pikula
Gil
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Es algo común para todos el conocer al menos un caso de adicción a los juegos de azar. Desde gente acaudalada, hasta gente que apuesta lo que no tiene. Familias destruidas por una enfermedad que parece no importarle demasiado al estado.
En un caso del que supe, una mujer que no le trabaja un día a nadie, pero que recibe una suma de dinero superior al millón de pesos mensuales por concepto de pensión alimenticia de sus hijos, asiste al casino, del cual obviamente ya posee una membresía, de forma casi sagrada. El casino también le envía constantemente recordatorios de su existencia, para que no deje de ir. A pesar de todo esto, esa familia posee cierta estabilidad - por el momento.
¿Pero qué pasa en una familia de menos recursos? Cuando el marido trabaja, los niños a la escuela y la mujer, encargada de las tareas del hogar, en alguna ocasión se encuentra con algún tiempo libre y decide probar suerte en la atracción del barrio. Quizá decide probar suerte un par de veces más y hasta ahí no tendría que ser necesariamente un problema. Pero cuando esos "tiempos libres" son creados por ella deliberadamente para jugar, la cosa ya no pinta tan normal. Cuando abandona sus labores, el hogar ya no funciona tan bien y la familia, que es como un motor, se tranca. Cuando algún padecimiento despoja a una persona de sus obligaciones y afecta negativamente su calidad de vida y en este caso tambien de los que la rodean, hablamos de una enfermedad.
Si bien en mis dos ejemplos las protagonistas son mujeres, cabe recalcar que esto no es tema de género.
En cuanto al tema legal, los casinos poseen amplios beneficios, obviamente por los impuestos que pagan. Las máquinas tragamonedas de barrio por su parte, hace un tiempo fueron "cazadas" aquellas cuyo resultado dependiera únicamente del azar, sólo estarían permitidas las que requirieran algun nivel de habilidad. Todo parece indicar cierta regularización en este aspecto.
Si hablamos de lucrar con los enfermos, podemos pensar en distintas instituciones o cadenas comerciales. Clínicas, isapres, farmacias, laboratorios, etc. Aunque todas estas basan su ganancia en personas que quieren estar sanas (o pagar para estar sanas). Yo veo una diferencia cuando aprovechamos una enfermedad ( o no nos importa) para lucrar con eso. En esta categoría caerían los casinos de juego, narcotraficantes, etc.
El motivo por el que creé esta discusión, es el dilema moral que nació en mí luego de enterarme de la cantidad de plata que deja UNA sola máquina tragamonedas de barrio al mes. (como 4 palos)
Uds amiwos antronianos, ¿qué piensan de esta forma de ganarse la vida? es válido o es aprovecharse del débil. ¿conocen algún caso cercano o lejano?. ¿les dió paja leer todo?.
En un caso del que supe, una mujer que no le trabaja un día a nadie, pero que recibe una suma de dinero superior al millón de pesos mensuales por concepto de pensión alimenticia de sus hijos, asiste al casino, del cual obviamente ya posee una membresía, de forma casi sagrada. El casino también le envía constantemente recordatorios de su existencia, para que no deje de ir. A pesar de todo esto, esa familia posee cierta estabilidad - por el momento.
¿Pero qué pasa en una familia de menos recursos? Cuando el marido trabaja, los niños a la escuela y la mujer, encargada de las tareas del hogar, en alguna ocasión se encuentra con algún tiempo libre y decide probar suerte en la atracción del barrio. Quizá decide probar suerte un par de veces más y hasta ahí no tendría que ser necesariamente un problema. Pero cuando esos "tiempos libres" son creados por ella deliberadamente para jugar, la cosa ya no pinta tan normal. Cuando abandona sus labores, el hogar ya no funciona tan bien y la familia, que es como un motor, se tranca. Cuando algún padecimiento despoja a una persona de sus obligaciones y afecta negativamente su calidad de vida y en este caso tambien de los que la rodean, hablamos de una enfermedad.
Si bien en mis dos ejemplos las protagonistas son mujeres, cabe recalcar que esto no es tema de género.
En cuanto al tema legal, los casinos poseen amplios beneficios, obviamente por los impuestos que pagan. Las máquinas tragamonedas de barrio por su parte, hace un tiempo fueron "cazadas" aquellas cuyo resultado dependiera únicamente del azar, sólo estarían permitidas las que requirieran algun nivel de habilidad. Todo parece indicar cierta regularización en este aspecto.
Si hablamos de lucrar con los enfermos, podemos pensar en distintas instituciones o cadenas comerciales. Clínicas, isapres, farmacias, laboratorios, etc. Aunque todas estas basan su ganancia en personas que quieren estar sanas (o pagar para estar sanas). Yo veo una diferencia cuando aprovechamos una enfermedad ( o no nos importa) para lucrar con eso. En esta categoría caerían los casinos de juego, narcotraficantes, etc.
El motivo por el que creé esta discusión, es el dilema moral que nació en mí luego de enterarme de la cantidad de plata que deja UNA sola máquina tragamonedas de barrio al mes. (como 4 palos)
Uds amiwos antronianos, ¿qué piensan de esta forma de ganarse la vida? es válido o es aprovecharse del débil. ¿conocen algún caso cercano o lejano?. ¿les dió paja leer todo?.
maquinas de destreza) hacen que las dueñas de casa se gasten la plata del almuerzo de la semana y no hay nada que prohíba eso... la ludopatía es una enfermedad y con la libertad que tienen estas máquinas tragamonedas varias personas han descubierto que son ludópatas gastando las mone'as con la "esperanza" de con la próxima apuesta van a recuperar lo gastado...
ludopatas que con cuea tienen para cocinar una suela de zapato
ganar 4 lucas en monedas de 100 era hermoso
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