Se han hecho varios estudios cientificos al respecto, pero uno de los más relevantes es el llevado a cabo por los investigadores británicos Viren Swami y Seishin Barret, del departamento de Psicología de la Universidad de Westminster, titulado Preferencias de color de cabello de los hombres: una evaluación de la solicitud de cortejo y las calificaciones de estímulo.
En dicha investigación se hicieron tres experimentos para evaluar si el color del pelo afectaba la elección de pareja de los hombres. El primero de ellos consistía en hacer que una mujer fuera a bares y clubes nocturnos. Cada día con un color de cabello diferente (rubia, castaña o morena), sin hacer contacto visual con nadie.
De esta forma se encontró que cuando tenía la cabellera rubia recibió los mismos intentos de cortejo que con las cabelleras castañas y morenas juntas.
Lo mismo ocurrió con el segundo experimento, en la que la misma mujer intentaba hacer autostop, es decir, pedir ser recogida en la calle por un vehículo para llevarla a otro destino.
Sin embargo, los investigadores encontraron que lo anterior no significaba que fueran más atractivas. En el tercer experimento se mostró la imagen de la mujer con diferentes cabelleras a un grupo de hombres, y sorprendentemente señalaron que la más atractiva para ellos era la de cabello negro, lo que parece contradictorio respecto a las pruebas anteriores.
La investigación encontró que a la imagen de cabello oscuro también la calificaron como una persona capaz, de carácter fuerte, decidida y hasta arrogante.
En cambio, con el pelo rubio la describieron principalmente como una mujer frágil, débil o más joven.
Ante esto, los investigadores proponen varias hipótesis: la primera es que, evolutivamente, al parecer más joven los hombres consideran a una mujer rubia una mejor pareja para procrear hijos.
La otra hipótesis tiene que ver con la percepción que los hombres tienen de la personalidad de las mujeres de cabello claro. Al considerarlas frágiles y débiles, se cree que cotejarlas es más sencillo y hay menos posibilidades de ser rechazado, que una mujer de carácter fuerte y arrogante, como son percibidas las morenas o castañas.
Finalmente, otra explicación puede ser que se trata de una construcción cultural creada precisamente por la preferencia de la publicidad, el cine y los medios de comunicación, reforzada por figuras como Marilyn Monroe o las mujeres protagonistas de la revista PlayBoy.
