Hay mucha gente que insiste en encasillar el movimiento dentro de un partido, como manera de desprestigiarlo. Que Gajardo aquí, que la otra niña comunista acá, como si eso le quitara veracidad a las denuncias que se han hecho; como si eso le quitara legitimidad al movimiento.
Personalmente, me cargan los comunistas, son tan desagradables como un facho, o tal vez más. Pero estas movilizaciones y exigencias no son comunistas, no son marxistas, son de personas que están mirando un poquito más a futuro, que quieren lo mejor para ellos (un egoísmo consecuente) y también para los que vendrán. Ojalá saquen al weón del Colegio de Profesores; ojalá no se usen banderas de ningún partido en las manifestaciones, pero ojalá también que se mejore la calidad, así ganamos todos.
No es ser comunista, ni anarco, ni delincuente, ni flaite. Es querer un piso mínimo para que mi cabro chico, que no tendrá apellido rimbombante, pueda competir de igual a igual con el ABC1 que lleva generaciones teniendo la rienda del país. Quizás no se las quitemos, ni ahora ni nunca, pero que sea un granito para que los demás puedan continuar.
Edité porque me mandé un desmond ortográfico.