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Los ejes de la Reforma Educacional

bubaloff

Plasta Culiad@
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http://www.lanacion.cl/noticias/pai...la-reforma-educacional/2016-07-11/101945.html

:clapclap:
 
Buena infografía. Ahora habría que leer el texto del Proyecto de Ley para ver si es tan consecuente.

A propósito, les dejo un videito de los orígenes de las marchas estudiantiles por la educación (fuente CEIE, U. de Chile):

 
pura mierda de administracion recursiva

- "gratuidad": bono fiscal para el privado, en la medida que el presupuesto lo permita. o sea un politica basada en el pico, para enriquecer a un tercero. bkn.
- "superintendencia, super aqui, subsecre alla" : ¿fiscalizan esos weones a los weones que les financian las campañas al gobierno? por supuesto que no, por eso hacen lo que quieren, hasta irse a la quiebra y el estado debe responder por la reubicacion de los alumnos.
- "acreditacion obligatoria" : ese show es viejo, desde su instauracion las Ues callampas sobornaban a los directivos de la CNE, hasta el punto de que cuando salian del gobierno los wns entraban a cargos en las mismas ues. todo el mundo acreditaba, hasta el institutio juanito-juega-con-caca salia con el papel, si era wea de mojar a la comision y listo.

educacion publica por ningun lado, maquillaje de un negocio privado no mas esta wea. pico en el ojo corneteo, en unos 3 o 4 años no va a quedar plata para ninguna wea en el fisco, encalillados en bonos soberanos hasta las weas, con un millar de cesantes todos "profesionales" y un I+D cero.

pero es gratuita po :retard:

transantiago 2.0 esta wea.
 
La nueva política

La reforma de la educación superior ha traído consigo una nueva forma de hacer política. La ejercitó la propia Presidenta Bachelet:
"...queremos que quede establecido por ley que no hay vuelta atrás, que Chile conquistó un derecho permanente que se irá concretando gradualmente".

La Presidenta se refería a la peculiar forma en que satisfizo la demanda de gratuidad universal que ella prometió y se empeñó en estimular.

Cuando se descubrió que la gratuidad para todos no sería posible porque los recursos no alcanzaban, en vez de confesarlo, se discurrió una notable e ingeniosa fórmula que evitaría reconocer el fracaso y permitiría, en cambio, decir que la promesa se cumplió, que sí habría un derecho permanente a la gratuidad. ¿En qué consiste ese notable artilugio, ese ingenio, ese invento que, de aquí en adelante, podrá adornar la actividad política aliviando el incomprendido quehacer de quienes conducen el Estado? Es relativamente sencillo: consiste en conferir un derecho (en este caso, la gratuidad) enumerando las condiciones fácticas (el crecimiento inimaginable del PIB) que si existieran permitirían ejercerlo. Es lo que hace el proyecto de ley. Confiere el derecho permanente a la gratuidad en un Chile que no existe, pero que podría existir.

Algo así como si usted da por cumplida su promesa de pagar un millón de dólares, declarando en una escritura pública bajo qué hipotéticas condiciones habría podido pagarlo.

Ha surgido, pues, en esta época carente de utopías, un invento que las sustituye: las leyes contrafácticas.

Las leyes contrafácticas son relativamente sencillas (y sorprende, por eso, que se hayan estrenado recién). Consisten en conceder algo sin reservas, pero bajo la condición de una realidad actualmente inexistente.

Ese tipo de leyes permitirán satisfacer todos los anhelos, incluso los más improbables, casi sin esfuerzo y solo con la indomable voluntad de la imaginación. ¿Prometió usted gratuidad universal y acaba de descubrir que los recursos no alcanzan? Sencillo. Establezca en la ley el derecho universal a la educación gratuita y prevea que se ejercerá cuando el PIB sea equivalente al de Japón. ¿Quizá usted quiere que los ciudadanos tengan derecho a un transporte público instantáneo? Muy fácil. Dicte una ley cuyo artículo primero establezca que todos los ciudadanos tienen derecho a un transporte instantáneo y cuyo artículo segundo explicite que él se ejercerá cuando la ciencia invente un mecanismo que permita hacerlo.

Entre las múltiples ventajas de las leyes contrafácticas se encuentra que permiten suprimir la incómoda distancia entre un programa y su cumplimiento: el cumplimiento del programa es su simple reiteración, solo que esta vez en la ley. Así, si el programa prometía gratuidad universal, la ley lo cumple reiterando esa misma promesa.

Brillante y realizador.

Es realmente sorprendente que esta forma eficaz, rápida, apodíctica e irrefutable, de cumplir lo que se promete, no se hubiera practicado antes. En vez de someter los proyectos a los límites de la frustrante realidad, era cosa de acunarlos con las bondades de la imaginación condicional.

