lo conocíamos por su seriedad", cuenta Pablo Simonetti , presidente de la organización, sobre la función que Beyer tuvo hasta asumir como ministro. "Uno de los ejes importantes de la fundación era crear una área de educación en la diversidad. Y cuando lo planteamos, Harald nos dijo 'piénsenla en grande' porque él estaba convencido de que, más allá de que pudiésemos apoyar las leyes antidiscriminación o el acuerdo de vida en pareja, el mayor cambio tenía que ser cultural", agrega Simonetti, quien calificó de "improcedente" la acusación constitucional: "Si hay alguien que le ha puesto el cascabel al gato, al lucro, ha sido Beyer".