Y listo.

Como se comprende, con esta fórmula sencillamente genial, nunca nadie más podrá decir que un político se doblega indignamente ante lo posible: todas las promesas se podrán cumplir, puesto que bastará que el político del caso enuncie en una ley las condiciones que el incierto futuro deberá satisfacer para que los ciudadanos puedan gozar de ellas. Y así la promesa se dará por cumplida.

Habría solo que aclarar -al César lo que es del César- que quien primero imaginó este tipo de política, aunque lo hizo mediante el delirio de la poesía, fue Nicanor Parra con su Proyecto de tren instantáneo, que usted podría abordar en Santiago e inmediatamente estar en Puerto Montt. ¿Cómo sería posible ese milagro? Fácil, dijo Parra: la locomotora está en Santiago y el último carro está en Puerto Montt. Usted se sube al carro en Santiago y ya está en Puerto Montt. Solo que debe tomar sus maletas y bajarse. Es igual a la fórmula que alguien ideó para cumplir la promesa de gratuidad universal. Entre los ministros o asesores debe haber un lector fiel y acucioso de Nicanor Parra.

Con razón se reprochó una y otra vez a Patricio Aylwin hacer política en la medida de lo posible.

Y los críticos tenían toda la razón.

¡Si era tan fácil hacer política a la medida de la imaginación!

http://www.elmercurio.com/blogs/2016/07/10/43266/La-nueva-politica.aspx
 
pura mierda de administracion recursiva

- "gratuidad": bono fiscal para el privado, en la medida que el presupuesto lo permita. o sea un politica basada en el pico, para enriquecer a un tercero. bkn.
- "superintendencia, super aqui, subsecre alla" : ¿fiscalizan esos weones a los weones que les financian las campañas al gobierno? por supuesto que no, por eso hacen lo que quieren, hasta irse a la quiebra y el estado debe responder por la reubicacion de los alumnos.
- "acreditacion obligatoria" : ese show es viejo, desde su instauracion las Ues callampas sobornaban a los directivos de la CNE, hasta el punto de que cuando salian del gobierno los wns entraban a cargos en las mismas ues. todo el mundo acreditaba, hasta el institutio juanito-juega-con-caca salia con el papel, si era wea de mojar a la comision y listo.

educacion publica por ningun lado, maquillaje de un negocio privado no mas esta wea. pico en el ojo corneteo, en unos 3 o 4 años no va a quedar plata para ninguna wea en el fisco, encalillados en bonos soberanos hasta las weas, con un millar de cesantes todos "profesionales" y un I+D cero.

pero es gratuita po :retard:

transantiago 2.0 esta wea.


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El domingo 10 de Julio en El Mercurio, Carlos Peña escribió:
La nueva política

La reforma de la educación superior ha traído consigo una nueva forma de hacer política. La ejercitó la propia Presidenta Bachelet:
"...queremos que quede establecido por ley que no hay vuelta atrás, que Chile conquistó un derecho permanente que se irá concretando gradualmente".

La Presidenta se refería a la peculiar forma en que satisfizo la demanda de gratuidad universal que ella prometió y se empeñó en estimular.

Cuando se descubrió que la gratuidad para todos no sería posible porque los recursos no alcanzaban, en vez de confesarlo, se discurrió una notable e ingeniosa fórmula que evitaría reconocer el fracaso y permitiría, en cambio, decir que la promesa se cumplió, que sí habría un derecho permanente a la gratuidad. ¿En qué consiste ese notable artilugio, ese ingenio, ese invento que, de aquí en adelante, podrá adornar la actividad política aliviando el incomprendido quehacer de quienes conducen el Estado? Es relativamente sencillo: consiste en conferir un derecho (en este caso, la gratuidad) enumerando las condiciones fácticas (el crecimiento inimaginable del PIB) que si existieran permitirían ejercerlo. Es lo que hace el proyecto de ley. Confiere el derecho permanente a la gratuidad en un Chile que no existe, pero que podría existir.

Algo así como si usted da por cumplida su promesa de pagar un millón de dólares, declarando en una escritura pública bajo qué hipotéticas condiciones habría podido pagarlo.

Ha surgido, pues, en esta época carente de utopías, un invento que las sustituye: las leyes contrafácticas.

Las leyes contrafácticas son relativamente sencillas (y sorprende, por eso, que se hayan estrenado recién). Consisten en conceder algo sin reservas, pero bajo la condición de una realidad actualmente inexistente.

Ese tipo de leyes permitirán satisfacer todos los anhelos, incluso los más improbables, casi sin esfuerzo y solo con la indomable voluntad de la imaginación. ¿Prometió usted gratuidad universal y acaba de descubrir que los recursos no alcanzan? Sencillo. Establezca en la ley el derecho universal a la educación gratuita y prevea que se ejercerá cuando el PIB sea equivalente al de Japón. ¿Quizá usted quiere que los ciudadanos tengan derecho a un transporte público instantáneo? Muy fácil. Dicte una ley cuyo artículo primero establezca que todos los ciudadanos tienen derecho a un transporte instantáneo y cuyo artículo segundo explicite que él se ejercerá cuando la ciencia invente un mecanismo que permita hacerlo.

Entre las múltiples ventajas de las leyes contrafácticas se encuentra que permiten suprimir la incómoda distancia entre un programa y su cumplimiento: el cumplimiento del programa es su simple reiteración, solo que esta vez en la ley. Así, si el programa prometía gratuidad universal, la ley lo cumple reiterando esa misma promesa.

Brillante y realizador.

Es realmente sorprendente que esta forma eficaz, rápida, apodíctica e irrefutable, de cumplir lo que se promete, no se hubiera practicado antes. En vez de someter los proyectos a los límites de la frustrante realidad, era cosa de acunarlos con las bondades de la imaginación condicional.

Y listo.

Como se comprende, con esta fórmula sencillamente genial, nunca nadie más podrá decir que un político se doblega indignamente ante lo posible: todas las promesas se podrán cumplir, puesto que bastará que el político del caso enuncie en una ley las condiciones que el incierto futuro deberá satisfacer para que los ciudadanos puedan gozar de ellas. Y así la promesa se dará por cumplida.

Habría solo que aclarar -al César lo que es del César- que quien primero imaginó este tipo de política, aunque lo hizo mediante el delirio de la poesía, fue Nicanor Parra con su Proyecto de tren instantáneo, que usted podría abordar en Santiago e inmediatamente estar en Puerto Montt. ¿Cómo sería posible ese milagro? Fácil, dijo Parra: la locomotora está en Santiago y el último carro está en Puerto Montt. Usted se sube al carro en Santiago y ya está en Puerto Montt. Solo que debe tomar sus maletas y bajarse. Es igual a la fórmula que alguien ideó para cumplir la promesa de gratuidad universal. Entre los ministros o asesores debe haber un lector fiel y acucioso de Nicanor Parra.

Con razón se reprochó una y otra vez a Patricio Aylwin hacer política en la medida de lo posible.

Y los críticos tenían toda la razón.

¡Si era tan fácil hacer política a la medida de la imaginación!

http://www.elmercurio.com/blogs/2016/07/10/43266/La-nueva-politica.aspx

Fixed :up:

Ahora que lo leí, e independiente de lo penca de la ley, me recordó los argumentos de la propaganda del SÍ para el plebiscito del 88 :tata:.
 
Lo malo será que le gobierno entrante pagará los platos rotos , tendrá que recortar los presupuestos para poder ordenar la cagada de tal manera que todo los avances sociales y programas disminuirán, por qué al final por ahí es más delgado cortar , igual las reformas aunque sean como la real mierda a la hora de implementarse van a dar lugar a que se hagan , esta wea por lo visto es ensayo y error pero ya hay un cambio , ya la cagada está ahora hay que solucionar y mejorar. Y ahora que se siente fuerte un gobierno de Piñi solo espero que no se aweonen y hagan las cosas bien.
 
Mal loco. Derroche de plata para las Universidades mulas y mediocres.

Lo primero o segundo que deberían haber hecho es TERMINAR con las Inmobiliarias.
Esa figura legal es la que se lleva siempre las lucas. La universidad crea una inmobiliaria, le traspasa los bienes y luego le paga a la misma por arriendo del lugar :retard:
Al menos "en el papel" se podrá perseguir a los responsables de las deblaques financieras de la organización, cuando exista malversación de fondos, pero no se tipifica el delito de LUCRO.

Y aprovecharon de meter lo de las comisiones, Superintendencias, Administradores provisionales, etc. que no es sino pa meter a mas gente de su círculo a ganar lucas sin hacer prácticamente nada.

Otro punto malo es que se sigue insistiendo en la Comisión Nacional de Acreditación, organismo que ya se supo que fue muy trucho en su momento... y si se sigue con él y NO EXISTEN SANCIONES EFECTIVAS DE CARCEL, puede que pasa de nuevo.

En suma, todo al lote, improvisado, sin sanciones fuertes para quienes lucren con las Universidades y ahora la plata de todos los chilenos.

DD
:gato:
 
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